Llegué al Templo Luz Serena a mi primer retiro Zen oficial que realizaba con la Escuela Soto. Era agosto, llevaba desde 2020 practicando Zen y ahora, empezaba lo que podría denominarse como mi carrera universitaria en el Zen a través de la práctica de zazen.
Voy a explicar lo que allí viví, aprendí y concluí con la práctica de zazen, en una especie de guía-historia-informe paso a paso, a modo resumen. Contando día a día lo más relevante.
> A considerar antes de empezar:
Lo que encontrarás a continuación es la progresión en orden cronológico de mi experiencia en el retiro de introducción a la práctica de zazen en el Templo Luz Serena guiado y liderado por el maestro Daizan Soriano. No está contado en formato historia, sino destacando aspectos relevantes, citas, lecciones, recordatorios, anotaciones e ideas que implantar. En realidad es una integración personal, algo más estructurada y con sentido, para que el lector/a (¿tú?) también la pueda aprovechar.
Día cero – el círculo de corazones, un organismo vivo
La recibida fue realmente cordial por uno de los instructores y otro compañero que participaba por primera vez, me impresionó la bondad que percibí nada más entrar. Creo que nunca había sentido algo así.
Al entrar en la oficina, mis primeras dos peticiones fueron la de entrevistar al gran maestro Dokusho Villalba y poder realizar ayuno durante el retiro.
Seguidamente, después del registro, que se prolongó debido a la gran cantidad de asistentes, tuvimos tiempo libre, el cual utilicé para leer Preguntas a un Maestro Zen, escribir y llamar a mi tía Marisa, porque había nacido Martina, la hija de mi prima Saray, no podía experimentar una alegría mayor.
Pasamos a una cena de bienvenida, el servidor ya estaba en modo ayuno. Lo que hice fue beber un vaso de agua y una pequeña cucharada de crema de calabacín, esa misma crema me sirvió como objeto de meditación mientras el resto comía.
Al terminar la cena preguntaron quién desearía ser voluntario para… Ya había levantado la mano, y lo que se ofrecía era fregar la cena. Me presenté porque no quería hacerlo.
La última actividad antes de ir a descansar se llamaba círculo de corazones, donde cada uno nos presentamos mencionando por qué habíamos decidido participar, la experiencia con la práctica y la intención del retiro.
A destacar del día 0
- La rapidez con la que monto mi vida en cualquier sitio.
- El gran número de personas en el retiro: 47 participantes.
- La cercanía, bondad, y calidez con la que fui tratado por los instructores y el personal.
“Mi vida es un experimento”, “la gran victoria”, “esclavo que se ha convertido en un hombre libre”, “cinturón blanco”, “vengo para nada”, “vengo vacío, vengo a sentarme y a respirar”, esos fueron los titulares que utilicé en mi presentación, así como: “estoy aquí para vivir, amar, y servir (en orden) y bailar, porque la vida es un baile”
Mi mente decía que había cosas que no dije como de donde vengo, cuánto he practicado, mi gran autodisciplina, y rápidamente entendí que fue un gran y perfecto acierto no haberlo dicho.
Fuimos a dormir a las 23:30h, yo particularmente estaba interesado en los diferentes ruidos para anunciar las actividades.
Que aprendí de mí mismo y de otros
- Interesante utilizar/emular el círculo de corazones en mis próximos proyectos.
- Utilizo cada momento que puedo para estar en silencio, meditar, respirar y estar aquí.
- Siento una gran conexión con mi centro cuando aporto cualquier cosa que esté naciendo y ardiéndome por dentro.
- Solo hay que hacer lo que te nace sin importar cómo debes actuar con el resto.
- Utilizar diferentes sonidos para diferentes actividades es una gran idea.
“Somos una orquesta” – “somos un organismo vivo” – esto fue lo que escuché decir a Daizan Soriano (maestro) y a José Manuel (instructor) y resonó mucho en mí.
Día 1 en el Templo Luz Serena – Sintonizando con Radio Buda
Empezamos con el desayuno informal, que en mi caso fue ayuno con té de kukicha y té con jengibre que llevaba conmigo. Aproveché para meditar y practicar la lentitud de movimientos.
Luego tuvimos tiempo libre, que aproveché para escribir e integrar lo vivido el día anterior.
Entonces tuvo lugar la ceremonia de apertura, donde rescato lo siguiente:
- Una gran exactitud de pequeños detalles; cómo entrar y salir de la sala; entregar y recoger los sutras, posición y saludo (gassho) al cojín y al compañero (siguiendo las agujas del reloj), y más, todo ellos te coloca en atención y en el espacio presente, indudablemente.
- Cantar los sutra en Japonés, si prestas atención y vas palabra por palabra, te hace conectar con el ahora y no es tan difícil como parece.
El maestro Daizen Soriano pasa a explicarnos la Vía de en Medio (o Camino Medio), esto es lo que más me llamó la atención:
- Dukkha significa más allá del sufrimiento.
- La iluminación consiste en traer luz allí donde está oscuro.
- La atención es necesaria para que la consciencia se desarrolle.
- “Nos pasa lo que nos pasa porque no sabemos lo que nos pasa” – Ortega y Gasset.
- 99.9% de la meditación es la postura.
- Las cuatro nobles verdades resumen que hay sufrimiento cuando no se ha despertado.
- Observar de forma ecuánime sin identificarme con lo que está ocurriendo.
1. Teoría sobre la práctica de Zazen – aspectos destacados de lo explicado y vivido:
- Dojo significa lugar de consciencia e iluminación.
- Se entra en kinhin (preparándonos para meditar)
- Hay que estar totalmente inmóvil cuando se está en el dojo.
- Lo más importante para un meditador es el cojín, cuanta más flexibilidad más pequeño debe ser, más grande menos flexibilidad.
