Qué ha sucedido al andar descalzo durante 31 días – Experimento (informe final)

Hace unos meses realicé el experimento de andar descalzo durante 31 días con el fin de comprobar los cambios en mi fisiología y por lo tanto en el rendimiento y funciones cotidianas (aquí puedes consultar cómo empezó). Durante ese tiempo, a parte de no llevar ningún tipo de calzado, empecé a probar la carrera alternando entre sandalias Huaraches enix 105 mixtas y las 5 Fingers V-Trek. En este informe, se detallan los pasos seguidos para realizar este experimento, así como el análisis experiencial, el cualitativo y cuantitativo, progreso, resultados y conclusiones.

andar descalzo por la vida

Resultados finales

Un tiempo después, unos meses más tarde, he grabado un vídeo que explica la experiencia y resultados más allá de los 31 días de andar descalzo:

Secciones del informe

  1. Cuadro de mando.
  2. Análisis diario.
  3. Hipótesis.
  4. Aprendizajes validados.
  5. Limitaciones y falsabilidad.
  6. Descubrimientos.
  7. Conclusiones

1. Cuadro de mando

Estos son los indicadores que se han utilizado para el seguimiento del experimento:

  • Día.
  • Fecha.
  • Porcentaje del día en el que se ha andado descalzo.
  • Se utilizó las 5 fingers (sí/no)
  • Uso de Huaraches.
  • Superficies que se recorrieron.
  • Pasos dados.
  • Lavados de pies.
  • Hidratación y protección de pies
  • Cuidado con las piedras pómez.
  • Masaje completo corporal.
  • Actividad deportiva.
  • Running.
  • Nivel de incomodidad.
  • Carga de molestias.
  • Nivel de suciedad.
  • Limitaciones encontradas.
  • Aprendizajes.
  • Escala de sensaciones.
  • Conclusiones.
  • Observaciones.

>> Acceso al cuadro de mando.

2. Análisis diario al andar descalzo (formato experiencial)

Esta parte del experimento recoge las anotaciones que fui realizando día a día sobre el experimento de andar descalzo durante 31 días seguidos. Aquí aparecen todo tipo de experiencias, desde los aeropuertos y otros espacios públicos a lecciones al intentar llevar una vida rutinaria sin calzado alguno.

Día 1

Primer día descalzo invertido en ser consciente de no ponerme las zapatillas para el hogar, así como en pisar más conscientemente cuando hacía deporte con las zapatillas 5 dedos. Decidí ir a devolver el coche con esas mismas zapatillas, así como conducir en moto, principalmente por la suciedad y el frío que los pies podrían recibir innecesariamente. El resto del tiempo, incluyendo bajar al paseo y a la playa, lo pasé descalzo. Sin apenas molestias o incomodidades.

Día 2

Al despertar en casa y estar acostumbrado a ponerte enseguida las zapatillas, hace falta poner atención en el proceso. También es cierto que descalzo, sobre todo en la mañana, el cuerpo se queda algo frío y tarda un poco más en aclimatarse, sobre todo con una buena ducha de agua fría al levantarse uno. Día completo descalzo, día adaptado, sin ninguna molestia o algo especial que destacar. Día cómodo, saliendo a la playa y al paseo descalzo y notando cómo las personas observan extrañadas.

Hoy he comprado dos modelos de huaraches para utilizarlas en lugar de las 5 Dedos, como explicaba al principio del informe, al tener menos suela y ser menos zapatilla para poder ir lo más mínimal posible. También he comprado una crema hidratante, protectora y reparadora de Neutrógena especial para los pies.

Día 3

Utilizando las zapatillas 5 Fingers para salir al dentista y para ir a recoger el coche, moviéndome con normalidad por casa y dejando atrás la idea de no querer ensuciarme los pies. Todo lo contrariuo, hay que ensuciarlos, no a propósito, pero necesariamente van a coger suciedad, considero hacer dos o tres lavados de pies al día, para limpiar, proteger e hidratar. Tratando de ser consciente de la pisada. En todo momento traté de descalzarme en lugares públicos como en el Cabify, mientras iba a por el coche al concesionario. También cuando iba en el coche camino a casa, prefiero evitar los momentos de llamar la atención porque voy descalzo, en medida de lo posible.

