Seguro que alguna vez has escuchado palabra vividor. Se supone que es aquella persona que no piensa en el mañana, que vive el presente como si se acabara ahora mismo, que huye de la palabra compromiso como huimos de los piojos.
Es esa persona que no conoce el significado del término planificar, ni tampoco hace esfuerzos por aprenderlo. Vividor, la persona que vive de noche, que siempre está en todas las juergas, siempre llega tarde a las citas, en muchas ocasiones olvida incluso que tenía esa cita. No entiende de rutina, hoy esta aquí, mañana allí. Es alguien que no sabemos nunca muy bien como pero siempre tiene recursos para vivir medianamente bien, muchas veces podrá ser a causa de su familia o un padre bien posicionado y otras por un «chanchullo» o un «pelotazo» que le permite llevar este tipo de vida. Dícese de la persona que siempre está en líos, peleas, líos de faldas – o pantalones.
Suponen que la persona vividora disfruta de los excesos y de los placeres más banales que existen. Está rodeada siempre de gente, pero su camino es solitario y en ocasiones incierto. Todo esto que se ha dicho aquí podría ser una buena definición de lo que significa ser un vividor profesional. Excepto que no lo es.
Me pregunto porque siempre tendemos a ver el lado más negativo o contraproducente de las cosas, en lugar de ver el frente más optimista y valioso.
Vividor Profesional
Hay pocas cosas más preciosas en esta vida que ser una persona vividora, si nos detenemos al analizar la palabra, se abre una nueva concepción que extrañamente antes parecíamos obviar.
Vividor viene del increíble verbo vivir ¿hay algo más fantástico que vivir? ¿y vivir todo lo que haces y pasa por tu vida? pues eso exactamente significa la palabra vividor. La persona que vive lo que hace: trabajar, deporte, familia, amigos, amar, fiesta, viajar, pensar, ayudar, leer, escuchar, expresar, sentir, transmitir, compartir y vivir. Alguien que vive de manera intensa todo esto.
Los vividores viven la vida y todo lo que hacen sin miedos, ni complejos, inseguridades o frustraciones, porque entienden que la vida es demasiado fascinante para no vivirla como si no hubiera otra.
Si alguien te pregunta, de profesión vividor/a.
Nota: inspirado en una conversación con Miguel Golfe.
Photo credit: el cinéfilo blog.
6 comentarios
Me encanta, vivan los vividores!!!
Vivamos para ser aún mejores viviendo la vida.