- Importante explorar y compensar ambas piernas.
- Posición Birmana o 3/4 de loto es la postura que más se recomienda, es importante estirar los empeines.
- Importante trabajar las lumbares, se puede practicar en silla para entrenar.
- Postura recta y mentón recogido sintonizándonos con radio Buda.
- Zen significa espontáneo.
Entrar al dojo con el pie izquierdo, con posición puño de piedra con guante de seda, hacer gassho al altar cuando se entra, luego hacerlo al cojín cuando se llega al lugar de meditación, el cual se considera el trono de Buda. Seguidamente hacer gassho al compañero y entrar a meditar siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Al entrar apoyarse con ambas manos y salir de nuevo en el mismo sentido.
Sobre el altar: la vela significa el ojo de la sabiduría, las flores belleza, el incienso expresa la impermanencia y la comida abundancia.
Una vez en postura y para la práctica de zazen, nos recomiendan hacer una respiración amplia y profunda, tan como sea posible, pero sin manipularla, debe ser una respiración normal con el tono muscular justo. Pregúntate ¿estoy permitiendo que la respiración fluya? En la inspiración nos concentramos en tonificar nuestro cuerpo, y en la espiración en soltar y relajarnos.
En cuanto a la posición de las manos, en mudra cósmico, la derecha dominante la ponemos abajo, pero según decía Daizen Soriano “siempre lo he hecho así, pero si tú quieres experimentar cambiando y poniendo la contraria, adelante” (espíritu de experimentación en el zen en estado puro)
El mudra cósmico significa que todo el universo está aquí y ahora en esta misma postura, esta meditación. Si el pulgar se va hacia abajo es que te estás durmiendo, si se va hacia arriba es que te estás dispersando.
Como técnica de respiración para empezar nos recomiendan el método de Dokusho Roshi, que consiste en respirar del 1 al 5, eso es un ramillete, cuando llevas 5 ramilletes llegas a un ramo, pues hay que llegar a 25 ramos sin haber perdido la atención. Esto te ayudará a darte cuenta de que nos hacemos muchas ilusiones con nosotros mismos en cuanto a nuestro nivel de concentración.
Fúndete con la respiración y respiración, porque los números y contar hay que soltarlo.
Estado de “consciencia de acceso” es aquel que el que respira se convierte en la respiración.
Hablan sobre Shikantaza, mi concepto favorito, sentarse y nada más – dicen que el zen es la universidad de la meditación.
La iluminación es la desilusión de todo, el objetivo es ser lo que realmente somos, no lo que creemos o queremos ser. Nos quitamos todas las capas y nos quedamos con lo esencial.
Escuché lo siguiente y me resonó: “los maestros hacemos lo que hacen los demás pero con una consciencia despierta”
2. Primer entrenamiento con los cuencos oryoki (ritual Zen para comer)
Estas son las notas que tomé al respecto:
A. Llevamos los cuencos a la cabeza.
B. Esperamos a que pase el maestro para sentarnos.
C. Pasan las galletas y hacemos gassho al servicio (antes y después)
D. Recitación cantos al tathagata.
E. El servicio sirve y se hace gassho en pareja.
F. Cuando uno ya tiene suficiente, levanta los dos dedos, el índice y medio hacia arriba para indicar que ya esta bien.
G. Se espera a comer hasta que todos son servidos.
H. Se toman tres cucharadas del primer plato y tres del segundo y se van alternando después.
I. La comida se lleva a la boca y no la boca a la comida, por eso se sostienen los cuencos con los tres primeros dedos.
J. Se puede repetir del primero y del segundo. Señales cuchara en el plato, y palillos del segundo sobre la mesa.
K. Levantamos la cuchara cuando nos sirven y si no queremos repetir, lo hacemos al revés con la cuchara y palillos.
L. Después del ofrecimiento va el postre.
…
Como mis notas están incompletas, comparto a continuación un vídeo que recoge el ritual completo de comida consciente (oryoki) grabado en el Templo Luz Serena por la Escuela Soto Zen España:
La ceremonia de oryoki para comer se alarga y es realmente extensa, sobre todo cuando hay que explicar paso a paso a los que lo hacemos por primera vez.
Participar en esta ceremonia en ayuno ha sido todo un desafío, principalmente por la tentación, creo que nunca había tomado una cantidad de comida tan insignificante, pero sorprendentemente suficiente.
La cantidad de atención depositada es tremenda, es quizá uno de los rituales más estructurados en los que he participado.
Un gran trabajo de autoconciencia, autodisciplina y atención plena.
3. Segunda práctica de Zazen del día (30 minutos)
Hoy he tenido la primera corrección que un maestro me ha hecho en la postura desde que empecé a meditar, no porque mi postura fuera perfecta, sino porque nunca había tenido la oportunidad de poder trabajar con un verdadero maestro en meditación. La corrección consistió en estirar la espalda (columna) hacia arriba y estirar las lumbares, esa corrección ya ha valido todo el retiro para mí, y es que era el primer día, justo al empezar.
Los 30 minutos de la práctica de zazen se pasaron volando, no recuerdo nada más que estar respirando y aparecer algún pensamiento errante al que sonreía.
Ha sido interesante ver cómo la inspiración tonificaba mi espalda, hombros y cuello y como con la espiración podía soltar y relajar zonas del cuerpo y músculos.
4. Práctica y entrenamiento para la ceremonia de iniciación
El propósito es ensayar y practicar juntos para armonizarnos y actuar como uno solo.
Instrucciones sobre sutras, movimientos y pequeños matices como entonación, saludos, pasos del maestro, símbolos, sonidos y lo que va sucediendo.