Día 4

Un día sin salir de casa, tranquilo y descalzo al 100% en casa. Poco que añadir, ¡cero molestias, cero incomodidades, poco que destacar o resaltar como relevante.

Día 5

He recibido las Huaraches, los dos modelos, aunque no los he usado. Tampoco las 5 Dedos a pesar de que he ido a pasar ITV al automóvil. Luego he viajado de Valencia a Alcoy descalzo en coche, así como ir a la casa de mis padres, moverme por la ciudad de Alcoy. Finalmente he ido a casa de mi tía, en todo momento descalzo y acumulando bastante suciedad en la planta de los pies. El frío ha sido más notorio en Alcoy, aumentando la sensación de frío en todo el cuerpo a través de los pies, pero siguiendo fielmente el experimento estando descalzo. El día, aún frío, ha transcurrido con normalidad, algunas personas han mirado sorprendidas mientras andaba por la calle, pero era algo esperado. Mi abuela también se ha sorprendido, mi padre y mi madre han sonreído, y mi tía y mi prima, han preguntado extrañadas.

Día 6

Hoy salgo a correr con las Huaraches Enix, fueron 6 kilómetros a poco menos de 5 minutos el kilómetro, realmente cómodas, primero adaptando la forma de sujetarlas. Día en que me desplacé por Alcoy, al llover utilicé las 5 Dedos. El suelo sigue frío descalzo, pero adaptado a esa sensación de frío y respetando el experimento en todo momento y en todo lugar. Encuentras las bromas de amigos y familiares, pero ya acostumbrado en todos los experimentos realizados hasta ahora. Utilizando la crema de hidratación dos veces al día y limpiando los pies dos veces al día porque en realidad al no ir mucho por fuera no están muy sucios. Las Huaraches (Enix) han sido un gran descubrimiento, pensé que iba a sufrir mucho más con los gemelos y piernas pero no si estiras bien. Luego realicé otros deportes y cero problemas, echando de menos las zapatillas de Tai Chi.

Día 7

He permanecido en casa, excepto para comer con mi familia en una terraza, que he respetado el calzado por las personas de otra mesa, con las 5 Dedos, también he salido a aparcar el coche y lo he hecho descalzo. La verdad es que me siento cómodo, a pesar del frío que hace en Alcoy, donde estos días resido. Me doy cuenta de que empiezo a pisar de forma más natural y menos asistida, menos con el talón y más empezando con el metatarso.

Día 8

Primer día que hago una larga distancia andando descalzo, 11 kilómetros por diferentes tipos de asfalto y caminos. Puedo decir que la perturbación viene con las piedras pequeñas que se clavan en casi todas las partes del pie. Noto los pies no inflamados, pero sí como quemados o rozados. El resto del día he notado la incomodidad y molestias de estar andando por un periodo de casi 2:30 horas. Ha sido al pasear con mi tío y tía pero no he desistido y poco a poco voy endureciendo los pies. Poco a poco la planta de los pies se va notando castigada.

Día 9

He usado las 5 Dedos en una gran parte del día, amaneciendo con todavía molestias por el gran paseo de ayer descalzo. Aun así sigo con la rigurosidad de ir descalzo por casa, además de no usar otro tipo de zapatillas excepto las 5 Dedos y Huaraches. Sigo con hidratación y protección de pies dos veces al día, así como lavarlos dos veces también, antes de la aplicación de la crema. Hoy en Instagram, Mariangels Pujol Yáñez ha compartido conmigo este gran truco para cuidar los pies: «Antes de ir a dormir, utiliza la piedra pómez en las zonas de mayor impacto (talón, dedo gordo y almohadillas) y un buen masaje con aceite de Ricino (es cicatrizante). A la mañana en la ducha scrub con sal marina y aceite de almendras y listo, a la carga» – voy a hacerme con estos elementos.

