Este ha sido mi primer día de Acción de Gracias en Estados Unidos, en Miami donde ahora resido, y espero residir durante un tiempo, moviéndome entre Los Ángeles y Nueva York. El motivo es el proyecto de Alto Rendimiento Holístico, explorar nuevos límites, así como incomodidades, y sobre todo, romper el techo que países como España tienen. Aunque eso es otra historia…. Ayer fue día de unión, de dar las gracias, apreciar, de sentirse bendecido y altamente favorecido. Aunque espera, eso debería ser cada día ¿no te parece?
Una de las lecciones del día de acción de gracias es que es el día de la unión, todas las familias vuelven a unirse, todo el país está unido. Sin embargo, ¿por qué durante solo un día? 364 días de división y 1 día de unión, la ecuación está fatalmente descompensada.
Otra de las lecciones aprendidas es que comemos demasiado. Comemos hasta que estamos llenos, volvemos a reconectar con la sensación de ansia y de “demasiado”.
Una lección más es que se siente bien cuando alguien decide acogerte y hacerte parte de la familia, viviendo todo desde dentro como uno más. Una muestra más de la grandeza del ser humano y de que todos formamos parte de la misma familia. Gracias Miguel García y familia.
La cuestión, es que es fácil confundir el deseo de “demasiado” con el de “suficiente”. Suficiente no se siente como “lleno”, pero está bien.
El paso siguiente es Black Friday, oh dios mío. Muy a menudo somos persuadidos (o convencidos) por los marketers que usan el marketing egoísta de qué el único estado satisfactorio es estar “llenos”. No solo cuando comemos, sino en lo que poseemos, controlamos o recibimos.
De hecho, todo o lleno no dura y no es deseable. En cambio, “no gracias, ya he tenido bastante”, es un mejor, más prudente y sabio camino.
Sin embargo, el epicentro de ese día está aquí: gracias.
En mi caso gracias por:
9 libros, 61 clientes, 62 negocios asesorados, 432 conferencias, 4.690 artículos, 37 proyectos, 521 clases impartidas, 7 empresas, 22 aventuras, 43 experimentos y muchísimos fracasos, más de los que se pueden contar, hasta el momento… Más todo lo que no se puede contar con números y todo lo que no se puede contar con palabras.
Cada día cuando despierto, y no solo el día de Acción de Gracias, primero doy las gracias por todo, absolutamente todo lo que se me ocurre. Y segundo, más tarde, me centro en agradecer las cuatro cosas más poderosas que siento que hay en mi vida (siempre cambian). Es decir, nada de esto tendría tanto sentido sin familia, amigos, comunidad, colegas, equipo, lectores, visitantes, usuarios, espectadores y sin ti.
Por eso, ahora que he vivido este día, me he dado cuenta de que no es más especial que cada uno de mis días.