Los propios instructores son ejemplos de improvisación, experimentación y de lanzarse a la práctica, eso es grandioso, bailar con lo que acontece.
He sentido que cuerpo, mente y espíritu eran uno solo.
5. Sesión de preguntas al maestro Zen – Daizan Soriano (anotaciones)
Todo convalida para la eliminación.
¿Qué hacemos cuando nos sentamos? Sentarse. Estabilizarse en la atención al cuerpo. Respirar.
La actitud sobre la meditación es la de soltar, la de abrirse, la de que suceda todo lo que tenga que suceder. Ecuanimidad.
La actitud a desarrollar es investigar, pero para eso necesitamos estar abiertos y que haya un equilibrio emocional.
¿Qué hay cerrado? Sentidos y cuerpo, lo que sucede aquí y ahora.
La meditación es un escáner corporal, sentir un dolor corporal es saber que hay un bloqueo, la práctica de zazen nos hace de espejo.
Hay que discernir dos tipos de dolores: el bloqueo y el que persiste, es una experiencia directa, investigar dolor que nos van a dar una información valiosa. La mente se resiste ante este dolor y lo que hay que hacer es solo experimentarlo en toda su amplitud.
La excusa de “pobre de mí” es la trampa de la mente que se resiste a experimentar lo que está sucediendo.
El miedo nos cierra “por si acaso».
Contra la resistencia, sosiégate, necesitamos una mente más amable.
Todas las sensaciones son transitorias.
Si nos abrimos experimentaremos y veremos la ilusión de la solidez, cuando nos sentamos es normal que aparezca el dolor.
Siempre que el hombre se abandona al placer se encuentra con un callejón sin salida, por lo contrario, trabajar el dolor produce mucha sanación.
Solo se puede estar presente si se aprende a generar ecuanimidad.
Cuando algo aparezca – no le des valor tan pronto. Como Dogen decía “La vida es fundamentalmente perfecta”.
Los meditadores son exportadores de la consciencia.
El oír un sonido, no el concepto, puede llevarte a despertar.
Los conceptos son inalterables, ese es el problema, en cambio la realidad es cambiante a cada instante.
La verdadera iluminación de Buda es que es “yo” no es real. Es una experiencia que surge, no intentes comprenderlo, nuestra sabiduría irá creciendo a medida que pasemos desde el concepto a la experiencia. Y eso nos lleva, irremediablemente, al desplazamiento de nuestra identidad (yo, mí, me), cuando esto es experimentado, es cuando ocurre la verdadera libertad, es ahí cuando somos capaces de entenderlo todo.
Para eso necesitamos un esfuerzo correcto y justo para enfocar nuestra mente.
La intención correcta.
Una persona iluminada sigue teniendo pensamientos, dolores, incomodidades, pasado… La diferencia es que tiene la actitud de transformarlo todo en luz.
Hay que tener una gran confianza en nuestra naturaleza original. Hay que tener un “yo” bien construido para poder disolverlo.
Preguntas que tenía para el maestro:
- ¿Cual es la postura perfecta para dormir y tener sueños lúcidos? La postura de Buda, de lado, derecho.
- ¿Cómo encontrar la vía de en medio cuando se nos empuja a los extremos? ¿Y viceversa?
- ¿Qué es lo más importante que has aprendido como maestro?
- Si el zen es una experiencia incomunicable, ¿por qué nos esforzamos en explicar?
- ¿Cómo deshacer esos nudos cósmicos atados a nuestro karma?
6. Cena con oryoki
Entrenamiento al ritual que con la práctica va mejorando.
De nuevo tomo una cantidad de comida ridícula, inapreciable y me siento mejor que nunca, voy a intentar este “hack” cuando vaya a comer fuera de casa y llevaré mis propios palillos para comer de uno en uno. Además me comprometo a comer todos los días del retiro de esta forma.
Este progreso sucede a raíz de la restricción de tener que usar el oryoki mínimamente con comida aunque esté de ayuno.
7. Práctica de zazen (dos sesiones + kinhin)
Estoy completamente centrado y consciente en mi columna vertebral, es cuando los dolores y molestias empiezan a desaparecer, sobre todo tan pronto como la estiro todo lo que puedo, cosa que parece que no había hecho hasta ahora, ni tampoco había sido consciente. Ahora solo falta entrenar y practicar y con el tiempo acostumbrarme.
He pasado todo en la práctica de zazen sonriendo, casi toda la primera parte. No puedo ni sé decir nada más que he estado ahí. La segunda parte tuve la sensación de que se hacía más corta, aunque pareció larga, la magia de las contradicciones.
El kinhin es una versión más zen del Tai Chi andando en cámara lenta: Pasos micro sincronizados con la respiración. Es ideal para poner en práctica en programas e integrar como superhábito.
Cuando acabé la práctica de zazen hice algunos estiramientos antes de dormir y una ducha de agua caliente para relajar los músculos de la espalda.
Que aprendí en el día 1:
- A comer menos, más lento y de “uno en uno”.
- Praticar el kinhin.
- Sentir mi columna, estirarla y alinear con la respiración.
- A ver un camino medio diferente a los que entendía por este concepto.
- Sonreír ante cualquier cosa y sonreírle a cualquiera.
- Profundizar en el zazen: postura, respiración, manos, mente y técnica.
Día 2 – sonreír ante cualquier situación
0. Despertar
Iiniciando con buenas sensaciones con una ducha de agua fría, aromaterapia de lavanda unida a respiraciones suaves y profundas. Seguido de mirarme al espejo fijamente a los ojos incluso con mis compañeros de caseta. Recitar mantras de amor y hacer respiraciones al aire libre, tomar cordyceps y agua.
