Hace unos días mi tío Toni marchó de este mundo, y en julio de 2019 lo hizo mi abuelo Tomás. En 2007 lo hizo mi primo-hermano Gilberto. La vida (y la muerte) se ha llevado a tres de mis más grandes héroes. A tres de las personas más importantes de mi vida. Sin embargo, de todos ellos, he aprendido las mejores lecciones sobre lo que más importa. Gracias a la pérdida de mis héroes he experimentado puntos de inflexión que sacudirían un imperio, pero sobre todo he vivido junto a ellos momentos inolvidables, experiencias únicas, que al final, de eso se trata, de todo lo que compartes. Porque no olvides que al final, cuando te conviertas en cenizas, solo quedará cuanto compartiste, cuánto amaste, cuanto diste.
Qué he aprendido de la pérdida de mis héroes
- De Gilberto aprendí a vivir la vida a fuego. A celebrar la vida, a no esperar, a lanzarte a la aventura, a ir contra el miedo, a ser valiente incluso sabiendo que podría no funcionar.
- De mi abuelo Tomás aprendí que la grandeza de una persona se mide por los valores que sustenta, por la rectitud hacia sus principios y vivir en armonía con todo ello, vivir con virtud. De él aprendí seguir siempre hacia delante y hacerlo con la cabeza bien alta.
- Y de mi tío Toni he aprendido que lo que importa es cuánto amor eres capaz de proyectar hacia otras personas, cuánto eres capaz de cuidar a la gente y siempre poder hacer el bien a quien sea. Aprendía la importancia de la autodisciplina, la resiliencia y el compromiso.
La pérdida de cada uno de ellos ha supuesto la pérdida de mis héroes más humanos. Aunque también ha supuesto una palanca hacia lugares donde no hubiera llegado sin ellos. Ahora se abre una nueva puerta, la de la reciente pérdida de mi tío Toni. Una luz en medio de la oscuridad, una oportunidad en medio de la adversidad, aire puro en medio de la contaminación. Todos preferiríamos que ninguno hubiese desaparecido, pero nada podemos hacer ante estos sucesos inexorables lo que significa la existencia humana. Como me dije a mí mismo cuando Gilberto falleció: «o me hundo en lo más profundo de la m***** o tomo esto como un cohete interestelar que me lleve tan lejos y alto como pueda, hasta el día que me toque a mí caer».
Por esto y más, he grabado un nuevo episodio de Disrupt Everything podcast series, espero que te aporte una décima parte de lo que me ha aportado a mí cuando lo grabé.
Pd. Hoy entro en Kyol Che, un retiro (versión online por COVID) de 7 días diseñado para clarificar nuestra dirección a través de la práctica del Zen. Obteniendo como resultado una relación más armoniosa con cualquier aspecto de la vida. Este es el primer retiro online de esta magnitud que realizo, y el primer homenaje a mi tío. Nos vemos a partir del uno de febrero.
Notas del podcast:
Estos son los recursos mencionados en el episodio #155: