Cuando presento ante una audiencia, hablo como si estuviera hablando a alguien que aprecio y por quien me intereso, alguien a quien pretendo enseñarle lo mejor que sé y dejarle una marca lo suficientemente profunda que no me olvide por un tiempo prudente, con esto digo que hablo para alquilen de gran importancia para mí. Quiero que sepan de mí, mi historia, mis fracasos, algunos de mis éxitos, esto puede ser bueno o malo, y cómo lo que hago puede hacerles mejores a ellos y a sus negocios. Y cuando me escuchas, eso es lo que recibes: yo contando algo muy importante a alguien que me encanta.
No tienes ni idea cómo de frecuentemente uso esta habilidad. En mi blog, a diario. En vídeos. En mis libros, en entrevistas de televisión, radio o escritas, y más especialmente cuando estoy en un escenario. Doy lo mejor de mí mismo cada vez que recuerdo estas palabras.
Cuando te presentes a tu audiencia nunca digas «vosotros tíos», «queridos colegas» o «amigos y amigas». Cuando veas a tu audiencia y si los conoces, llámalos por su nombre. Señala hacia ellos. Muestra a las personas que son visibles y que te importan.
Cuando te presentes a una audiencia que no ves, recuerda que te están escuchando. No hay un «todos vosotros». Hay ella o el. Hay un tú o yo. Hay un nosotros dos.
Esto es lo que he aprendido en estos años, y te digo algo, llevarlo a cabo crea un universo de diferencia.
Photo credit: NEXT Berlín.
Un comentario
Totalmente de acuerdo Isra. Cuando te pones delante de una audiencia, debes tener en mente que hay personas. No es cuarta pared, son personas, humanas, cada cuál con su mapa, su historia y su momento exacto. Solo por el hecho de estar allí, invirtiendo su tiempo y atención en lo que cuentas, merecen esta conexión de la que hablas. Un saludo y que vaya bien Stand Out Program.