1. Práctica de zazen 1 completa
Me he sentado de forma incómoda al invertir la postura de las piernas para compensar la que nunca uso, como no estoy acostumbrado la molestia ha aparecido. Pues he de decir que he disfrutado mucho de la incomodidad, aceptando una postura no tan buena, he seguido sonriendo intentando reaccionar con ecuanimidad, era capaz de comprenderlo claramente, estaba allí observando esas sensaciones. Era incómodo y estaba dispuesto a que así fuera.
La primera parte a pasado volando, al apuntar a la pared, mis ojos se perdían, y de repente estaba como en un lugar donde no había nada, donde no se llega a nada, no había nada, solo mi respiración y el que respiraba, de repente aparecían pensamientos, pasaban, sonreía y desaparecen, no interfiere en su curso.
La segunda parte de la práctica de zazen ha estado enlazada con la ceremonia de apertura del día, en esta sesión estaba Dokusho Villalba como meditador, mientras todo era liderado y guiado por el maestro Soriano.
En esta meditación, en ambas partes, he podido practicar la postura de zazen y sentir la columna vertebral mucho más que de costumbre, nunca la había sentido así de viva y empezando a desbloquearse y no tener dolor alguno.
2. Desayuno oryoki
Sigo en ayuno y me alimento de una porción muy por debajo del mínimo, creo que nunca había comido tan poco, cercano a nada.
El proceso con los oryoki va más fluido, pero necesita más práctica.
3. Estiramientos a cargo de Alexandra Roche (profesional de la actividad deportiva que asistía como participante)
Fenomenales estiramientos para poder practicar y descongestionar y soltar músculos y articulaciones. Muy concentrado en hombros, espalda, cadera y cuello. Voy a implementar muchos en mi rutina.
Hacerlo de cara al sol, aunque fuerte, daba vida y calor, buenas sensaciones fluyendo con el movimiento, la respiración y la postura, con consciencia. Estos son los frutos del Tai Chi y Qi Gong.
4. Samu (trabajo consciente)
Me ofrezco para algo incluso antes de que dijeran de lo que se trataba la tarea, para mí eso es importante, es mi forma de honrar la actitud imparable de “sí a lo que venga”. Cuando me preguntaron si sabía utilizar el soplador dije “no, pero lo aprendo”. Este es mi centro, la mentalidad cinturón blanco.
Finalmente he sido asignado con otra tarea, la de recoger pinchas con una escoba-rastrero para limpiar los alrededores de la casa. Al acabar, he pasado a quitar maleza alrededor de la casa del maestro. Al hacer este trabajo, lo he hecho respirando como si meditara.
5. Comida con oryoki
Vuelo a limitar enormemente la cantidad de alimentos que tomo y lo hago a un ritmo realmente lento, deteniéndose y respirando y observando cada pequeña pieza de comida que voy ingiriendo. Trabajo con los palillos chinos (o japoneses, según se mire) para ir uno a uno, no importa lo diminuto que sea el trozo, soy capaz de agarrarlo, la precisión y concentración son máximas.
6. Estiramientos (segunda parte)
Es genial hacer estiramientos destinados a la meditación que tienen que ver con espalda, hombros, caderas y cuello. En esta sesión nos hemos contado en estiramientos desde el suelo, en el dojo.
7. Segunda práctica de Zazen del día
He podido trabajar en la aceptación de lo que venía a mi mente sin producir ninguna fricción o rechazo, solo observaba mis pensamientos. Les daba la bienvenida y me quedaba ahí mirándolos hasta que se desvanecen y yo solo sonreía.
He aprendido una mejor postura teniendo las dos rodillas apoyadas en el suelo, la elasticidad va dando sus frutos.
He estado ahí, es decir “aquí” y me he sentado con todo lo que iba ocurriendo, nada más, solo eso.
- Teisho (formación técnica en zazen)
El tema principal de esta sesión fue los 5 obstáculos (oportunidades) de la práctica. Paso a detallar lo que fui anotando como más relevante según mi percepción:
Hay varias fuerzas que intervienen en la práctica: orgullo, terror, odio y deseo.
“Un maestro no lo da todo hecho”
Daizan Soriano.
Todo lo que te dice “dedícate a otra cosa y no a meditar” es Mara. Mara es resistencia, identifícalo. Más allá es “mira que bueno soy, he vencido a mara”, eso también es Mara.
Aunque muramos no nos movamos aunque es bueno encontrar una perspectiva amorosa y bondadosa.
El objetivo principal es permanecer presentes y equilibrados ante cualquier cosa.
Todo es bueno por naturaleza, porque todo es perfecto y se sucede de forma fundamental.
La práctica de zazen es un acto de amor, entrega y apertura al universo.
Obstáculo 1: el deseo de placeres sensoriales, los estados. A la larga nos lleva a la mentalidad de “si tuviera…” – idea-mantra: cualquier cosa que vivo es el placer que busco desesperadamente. EL deseo depende de la intención.
La clave está en armonizarte con lo que sucede.
Canaliza correctamente la energía del deseo – nos hace sentir que no estamos completos, es un sentido de carencia, no basta con aquí y ahora para sentirnos plenos.
Obstáculo 2: aversión – la ira la proyectamos hacia nosotros mismos y acaba cerrando nuestro corazón.
El ser humano es capaz de generar su propio infierno en su propia mente.
El koan “¿Qué es esto?” es indagar en todo lo que aparece.
Obstáculo 3: sopor, pereza, adormecimiento, falta de vitalidad.
“El dolor es necesario para encontrar la luz”
Obstáculo 4: inquietud, agitación, nerviosismo, la mente errante. La mente proyecta las mismas historias una y otra vez.
“No trates de quitarte nada de encima”
Obstáculo 5: la duda – “esto no es para mí”, dudas acerca de los profesores, maestros, de la enseñanza. Podemos creer que aunque la práctica sea correcta, igual no es el momento.
Identifica la duda y que no te inmovilice.
Obstáculo 6: sentarse a meditar.
Recuérdate que como dicen en el budismo “tenemos bondad original y no pecado original”.
Cuando sientes culpa es que estás rechazando algo sobre ti, y permíteme decirte que todo es cósmicamente genialmente imperfecto.
Despertemos por el bien de todos los seres.
- Cena con oryoki
Continúo con el modo alimentación óptima mínima, iba a escribir “restringida”, pero no siento eso en absoluto y eso mismo me sorprende.
En la comida decido sonreír a todos los que me miran, como es en silencio, y lo hago con confianza.
Me fijo en todos ellos y veo lo mismo que veo en mí, comer a un ritmo muy acelerado, por no juzgar lo veo en mci, entonces me doy cuenta, comprendo, ya no hay ninguna prisa.
- Tercera práctica de zazen (completa) y ceremonia cierre del día
En la parte uno me centro en contar ramilletes y a pesar de que desvió levemente, logró continuar hasta completar 8 ramos y 3 ramilletes hasta que acaba el zazen (sesión de meditación) de 30 minutos. Si me desviaba sonreía y volvía rápidamente.
En el kinhin he estado intentando encontrar el ritmo y dándome cuenta como cuando te desvías en la mente, pierdes la sincronización entre el paso y la respiración.
En la parte 2 me centro en el koan “¿Qué es esto?” para entonces responder “no sé”, lo que sucede entonces es que me libero mental y emocionalmente de llevar la cuenta de las respiraciones y sin que esto suponga una gran distracción para mi mente.
Empiezan a desaparecer los dolores al estirar la columna y la nuca y recoger el mentón. Acabo la práctica menos tenso de lo que la suelo acabar. Aquí pienso una práctica diaria (un hack) y es llevar la columna estirada la mayor parte del día, siempre que sea consciente.
Qué he aprendido en el día 2:
- Que todo parte de la bondad.
- Hay que sonreír ante cualquier cosa.
- Lo que debo hacer es aprender cómo armonizarme con el exterior y por supuesto con mi interior primero.
- Los estiramientos de espalda, hombros, cuello y cadera son un gran triunfo, los voy a incluir en los programas y en mi rutina diaria, dos veces al día, mínimo una.
- Debo estar experimentando, cueste lo que cueste.
- Incluir el “Samu” en los programas: fregar, podar, recoger maleza, etc.
- Incluir la comida consciente a cámara lenta en mi vida y programas.
Día 3 – los obstáculos son el maestro
Preparé estas preguntas para formular al maestro Daizan Soriano
- ¿Cómo iniciarse en la vía de en medio? (La iniciación discipular) – su respuesta: a través de los retiros y cursos.
- ¿Dónde puede realizar una sesshin de 20/30 días? – su respuesta: en el templo Luz Serena en todo agosto.
- ¿Cuándo se puede practicar en el dojo de Alicante? – su respuesta: los viernes a las 20h.
- ¿Qué sucede cuando meditas en modo “todo me va bien”? – su respuesta: aprende a dirigir el foco.
- ¿Por qué ya no tengo dolores en la espalda? – su respuesta: debido al proceso de sanación que vives, estirar la columna y alinear la antena, todo está ahí. Lo que habla sobre una persona es su postura.
- ¿Qué pasa si no creo en nada y solo me siento como ahora? – su respuesta: empieza desde la base y seguir con la práctica.- quizá por el curso de mindfulness según la tradición budista.
- ¿Debería seguir experimentando? – su respuesta: sí. Siempre.
1. Primera meditación del día (práctica de zazen completo)
En la primera parte conté del 1 al 10 haciendo ramilletes y estando ahí en la práctica, en el momento, aceptando todo los que venía y sonriendo, no tengo nada más que decir porque no hay nada que decir.
En kinhin trataba de ser consciente a cada paso y respiración.
En la parte 2 del zazen empleé la técnica “¿Qué es esa cosa llamada yo?” y “no sé” como respuesta, y bueno, estaba ahí, meditando, solo estando. En esta ocasión, antes de empezar volví a cambiar de postura para equilibrar y volví a lanzarme a la supuesta incomodidad, aunque menos que ayer, fruto del prototipado. A destacar: los dolores de la columna desaparecen y me encuentro más alineado corporal y emocionalmente.
2. Desayuno con oryoki
He aumentado un poco más la ingesta mínima de comida y sin repetir. Puedo concluir que a menos cantidad mejor me siento, voy sin prisa, sin presión, sin ansia, paso de ser el primero en terminar al último.
3. Descanso, estiramientos, samu
En esta parte del día tomé Superfruits de Biotona, una zanahoria y un plátano.
Aproveché el descanso para hacer una microsiesta de 10 minutos y poder seguir integrando (escribiendo)
Seguí con mi tarea anterior, recogiendo piñata, pero en esta ocasión en grupo. Al poco tiempo me llamaron para ver el lugar donde entrevistará al maestro Dokusho Villalba, y aprovechar para la entrevista con el maestro Daizan Soriano.
Los estiramientos te recuerdan lo importante que es estirar. Es algo que hay que hacer las veces que fluyan en el mismo día.
Samu hice poco por la entrevista, pero el que hice fue hasta el último minuto y lo mejor que pude. Algunos compañeros mostraron interés en el podcast cuando compartí que iba a entrevistar al maestro.
4. Segunda práctica de Zazen (30 min)
Destaco el disfrutar de la respiración y de lo que ocurre con la espalda bien estirada, intentando estar en armonía con lo que venga, como venga y porque venga. Solo es “no sé”, en realidad venía cosas y se iban cosas, pensamientos, y con ellos nudos y bloqueos.
5. Comida oryoki
Llegué muy justo de tiempo y eso hizo que me distrajera y me sentara sin los cuencos. La gente se dio cuenta y yo solo pude reírme de lo sucedido.
Volví a optar por la escasez en la comida, aunque esta vez repetí en la ensalada y verduras, pero poca cantidad, y compensé del primero que apenas tomé nada.
6. Descanso
Destaco el descanso porque desperté a mitad de siesta debido a pensamientos inconexos. Estos me llevaron a dudas, tomas pasados, inseguridades… Aunque en realidad, eran solo pensamientos y yo no dejaba de etiquetarlos y darles importancia como esos venenos que eran. Muy interesante, me veía a mí mismo haciendo fuerza para expulsarlos, eso creaba aversión y por tanto resistencia, lo cual les daba más protagonismo. Fue un proceso lleno de luz por esa misma oscuridad que de repente apareció.
Ver y observar cómo tu mente piensa y cómo reaccionas, esa es la tarea.
También noté que estaba preocupado por el mañana, vaya.
7. Estiramientos
Empecé a darme cuenta que lo que necesitaba era estirar de forma más consciente, continua y persistente, porque estas sesiones me sentaban fenomenal. Eso combinado con el descubrimiento de estirar la columna, eran sin duda los premios extras del retiro.
8. Tercera práctica de zazen del día (completo)
Detecto el deseo como obstáculo: con situaciones ideales con mujeres, haciendo algo profesional, teniendo una idea nueva, algo que hacer mañana o en dos días, etc.
Busco otros obstáculos y me aparece la situación con Miguel y mi fallo. Este es quizá un obstáculo de aversión y entonces le digo que aparezca más, que me enseñe más, que aparezca más, que me muestre más, que me domine más y que me aflija más, entonces desaparece y se esfuma, entrando así en un estado meditativo profundo. Lo curioso es que empecé a contar desde el uno y no perdí la cuenta cuando pasaba por este agujero negro. Al acabar la práctica de zazen quedé en 219 respiraciones, calmado y ecuánime.
Es interesante invitar a los problemas cuando los vea, darles más nocilla. Decirles que se hagan más grandes, pedirles que me abrumen más.
Tuve una visión de Juan/Toni, mis socios, y no vi claro el camino por delante. Un claro signo que indicaba que había algo que tratar con ellos.
9. Teisho – qué hacer con los obstáculos
“En lugar de vivir plenamente sobrevivimos”
El zazen significa concentrarnos en nuestro cuerpo espiritual.
A. Aparece un obstáculo.
B. Lo identificamos.
C. Ponemos nombre y apellidos.
D. Volvemos al zazen.
Si no se marcha podremos convertirlo en objeto primario de la atención (para ello necesitamos una gran ecuanimidad)
Cuando aparece un obstáculo “no sé” o “¿Qué es esto?” para identificarlo.
¿Cómo se manifiesta el obstáculo en el cuerpo? Todo está conectado a nivel corporal, se genera una tensión específica y nos conduce al dolor/sufrimiento (por sentido profundo de carencia) y si seguimos rascando, nos daremos cuenta de que es impertinente, no existe como tal, es nosotros mismos que lo alimentamos.
Observar sin manipular o intentar cambiar, verlo claramente.
“Los obstáculos son como un mensajero que llama a la puerta, pues no se va hasta que deja el mensaje”
El rechazo nos muestra claramente donde está nuestro límite, en mi caso con el caso de un trauma de pequeño con la culpa (ilusión) y con el no ser bueno o no hacerlo bien (ilusión). Voy a dejar de alimentar eso y no arrastrarme más, solo que pase como tenga que pasar y hacerlo con atención para apoyarlo a que pase. No rechazar nada de lo que aparezca.
Debemos permitirnos experimentar lo que aparece.
“Necesitamos demonios como tú para trabajar el rechazo” – si no tienes a un demonio entre tú entorno, no tienes la posibilidad de superarlo.
No juzgar la mente que juzga – 200% equivocados/solo observa. Solución: autocompasión.
Hack: “genial” o “fatal” y responder “¿por qué?”
Hack: háblate desde la bondad, la compasión, el amor, la valía, la virtud, la generosidad, la apreciación, la empatía.
Meditar es guardar el equilibrio entre la observación y la concentración.
“La paciencia es la ciencia de la paz”
Dokusho Villalba.
Si te identificas con tus condicionamientos lo que haces es darles poder.
Cuando dudes ve a por ello, ámalo y actúa sin esperar ni un segundo: “pequeña duda pequeña iluminación, gran duda gran iluminación”
La gran duda es el anhelo de conocer nuestra verdadera naturaleza original. – La misión del self-mastery – soy el intermediario entre tú y tu gran maestro interior y universal.
“Si viene conviene”
El dolor es un gran maestro – ve más allá del concepto. Está asociado al “yo”, y tirando del hilo, llegas a comprender que no hay “yo”, cuerpo y mente desaparecen.
10. Cena con oryoki:
Sigo en modo óptimo reduciendo mi ingesta normal y me siento verdaderamente tranquilo.
11. Práctica de zazen (completa)
Realizamos zazen al aire libre, en el círculo rojo sagrado – nota al pie: veo este tipo de retiros de zen/zazen como el resultado de una experimentación constante, y eso realmente me motiva.
Parte 1 – encontrando ecuanimidad al mismo tiempo que mantenía la atención en la respiración y con la columna recta, mientras algún tipo de insecto correteaba por mi cuello. No fue hasta que finalizamos la práctica de 30 minutos que lo aparté del cuello con gentileza.
Kinhin al aire libre es parecido al Tai Chi andando pero con movimientos mucho más cortos y lentos.
Parte 2 – Observando sensaciones, sonidos, pensamientos y percepciones. Finalmente acabamos mirando al cielo estrellado todos juntos en armonía y fue una gran experiencia.
Qué he aprendido en el día 3:
- Dejar entrar y pasar las emociones y verlas con el cuerpo físico.
- Cuando creas que sabes algo, recuerda empezar sobre la base de nuevo y ser cero.
- Todo en la vida es experimentarlo por ti mismo, incluido el zen y la meditación.
- Es perfecto hasta incluso cómo reacciono a algo.
- Self-mastery ayuda a resolver el enigma de conocer y comprender tu verdadera naturaleza original para ponerla en práctica.
- Cuando estoy con alguien con más rango, poder o estatus, casi siempre trato de ganármelo o demostrarle lo bueno que soy.
Día 4 – Mu y Zazen
1. Despertar: ducha, agua fría, aceites esenciales de comer, cordyceps, agua, infusiones Edensan y mantras esenciales.
2. Práctica de Zazen uno (completo)
- Parte 1: ojos cerrados y enfocado en postura y respiración, aceptando todo lo que aparecía, ha pasado volando. Está centrado en respiraciones largas.
- Kinhin: corrección del maestro a pasos un poco más largos, de medio paso. El proceso es como sigue: inspirar en el paso y dejar pie recto, utilizar la fuerza en ese pie que sirve de estabilidad, espirando con el otro pie mientras va levantándose, columna estirada, y brazos levantados en tensión.
- Parte 2: centrado en ir contando del uno al diez haciendo ramilletes y ramos. Añadiendo el cambio de pierna, para compensar, encontrando menos dolor e incomodidad que en las ocasiones que probé a sentarme con la pierna contraria a la que estaba habituado.
3. Desayuno oryoki (tomando antes suplementos, supergreens y fruta)
Plan óptimo activado: no repetir y comer conscientemente, tan lento como he podido, tanto que he sido el último, y todos me han esperado (hay que armonizarnos). Iba uno a uno, con los palillos, disfrutando enormemente, realmente presente, como meditar.
4. Descanso y estiramientos
Micro-siesta de 10 minutos.
Utilizando el Tai Chi (sincronizar respiración con movimiento para estirar) no solo da más profundidad, sino mayor fluidez y presencia, además de disfrutarlo.
Nota: Imprescindible introducir tres tandas de estiramientos en 10 minutos al día.
Jose Manuel, uno de los instructores, me ha regalado el libro “Zen en la Plaza del Mercado” del maestro Dokusho, quien iba a entrevistar, de forma que pudiera tener referencias sobre él.
Cuanto más iba estirando mejor me iba sintiendo.
5. Samu (trabajo consciente) – además he tomado superfruits y una manzana
He aprovechado unos minutos para diseñar las nuevas pautas de la Gran Victoria – un gran progreso.
Hemos trabajado en grupo, primero quitando la maleza de alrededor de la casa del maestro, luego he quitado hojas secas que habían en el camino principal. La clave está en hacer esto con atención, cuidado, delicadeza y entrega. Algo que sigo haciendo en todo lo que hago.
Finalmente, fuera de tiempo, he procedido a limpiar la gravilla de las escalares con un cepillo. Esto ayudaría a evitar que otros resbalen.
6. Práctica 2 de zazen (30 min)
Haciendo las paces con mi realidad. Centrándome en la espalda, con la columna estirada, ese es el gran hito de este retiro. Hacerlo me da estabilidad, erradica cualquier dolor o sufrimiento físico y me ayuda a estar más atento.
Estas sesiones pasan volando.
En el descanso entre la práctica y la comida he vivido una relajación cósmica: estaba pero no estaba, pero estaba más que nunca.
7. Comida con oryoki
Hoy he tomado un poco más de cantidad porque nacía desde mi centro. Sin repetir y sin ser una cantidad abundante. Siento la conexión con la ligereza integral.
8. Descanso
Hackeado en el descanso – apenas he dormido siesta, realmente estoy inquieto cuando ha aparecido mi compromiso profesional y proyectos venideros a partir de La Gran Victoria. Al principio me resistía, luchaba y trataba de sacarlo de mi mente, y no lo conseguía. Lo que sucedía es que se desarrollaba más, habían más matices que tratar que iban agrandando la importancia del asunto. Por un lado veía que era en un futuro, que todavía no había sucedido, pero yo ya estaba imaginándome. Segundo, ya estaba intentando controlarlo; cómo otros hacen las cosas en mi nombre (ego en juego).
Podría decirse que llegué incluso a sufrir y frustrarme. Pasé a escuchar una meditación guiada, que yo mismo annulé por la batalla en mi cabeza, pero si algo hizo efecto. A partir de las respiraciones fui calmando mientras respiraba más profundo, sonreía y me preguntaba: “¿Qué has venido a enseñarme?” Y entonces, me di cuenta de que no era una alarma o un ataque, era un aviso o una señal de que había algo desaliñado con el centro. Claro, eso es. Eso requería un plan de acción inmediato…
9. Teisho (Q&A)
Aquí lo más relevante de las preguntas que realizamos al maestro, así como sus respuestas:
- Es el karma que uno lleva corriendo en su interior (fiesta, fumar, comida, alcohol)
- La meditación va guiada hacia aliviar el dolor existencial, el dolor de que somos seres y vamos a abandonar este mundo.
- No puedes saltarte lo que debes cerrar y hacer bypass espiritual “no vale ser un hijo de puta espiritual”
- Un retiro es como un juego.
- Ten deseos, pero cuidado no se te escape el control.
- Solo tú sabes si lo que deseas es llenar un vacío o llenarte desde el centro.
- Qué es el bien o el mal, ni los ciegos lo saben.
- Si cogemos un puñado de arena obtendremos un puñado de arena, pero si dejo la mano abierta por ahí puede pasar toda la arena del desierto.
- Mushotoku: sin provecho, nada a lo que aferrarse, si busco lo que me encuentro, encuentro todo.
- La intuición es una sabiduría experimental.
- La experiencia del despertar es súbita y progresiva.
- La sonrisa interior y física – sonreír ante todo, a muerte, no ayuda a vivir.
- Metáfora Zen: ser como una ola de arcilla que cuando la dejamos caer en medio del océano va descubriéndose hasta llegar al fondo – confía en la onda de tu existencia.
- Shunyata es un vacío que contiene todo el universo – ser uno con todas las existencias.
10. Práctica de zazen tres diaria (completo)
Enfoqué las dos prácticas en “Mu” (ninguna cosa) y ciertamente pude ver a mis pensamientos errantes sin engancharme a ellos, iban pasando por delante mía e iba viendo con claridad y consciencia si decidía darles atención. “Mu” despeja la autopista, pude entrar en un estado totalmente vacío, donde parecía no haber nada en la mente, cuando al expirar utilizar “Mu” la expiración se alargaba por debajo del horizonte respiratorio y entraba en samadhi.
Día 5 – en el Zen sabemos ser humanos
1. Práctica de Zazen (completo)
Poderosa y tranquila sesión que me ha ayudado a alinear mi práctica con la columna estirada, alternando una parte sentado con diferente cruce de piernas. Noto que cuando no anoto sobre lo sucedido en zazen, cuando no lo hago inmediatamente, luego me cuesta recordar lo sucedido. En realidad es porque no hay nada relevante a destacar. Y en caso de necesitarlo, para mí, así debe ser. Solo estaba ahí, solo meditando, solo respirando, solo dando pequeños pasos en kinhin. Shikantaza, no hay nada más que hacer, ni tampoco es necesario.
2. Desayuno con oryoki
Última sesión con oryoki, continúo con la optimización de cantidad de alimentos. No necesito más. El resto es la mente quien come. Siento que la autodisciplina y autocontrol han subido de nivel.
3. Entrevista al maestro Dokusho Villalba
Preparé el set (audio y video) y vinimos a la sala para las entrevistas (Los Dokusan). Fueron 1:30h de pura sabiduría, de esa que te despierta con amor, gentileza y firmeza. Un despertar que te hace abrir los ojos ante cualquier letargo en el que uno se encuentre sumergido. Su cercanía, bondad, facilidad y simpleza de palabra y mensaje, así como su profundidad, fueron increíbles. Hay una parte cuando habla sobre Shikantaza, que despertó algo en mí, era como medicina, como recibir una enseñanza que va más allá de cualquier palabra o concepto y penetra en tu ADN para reestructurar de acorde. De toda la entrevista, además destacaría “si hay un yo no hay meditación, despertar no es una aprehensión mental, sino soltarlo todo”. Puedes acceder a la entrevista aquí.
4. Última práctica de zazen + “mondo” (preguntas al maestro zen)
En la entrevista no he llegado a la práctica de zazen, pero sí al mondo.
Solo dos personas han preguntado, siendo una de ellas. La pregunta del otro compañero ha tratado sobre la importancia de cantar los sutras en las ceremonias, a lo que el maestro Daizan Soriano ha respondido dándole la razón, que sirve para conectar, armonizar y estar presente.
Por otro lado, las dos preguntas que formulé fueron las siguientes:
La primera sobre la inquietud causada en algunas ocasiones fuera de la meditación (periodos de siesta y sueños incómodos como relataba anteriormente en esta experiencia), ya que me sorprendía que estuviera en una práctica tan ecuánime, tranquila y sosegada. Su respuesta fue que esos eran los efectos de la meditación, que afectan directamente al subconsciente que sigue trabajando mucho después, especialmente cuando descansamos, es como una sanción invisible.
La segunda pregunta fue sobre el Satori (despertar), si ese proceso es íntimo y no explicable, si solo uno mismo puede saberlo, a lo que respondió que “no exactamente”, “para eso está el maestro Isra, para examinar y verificar y ayudar a certificar o descartar la experiencia súbita de despertar”, esta pregunta está relacionada con el momento que viví durante el último curso Vipassana que explico aquí. A partir de ahí, quedé en explicarle personalmente cuál fue la experiencia que podría ser considerada como tal, o no.
5. Círculo de corazones (cierre)
Fue un momento donde todos los participantes, instructores, maestro, staff, compartieron su experiencia personal en el retiro.
En mi intervención esto fue lo que destaqué – entre otras cosas:
“Hay un término que utilizo con mis amigos, llamado ‘Diosarros’, pues eso es lo que pienso que sois todos vosotros”
“Entrevistando al abuelito Antonio Oxté, presidente de la Península del Yucatán y uno de los abuelos Maya que siguen con vida, él compartió ‘Isra no sabemos ser humanos’, pero lo que aquí he visto, es que aquí sí se sabe serlo, porque hay una bondad pura y diferente a lo que he ido percibiendo en otros tantos retiros (alrededor de 20) por los que he pasado este año”
“Gracias a los instructores por su amor radical, contundencia, gentileza, entrega y seriedad y a la misma vez alegría, gracias al maestro Daizan Soriano por su sabiduría, compasión y darse tanto como se ha dado”
Si esto resuena contigo, puedes participar en otros retiros de introducción, y si tienes más experiencia, nos vemos en diciembre en el Rohatsu. sin duda alguna, al menos a mí, la práctica de zazen en sí es Satori.
Atribución imágenes: Noelia Sobrino.
Un comentario
se pone un bozal una persona transcencida, no al sometimiento