Promoción vs valor, parece claro a simple vista, en teoría. Ahí es donde el impacto inolvidable del valor marca la diferencia.
¿Cuál es la diferencia entre promoción y valor?
Promoción: la acción que llevas a cabo para comercializar o popularizar algo, un ascenso, un nuevo cliente, un reconocimiento, un viaje o un post. Valor: la acción que emprendes con el fin de crear utilidad en otras personas, nada que ver con lo primero, específicamente.
¿Puede haber promoción y valor en la misma acción?
Sí, justo cuando no hay promoción y trabajas por servir a tu comunidad, base de clientes o alumnos en la clase, cuando buscas la manera de ofrecer aquello que más les interesa. Cuando en el taller vas directamente al “cómo lo hago yo”, cuando en la charla hablas de “mis trucos más determinantes”, cuando en el artículo escribes sobre “aprendizajes útiles” o cuando e tu podcast o vídeo entrevistas a alguien que ha sobresalido y le preguntas por esas claves que tanto le han hecho destacar. En todos esos momentos estás entregando dos cosas a tu audiencia, primero valor e individualidad y luego, la razón para elegirte a ti primero que otro en el momento que necesiten aquello que tu ofreces.
¿Cómo aporto valor?
Si me lo tienes que preguntar a mí es que hay algo que no estás haciendo bien, de lo contrario, es tan sólo una pregunta absurda que yo formulo y lanzo al viento. En cambio, cómo promocionar es algo que instintivamente ya sabemos cómo hacer, claro, pensamos (y actuamos como ) es más gratificante hablar de uno mismo que hacerlo de otros cosas o personas, y además, con suerte podré posicionarme lo suficientemente algo como para valorarme como una alternativa fiable. Qué lástima cuando resulta que ocurre lo contrario. El valor rara vez viene en forma de promoción, se asemeja más a algo que podría encajar con lo que “ellos” quieren, desean o necesitan, “ellos”, no “tú”.
Puestos a embellecer el trabajo de alguien, resalta el de quien lo merezca, no lo hagas por reciprocidad, quedar bien o “colegueo”, hacerlo de esta manera, envía señales deshonestas que cualquiera puede percibir.
La marca imborrable del valor – impacto inolvidable del valor
La promoción dura unas horas o con suerte unos días, rara vez te mueve del sitio y además, te hace competir por ser el más popular, más y más, tu ego nunca se acaba de saciar, un día te das cuenta de que tu vida delante de «flashes», no es tu vida, está vacía. En cambio, el impacto positivo que el valor es capaz de lograr a quien alcanza, perdura por siempre, además de dejar una marca imborrable en la persona que toca (y en ti que lo creas) para el resto de su (tu) vida.
A mí, si me preguntan, compito por lo segundo. El impacto inolvidable del valor.
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