Cuando echo la vista hacia atrás, y resumo cómo he llegado aquí, la respuesta está más que clara… Viviendo en el límite.
Los límites, que he encontrado me han hecho quién soy. Unos me han barrido unas cuantas veces, otros han sido auto-impuestos y nunca he conseguido vencerlos (hasta que entendí que no existían). He fulminado otros cientos de límites, muchos propios, pero también bastantes de otras muchas personas. Ahora, cuando siento que no hay ningún límite, me dedico a disfrutar una vida donde yo creo el límite que me apetece, como por ejemplo hacer lo que odio, no me apetece, no me gusta y no quiero hacer durante 20 días.
El límite es mi punto de equilibrio
Esto es lo que he aprendido, los límites, las restricciones, las barreras insalvables o lo impensable, solo refuerzan el latido de tu corazón.
No hay momento para parar en una vida donde parar no es posible, ya que la inercia te aplastará si te detienes. Si hay un límite que sea ese, quedar paralizado.
Hay cosas que están en un punto intermedio, cosas que pasan desapercibidas: un producto genérico, estudiar empresariales (estudié esa), poseer un buen trabajo de 9h a 14h y de 15h a 18h, conformarte con lo que sabes, ver la televisión cada día o comer la dieta de turno.
Luego hay cosas que encuentras viviendo en el límite del cero: calma, silencio, soledad, quietud, meditación, descanso. Pero no te engañes, es un extremo, significando esto que dista mucho en el espacio o en el tiempo con respecto a la persona que habla o actúa, o a un punto que se toma referencia. Es decir, no estaremos preparados para lo que vayamos a recibir.
Finalmente, otras cosas caen en el lado opuesto, en el extremo, como su definición indica, viviendo en el límite, en su grado máximo, el otro extremo es un extremo más, quizá contrario a los elementos que podemos encontrar en el extremo del cero.
Sin embargo, no te preocupes por los extremos. No puedes cambiarlos, no puedes controlarlos.
Cuando estamos en equilibrio los límites mandan, porque son los que delimitan lo que estar en el punto intermedio.
La autoconciencia de lo que nos llevamos viviendo en el límite, mientras viajamos de un extremo al otro, nos da perspectiva, paciencia, coherencia y sabiduría práctica, si lo deseamos. O nos rompe en pedazos. Depende de nosotros.
¿Estás tratando de vivir? ¿O estás viviendo en el límite?
Porque mira, hay adelante hay otro límite que vencer, uno en tu mente, en tu cuerpo, en tu alma, en tus emociones, o en las cuatro partes.
¿Qué harás cuando tengas que enfrentarte a otro límite?
Ayer acabó la gira de charlas Where is the Limit Talks (#WITLTalks) by DKV Seguros – proyecto liderado por Antonio Gassó, ex-CEO de Gaes. El proyecto empezó en Barcelona, pasamos por Tarragona, luego Zaragoza, y finalmente, San Sebastián.
Es la segunda gira que realizo, acompañado principalmente por mis grandes amigos Josef Ajram y Jaime Alguersuari, y en esta ocasión también con la participación de Maigua Ojeda y Stefy Troguet. Hay una cosa en común en todos nosotros, hemos crecido gracias a nuestros propios límites. Algo memorable, tanto, que decidí grabar un podcast entorno a esta filosofía, la encontrar la gran palanca viviendo en el límite.
Vivir en el límite y al límite es la única forma de honrar nuestro paso por este planeta.
Recursos
- Ebook cómo ser imparable o actuar como si lo fueras.
- Libro «A Beautiful Constraint«.
- Libro Rework.