Cómo vivir una buena vida practicando el estoicismo: prácticas, enseñanzas y aprendizajes

Puedo concluir que, después de 3 años estudiando y practicando el estoicismo, la entrevista a Massimo Pigliucci sobre lo que significa ser un estoico y el experimento 50 días de vida estoica que terminé recientemente, vivir como un estoico es aprender a llevar una buena vida.

Por eso he creado un documento donde resumo todas las prácticas, preceptos, trucos, mantras y enseñanzas sobre el estoicismo que me han ayudado a mejorar la forma en la que vivo, actúo, pienso, siento y me comparto…

vivir como un estoico

Cómo abrazar esta filosofía hoy – 50 días

Ayer publiqué el vídeo resumen final del experimento Vida Estoica. Ahí destaco todo lo que ha supuesto el antes, durante y después de vivir como un estoico por 50 días. Puedes verlo a continuación:

Vivir como un estoico – mis preceptos

Practicar la dicotomía del control de Epicteto: que puedo controlar versus qué no puedo controlar.

Amar el destino en lugar de solo aceptarlo. Enfrentarme con alegría a lo que aparece mi paso para convertirlo en parte del camino – Amor Fati.

Recordarme lo frágil que es la vida – puedo morir en cualquier instante. Dejar que ese hecho innegable dicte como actúo y pienso – Memento Mori.

Prepararme para que cualquier cosa venga y me arrastre, me desestabilice o me anule – visualización negativa.

Estar listo para retrasar el premio o la recompensa que espero, aplazar o incluso eliminar la gratificación que deseo obtener.

Ser consciente de todos los privilegios que ya gozo.

Puedo disfrutar del placer sin sufrir por no tenerlo.

Disfrutar de lo que soy, desear lo que ya tengo, ansiar lo que ya soy, esperar como actúo, ser lo que deseo.

Apartar de mí el placer banal: sexo sin propósito, aparentar, reconocimiento, popularidad, expectativas. Así como el placer material y presuntuoso: marcas, estatus, ropa, accesorios o lujos.

Dar lo mejor que tengo sin pedir nada a cambio. Servir a otros, aguantar el espacio por ellos y guiarlos.

Reflexionar en la mañana sobre cómo será mi día – preguntarme qué es lo que espero de él y cómo voy a enfrentar lo que vea a ocurrir, qué cosas dejaré marchar, sobre qué seré ecuánime, qué cambios haré o miedos confrontaré.

Evaluar en la noche cómo fue el día, y hacerlo desde la parte moral y ética, los fallos que cometí, los logros que alcancé, los aprendizajes, las debilidades a las que me expuse, las tentaciones que resistí, las pasiones que esquivé, las mejoras que encontré, las ayudas que recibí y los regalos que me llevo.

Para vivir como un estoico debo entender que si he vivido algo una vez, ya lo he vivido.

Practicar la serenidad identificando los momentos en los que puedo razonar, decidir y elegir, diferenciándolos de los que no.

Preguntarme sobre el retorno que obtengo sobre lo que hago con la pregunta “¿Qué obtengo en retorno por esto que estoy haciendo?”

Enseñarme a enfrentar, procesar, y lidiar con las emociones de forma inmediata en lugar de correr y escapar de ellas.

Hacer que mi mente huya de las cosas que la provocan. No es una señal de debilidad acabar las cosas que nos molestan, sino de fortaleza. Intento decir: “sé la reacción que normalmente sucede en este tipo de situaciones, así que no voy a pasar por aquí esta vez”. Y entonces lo acompaño con “también voy a eliminar este estímulo de mi vida para futuras ocasiones”. Porque lo que sigue es serenidad.

Aceptar solo lo que es verdad.

Trabajar para hacer el bien.

Abrazar lo que la naturaleza tiene reservado para mí.

Preguntarme cada día qué es lo que soy, que es lo que espero de mí mismo. Además de cómo voy a vencer los obstáculos que aparezcan en el viaje y los voy a hacer míos.

Recordar que aunque perciba déficits, hay cualidades positivas que puedo desarrollar y que no dependen de accidentes genéticos. Tengo la elección de ser verdadero. Tengo la elección de ser digno, en eso se basa el estoicismo. Puedo elegir ser resistente. Elegir ser feliz. Puedo elegir ser incorrupto. Elegir ser frugal y próspero, ser amable hacia los demás. Decidir persistir ante situaciones difíciles. Puedo elegir evitar el cotilleo. Puedes elegir vivir con gracia.

Alinear mi trabajo y mi estilo de vida a mi virtud, en qué momentos la honraré y cómo.

Otra cosa, dale una ojeada a esta pequeña guía sobre el estoicismo hoy. 

Atribución imagen: Like a Stoic.

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