No hay nadie que garantice que no sufra una desgracia por mucho bien que intente hacer. Son demasiadas las ocasiones en las que a gente buena le pasan cosas horribles. La vida no es justa, apuesto que ya lo sabías, y además puede ser inaguantable, algunos días, semanas o incluso meses, cuesta creer que sea durante años, pero podría llegar al caso. Acepta la oscuridad o serás engullido por ella.
Quizá estás viviendo uno de esos días oscuros, o semanas, o quizás no, pero lo vivirás. Así que ten esto a mano; es justo como debe ser. Es justo sentir la oscuridad, vivir la injusticia, probar el dolor, permanecer en tierra de nadie, morder el polvo. Cuando los desafíos y problemas vuelven una y otra vez, cuando parece que «algo no va bien, algo he hecho mal, algo me persigue, algo me ataca, algo está atentando contra mi viaje». Para, no sigas, en lugar de eso, busca cuál es la lección que hay que extraer.
Crecerás solo yendo a través de lo que estás atravesando. La pregunta es ¿estás dispuesto a atravesarlo?
Cuando todo lo que duele sucede, ¿qué es lo que haces?
Cuando te enfrentas a algo imposible, ¿cómo lo afrontas?
Acepta la oscuridad
¿Vas a ser una de esas personas que permiten que las cosas injustas le pasen por encima? ¿Vas a permitir que la adversidad dicte cómo te sientes, así cómo manejarlo?
En resumen, ¿Vas a caer, no levantarte y romperte en pedazos? No podría creer que dijeras «sí» a estas preguntas.
O por otro lado, ¿vas a enfrentarte al miedo/frustración/inseguridad creencia con coraje y capacidad resolutiva?
Tú (como te llames) conoces la oscuridad – tanto como yo.
Así que acéptala. Acepta la oscuridad. Mimetízala. Ríndete a ella. No mires hacia otro lado, posséela.
Refuerza la adversidad, sube de dificultad el desafío.
Acepta la oscuridad o acabarás ciego por no poder digerir tanta «luz».
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