Día 10

Caminando descalzo desde Valencia a Tarragona, excepto en la entrada y salida del tren, porque en espacios públicos no está permitido. He descansado en deporte, por lo que no he tenido demasiadas molestias. Me he recuperado del roce y el escozor del día de la gran caminata. El suelo está frío y parece que me voy a resfriar, pero el sistema inmunológico está fuerte, y yo la verdad que también me siento resistente y fuerte y con mucha energía. He utilizado las 5 Dedos y poco más.

Día 11

El correr descalzo con las huaraches el sábado pasado y hoy hacerlo con las 5 Dedos me ha pasado factura… Me explico, al ir trotando por la arena he empezado a sentir fuertes pinchazos en los gemelos, que han añadido mucha dificultad al entrenamiento y posteriormente. El entrenamiento de HIIT y Kung Fu lo he hecho descalzo sobre la esterilla de yoga. Luego hemos salido a comprar y he utilizado las 5 Dedos de nuevo, y en casa descalzo, sobre un 70% del día. Siento los gemelos fuertemente cargados, nada óptimo, pero noto menos carga y tensión en espalda baja y alta, sacrifico una cosa por otra, imagino.

vivir sin calzado - experimento de estilo de vida

Día 12

He utilizado las 5 Dedos para ir a un hotel donde iba a hacer los masajes, por miedo a que no pudieran dejarme entrar o tuviera los pies tan sucios que me llamaran la atención. Sin embargo, a mitad camino aborté, pensándolo mejor, es un riesgo que va con el experimento. Así que debo respetarlo y honrarlo. Al despertar tenía ambos tobillos abiertos y me ha costado caminar, pero poco a poco he ido logrando estabilidad. No he realizado carrera, y he caminado descalzo como el 90% del día, en el masaje he notado las piernas muy cargadas, también la espalda.

Día 13

100% descalzo hoy, en casa, haciendo deporte en la terraza, paseando por la ciudad y por la playa. He comprobado que los dedos de los pies están más abiertos, menos rígidos, así como la planta del pie más endurecida. La cuido mucho más con dos lavados al día, con la piedra pómez una vez al día, con crema hidratante y protectora dos veces al día. Algunas personas me preguntan si no paso frío así, por mi parte solo sonrío y digo, «ya veremos».

Día 14

Descalzo al 100% del día, desde casa, a hacer deporte, a bajar a la playa descalzo por el camino de piedras y sentir alguna molestia, pero menos que antes. Extra cuidado al pie y con menos tensiones, al menos así siento en la espalda. La verdad es que llevo bien lo de ir descalzo y no me preocupa qué puede pasar.

Día 15

Día 80% descalzo, excepto en el aeropuerto que he intentado entrar al aeropuerto descalzo y no he llegado al check-in antes de que me pararan y dijeran que así no podía ir. Bueno, luego he intentado después de los controles de seguridad y de nuevo han dicho que tampoco podía, lo he intentado al entrar en el avión, y negativo de nuevo. Y al recoger los equipajes en el aeropuerto de destino (Ibiza) tampoco. Solo al salir y coger el taxi he podido hacerlo, llegando a casa de mi amigo Josef descalzo. El resto, todo en orden, ningún sobresalto.

Día 16

Ir descalzo en casa, no es gran cosa, el pie se endurece, pero no es un entrenamiento tan arduo como cuando estás todo el día andando por exteriores. En el día de hoy pude salir cuando fui a la terapia del fisioterapeuta, y cogí unas sandalias por si en algún momento tenía que usar algo de calzado. Aunque no, desde que subí al coche hasta que llegué al fisio, quien me conoce y sabía que venía descalzo, hasta que acabé, volví a montar y llegar a casa aquí en Ibiza, tuve cero problemas. Ahora he comprado un aceite de ricino, con el cual cuido y protejo mejor los pies, debido a sus propiedades idóneas de regeneración, Fue una gran recomendación. La verdad que mirando los pies están muy bien cuidados y poco castigados.

Día 17

Lo relevante de hoy es salir a comprar, donde he ido descalzo, justo antes de entrar al supermercado, que ha coincidido con la mirada de la dependienta del Veritas (Ibiza), diciendo «¿No irás a entrar descalzo?», así que calcé sandalias minimalistas y compré, y al salir me las quité hasta llegar al coche y volver de nuevo a casa. El resto del día estuve en casa y en la piscina y playa, así que todo fue como habitualmente. Sigo con el cuidado y protección de los pies, dos veces por día.

Día 18

Paseo por un camino con pequeñas piedras que han conseguido inquietarme e incomodarme para que se escapara un «maldita sea» o algún, «mierda», pero nada más. Luego he seguido caminando, siendo más consciente de dónde pisaba y cada paso que daba. La verdad que no soy una persona de mucha vida social, por lo que no me expongo a muchos inputs de andar descalzo. Aunque esto va a ser algo que perdure más allá del experimento, se siente muy bien. Al volver he caminado por la playa, si es cierto que tengo más frío que de costumbre, las extremidades son puntos desde donde él nos calentamos o nos enfriamos. Respecto a dolores y molestias siguen sin aparecer, y los dedos están más abiertos entre sí. El cuidado y protección diarios están siendo claves.

Día 19

Pocas alteraciones al pasar el día entre casa, la terraza, la piscina, el trozo de playa de los apartamentos y cuando llevé a mi amigo Josef al aeropuerto. Lejos de eso, ningún sobresalto ni nada a destacar, cómodo, adaptado y relajado.

Día 20

Día de acción y primer momento de atención. Primero, día de exploración, andar descalzo por bastantes superficies de la isla (Ibiza). Primero visitando a un gran amigo, Jeremie, que vive en el campo, al aparcar el coche encontré unos cuantos cristales rotos que no supusieron problema afortunadamente. En su casa, él lleva 10 años caminando descalzo, me enseñó varias cosas útiles, entre ellas el pisar consciente y despacio, deslizarme más lenta y suavemente por la superficie que sea. Y la última y más valiosa, a moldear el obstáculo que aparezca en la planta del pie, haciéndolo con lentitud y no descansando todo el paseo en él (por ejemplo una roca) para entonces notar menos dolor que le la forma habitual.

Lo curioso es que al salir de allí, me clavé mi primera astilla en el dedo gordo del pie derecho, lo noté cuando fui a conducir descalzo. Intenté quitármela pero no pude, así que luego me uní a comer en la playa con mis amigos, allí todo correcto. Luego una clase de Qi Gong en la piscina, y previamente traté de remover la astilla con un corta-uñas pero solo conseguí quitar la parte que sobresalía y dejar la astilla dentro. Aun así no noto molestias al andar, pero trataré de solucionarlo con una aguja o algo así.

Día 21

Segundo percance del experimento al golpear el pie izquierdo con una roca y quedarse sangrando. La exploración ha sido más interesante: habiendo visitado a algunos amigos, haciendo sesiones energéticas en Es Canar, caminando por campos de hojas con extremidades puntiagudas. Luego, fui a correr con las Huaraches y lo cierto es que disfruté mucho. Aunque después resentí mucho a los gemelos, y sobre todo a los gemelos, que más tarde encontraría considerablemente cargados. 

Día 22

Salir a correr descalzo en un restaurante, y al estar en la terraza no tener problema alguno. Conseguí colarme descalzo en el supermercado del otro día y tampoco tuve problemas. Sigo sin quitarme la astilla en el dedo gordo, no he encontrado el medio todavía, pero no duele, apenas.

Día 23

Explorar varios rincones de Ibiza, incluyendo supermercado, ir al fisio, deporte, práctica energética, descalzo. Posteriormente, he intentado quitar la astilla con una aguja, y cuidando e hidratando los pies por triple partida para compensar el día anterior. Hoy Ana Troya, que lleva cuidando mi cuerpo desde 2013 con diferentes terapias, ha compartido conmigo que cuando empiezas a cambiar a andar descalzo, tu centro de equilibrio se desajusta y tienes que volver a encontrar el centro, llevando eso un tiempo en el que puedes sufrir molestias y dolores. Algo muy interesante para darnos cuenta de que no todo son beneficios, aunque a medio y largo plazo sí podrían serlo.

Día 24

Traslado de Playa D’en Bossa (Ibiza) al aeropuerto en coche descalzo. Luego en aeropuerto con Huaraches, dentro y en el avión descalzo. En el aeropuerto de BCN con Huaraches y nada más salir me descalzo y continúo (los que me esperaban sonrieron cuando lo primero que hice al salir del aeropuerto fue quitarme las sandalias). Allí ya me llevan hasta Palautordera y entro en el curso Vipassana, donde paso el día descalzo por la tierra, hierba y suelo de hormigón descalzo. Hasta que me avisan de que deberé llevar calzado por razones de higiene. Aquí detengo el experimento hasta finalizar.

Al mismo tiempo me planteo extender al menos 30 días más, sin medir cada uno de esos días, pero haciendo informes periódicos con un podólogo experto.

Día 25

Acaba Vipassana, es domingo y marcho a la estación del pueblo para ir a Barcelona Sants y de ahí a Valencia, el trayecto tanto a las estaciones, como en el tren y en la propia estación lo hice descalzo y nadie me llamó la atención. También presté gran atención en donde pisaba, lo que finalmente te ayuda a tomar mayor consciencia y más presencia. Llegué a Valencia también descalzo y en el Cabify si tuve que calzarme. No noté diferencia ni sensaciones adicionales, si veía los dedos de los pies más abiertos de lo normal. En el curso, durante los 10 días, intenté siempre ir descalzo o llevar sandalias.

Ya en casa salí a correr con las huaraches, casi 7 kilómetros y luego a la arena a hacer Kung Fu y Tai Chi, noté dedos y planta algo castigada por el impacto de la carrera, y dedos más rozados que de costumbre con las huaraches.

Día 26

Fui a la sesión de Shiatsu con Carlos, un gran especialista en andar descalzo. Allí masajeó y activó la planta de los pies, masajeó las piernas y las zonas que seguramente más tensas estaban por el andar y el trotar. Me dio recomendaciones como: estiramientos de los dedos, la planta del pie, el calcáneo. Así como la pisada con las sandalias Huaraches cuando corres – desde la almohadilla de los dedos hasta conseguir pisar y desplegar el talón, que todo el pie tenga contacto y que el talón genere el menor impacto posible en el suelo. Llegué a su casa y me limpié los pies por respeto e higiene antes de la sesión.

El diagnóstico de Carlos fue que tenía los dedos mucho más abiertos que la última vez que fui hace 8 meses, la planta del pie estaba en muy buenas condiciones, y no veía ni lesión ni nada preocupante o dañado. Eso sí, había bastante tensión en algunas zonas de la planta del pie, y en la espalda, algo normal.

Día 27

Un día en casa, descanso deportivo, salí a la playa y no mucho más, descalzo al 100%, manteniendo el cuidado por la noche, no el del mediodía y con los pies en buenas condiciones, si con algo más de carga que de costumbre en las lumbares.

Día 28

Hoy he visitado a Carmen Minguet, fisioterapeuta. Ha observado que los dedos de los pies están más abiertos y tienen más movilidad. Además Carmen, ha sugerido que comprar unos separadores de dedos para los pies, que puede ser un gran complemento para el experimento. La verdad que la idea ha resonado y he ido a comprarlo en Amazon directamente, este es el que he adquirido.

separa-dedos utilizado para mejorar la pisada

He salido al dentista, aparte del fisio, y he ido descalzo antes de entrar a cada consulta, siempre limpiando los pies al entrar con toallitas desinfectantes e higiénicas que llevo conmigo para estos casos. Honestamente, debido a la vida que llevo, no veo grandes inconvenientes para ir siempre descalzo. El desafío es hacerlo en la calle cuando sales, porque socialmente es algo chocante, pero es cuestión de percepciones, como todo.

Día 29

Salí a correr con las 5 Dedos y he sentido una tensión y carga descomunal en cuádriceps y gemelos, como si hubiera corrido un maratón, y fueron 6.5 kilómetros. Supongo que será por cambiar de las Huaraches a estas otras. He utilizado las bandas floss band para aliviar el flujo sanguíneo, y luego la máquina de inversión, porque también he notado la espalda cargada. También los pies algo fatigados, esto es algo que siento por primera vez, y ha sido después de la carrera.

Día 30

Fue el día en el que entré en el retiro de oscuridad por cuatro días y donde a pesar de ir descalzo. Detuve la actividad de análisis en el experimento. Hay poco especial que añadir más que el utilizar el separador de dedos de los pies, al principio me resultó algo incómodo, sobre todo en los dedos más pequeños, porque los tenía más atrofiados e inmóviles, estaban mucho más rígidos y pegados los unos a los otros. Los días posteriores mejoraría el uso, pero tuve que quitarlo a las cuatro horas de llevarlo puesto. Un handicap es la gran suciedad que iba recogiendo los días que iba por ciudad y exteriores. Por eso es necesario tener toallitas para limpiar las plantas antes de entrar a otros hogares o lugares donde podrías llevarte bacterias y no ser muy higiénico.

Día 31

Hoy he llevado el separa-dedos durante todo el día, utilizándolo incluso con unas zapatillas para ir por el pasaporte porque no he podido entrar descalzo a la Policía Nacional de Valencia. Al andar notas como hace trabajar más los dedos y estos al estar más abiertos ejercen una mejor pisada y dan más estabilidad. Se han cumplido más de 31 días si tenemos en cuenta los 10 días del curso de meditación vipassana – donde estuve descalzo mínimo un 70% del día – y los 3 días del retiro de oscuridad – donde estaba descalzo todo el tiempo, pero en una habitación. Ahora planteo detener el análisis en este último día y seguir 30 días más con la ayuda y supervisión de un podólogo para tener un análisis mucho más detallado, riguroso y específico de la evolución del pie y su impacto en el resto del cuerpo.

3. La hipótesis de andar descalzo durante 31 días

La proposición aceptable para este experimento es probar qué es lo que sucede en tu cuerpo – y también si afecta a la mente – cuando dejas el calzado cerrado y restrictivo que usamos y limita nuestros pies, para cambiarlo por la forma más natural y primitiva de andar, descalzo. El interés de la experimentación reside en cómo llevar esta vida cuando realizas deporte, viajas, te relacionas con la sociedad e interactúas con lugares públicos.

La hipótesis central está en comprobar los cambios que ocurren en los pies, las piernas, la espalda, cuello, hombros, si los hay, y cómo esto afecta a todo el sistema, si afecta. Si hay dolores que desaparecen, o aparecen. Y si es viable vivir descalzo, o no.

4. Aprendizajes validados

A continuación se detallan los aprendizajes que se extraen al validar los resultados cuantitativos y cualitativos del cuadro de mando y compararlos con el análisis experiencial diario:

La media durante 47 días (contando los días del curso de vipassana y del retiro de oscuridad) de andar descalzo fue de un 83%. Esto indica que fue posible no utilizar calzado la gran parte del día, algo clave para un desarrollo óptimo del experimento, porque de lo contrario los otros aprendizajes, indicadores y resultados hubieran estado demasiado limitados.

Fueron 13 los días que usé las 5 Fingers, para ocasiones excepcionales, casi todas ellas relacionadas con espacios públicos como tiendas, supermercados o aeropuertos, y en algunas ocasiones también se utilizaron para running.

El uso de las Huaraches Enix 105 fue en cuatro ocasiones que coinciden con el running, la actividad para las que se destinó este tipo de calzado minimalista. En el retiro vipassana también las usé cuando no podía andar descalzo (estaba prohibido). Cumplieron su papel porque ayudaron a empezar a adaptar mis pies a cambiar la pisada en carrera.

Las superficies fueron de todo tipo, predominando el piso de hogar (mármol, cerámica, parquet, etc.) Los días más duros coinciden con las superficies rugosas y ásperas como el asfalto desgastado carretera o los caminos de tierra con piedras pequeñas.

La media total de pasos dados es de 3.723 pasos al día (incluyendo los días de práctica deportiva). Queriendo decir que no fue un experimento estático y sí donde se estuvo poniendo a prueba el andar descalzo para que el pie pudiera trabajar y empezar a modificarse naturalmente para así evolucionar a un pie mejor adaptado y menos limitado por los condicionantes modernos.

La media de lavados diarios fue de 1,6 lavados al día. Los pies apenas estuvieron tan sucios como se esperaba, en muchas ocasiones porque no tuve que andar mucho por las calles, pero cuando la hice la diferencia fue muy grande. Pasé mucho tiempo en viviendas, oficinas y centros, eso además puso a prueba la limpieza de cada lugar, que fue francamente buena.

La hidratación y protección de los pies mediante una crema hidratante y reparadora y el aceite de ricino (rejuvenecedor de piel), fue una gran medida contra el desgaste de los pies. Si bien, la planta de los pies sufrió modificaciones a nivel de erosión y callos, nutrirlos y cuidarlos a diario fue fundamental, conjuntamente con una pedicura al terminar el experimento para poder limar todas las asperezas producidas por el impacto directo contra cualquier superficie.

cómo vivir descalzo y sin problemas en el pie

También la piedra pómez ejerció un papel importante a la hora de cuidar los pies, cada día, antes de la ducha, en dos ocasiones durante gran parte del experimento. Eso ayudó a regular las durezas y callos en los pies, que no fueron muchos al finalizar.

En cuanto a los masajes, que como de costumbre son semanales, solo en dos ocasiones me trataron los pies. Siendo Carlos, un maestro Shiatsu, quien los trabajó desde su propia experiencia, ya que lleva años con calzado minimalista y hasta corriendo descalzo. Según sus comentarios, no estaban tan castigados para la prueba que estaba realizando.

En la actividad deportiva, excepto la carrera y algunas caminatas largas, el resto de prácticas como el Tai Chi, Kung Fu y Qi Gong, no supusieron ningún nuevo input para el experimento, ya que usualmente lo practicaba descalzo. Si contribuyeron respetando las características del mismo, si bien es cierto, si noté más conexión con la tierra a través de la superficie que pisaba – más sensibilidad.

Sobre la carrera, salí en 7 ocasiones, y sumé un total de 47,36 kilómetros, lo que quiere decir que salí una vez por semana a una media de 7,8 kms. Ya era consciente de que el periodo de adaptación con las Huaraches debía ser muy poco a poco, hace unos años sufrí una lesión importante cuando empecé a entrenar con Merrell Barefoot por entrenar demasiados días seguidos, así que en esta ocasión di mucho espacio para descansar y recuperar y cero problemas.

La incomodidad general al andar descalzo fue muy baja, apenas existente, el resultado es de un 2,69 de índice de incomodidad sobre 10 de media en los 31 días del experimento. Se resistió sin complicaciones a cualquier tipo de superficie, fueron dos o tres situaciones las que generaron un mayor estrés para los pies, asociadas a suelos irregulares y agresivos como andar durante horas bajo asfalto rugoso.

Al medir las molestias del uno al 10 en la escala de valores, se concluye que fueron también muy bajas, con una media 2.75 de índice de molestias en promedio de 31 días. Los obstáculos encontrados tuvieron que ver principalmente con piedras.

Es curioso y sorprendentemente al mismo tiempo que la media de suciedad esté en 2,8 sobre 10, lo cual significa que a pesar de andar descalzo, se mantuvo el pie en perfectas condiciones, limpio, aseado, cuidado e hidratado, los lavados fueron de ayuda, pero el factor decisivo fue la limpieza de las superficies recorridas.

Las sensaciones finales de cada día fueron realmente buenas, la media ponderada es de 7,45 de puntuación sobre un máximo de 10 en escala de valores, lo que confirma que este experimento fue muy positivo para el sujeto (servidor).

Como aprendizajes validados finales, pasamos a describir los más relevantes:

  • Se consiguió optimizar la pisada con el paso de los días.
  • Se aprendió a cuidar los pies.
  • Fue posible una mejor adaptación al entorno y una mayor consciencia de pisada dependiendo de la superficie.
  • Mejoró la adaptabilidad al medio y al lugar, así como prevenir imprevistos, como llevar un par de sandalias por si prohíben la entrada en un lugar público.

> Consultar el cuadro de mando para una mayor profundidad y análisis.

5. Limitaciones y falsabilidad

En esta sección se detallan los sucesos, parámetros, consideraciones y matices que puedan limitar y falsear la fiabilidad de los resultados obtenidos y la rigurosidad del método de análisis:.

La medición y seguimiento del experimento se detuvo durante los 10 días que duró el curso de meditación vipassana, principalmente porque no se permitía utilizar ningún tipo de tecnología, ni siquiera escribir, lo que dificultó la extracción de datos y métricas diarias. También durante los 4 días que duró el retiro de oscuridad que hice una semana más tarde. En ambos casos se intentó aproximar al menos el parámetro de porcentaje de uso sin calzado.

Fue prácticamente imposible andar descalzo durante los 31 días en todo momento. Este hecho significa que los resultados se apoyan en un porcentaje de más de un 80% de media andando descalzo cada día.

Como en cada experimento, el análisis no es 100% exacto en su medición y seguimiento, pues la extracción e inclusión de datos se realizaba o bien a la noche del día que terminaba, o bien al día siguiente en la mañana. Pudiéndose así perder información y datos que puedan dar una mayor exactitud y rigurosidad a los resultados y aprendizajes.

Algunas de las limitaciones más importantes fueron en los espacios públicos, los aeropuertos fueron el lugar más prohibitivo, junto a los comercios y supermercados, en la mayoría de ellos por medidas de higiene. Los restaurantes mostraron menos trabas o problemas, a pesar de que las medidas deberían ser las mismas. Pocos días encontramos los obstáculos que se preveían, cortes, astillas, lesiones, golpes, uñas rotas, solo en una ocasión, otras limitaciones fueron las cargas producidas por la adaptación de correr con Huaraches o 5 Fingers.

6. Descubrimientos

Andar descalzo no es tan complejo, con el tiempo la suela se va endureciendo, hay que salvaguardar el pie para no dañarlo demasiado.

Al cambiar la pisada, cambia la forma en la que distribuyes el peso, los movimientos, compensas cargas y adaptas tu musculatura. A la larga sales beneficiado porque todo respira una postura más natural. Sin embargo, a corto y medio, el cuerpo acaba castigado al ser obligado forzosamente a adaptarse a una nuevas condiciones, sobre todo espalda baja y alta, cuello, hombros, columna, gemelos y planta del pie. 

La sensación de conectar con la tierra te hace ganar más estabilidad emocional, no es algo probado en otras personas, sino en mi propio ejemplo.

Hay más ligereza, pero también más cargas musculares.

El cuidado de los pies es algo que ahora forma parte de una rutina no diaria, pero sí semanal, sobre todo a nivel de hidratación y reparación. La piedra pómez y el aceite de castor son un grandísimo reparador para los pies fracturados.

Como se ha destacado en los aprendizajes validados, he conseguido un mayor enraizamiento y más sensibilidad a la tierra (o superficie), a pesar de que los pies se endurecen más. Se nota una mayor conexión y estabilidad con el suelo que se pisa.

7. Conclusiones experimento andar descalzo durante 31 días

En realidad, 31 días descalzo son un buen comienzo, pero se quedan cortos en cuanto a periodo de adaptación, son muchos años con calzado para notar una gran diferencia en tan solo un mes. Lo que sí es verdaderamente relevante, es que bastan esos días, al menos en este caso que aquí se detalla, para decidir no utilizar calzado normal nunca más, sino calzado abierto, sin suela y óptimo para un estilo de pisar más natural.

Que estos 31 días me hayan ayudado a cambiar mi calzado de forma radical por uno más minimalista y muy natural, han sido la forma más poderosa de convertir este experimento en algo tangible. Con esto el retorno está más que pagado.

Concluyo este experimento creando un modelo híbrido que ya estoy adaptando a mi estilo de vida. El de apenas utilizar calzado convencional y en medida de lo posible, ir descalzo, siempre y cuando las circunstancias sean favorables.

El calzado que ahora llevo está compuesto por los siguientes modelos – clasificados de uso más frecuente a menos:

Otras conclusiones menos destacadas han tenido que ver con:

  • Ser más consciente.
  • Mejor adaptación – mentalmente.
  • Entrenar otra forma de andar y correr.
  • Evitar lugares públicos si vas descalzo, en medida de lo posible.
  • Es curioso ver a alguien descalzo caminar por la calle como si nada.
  • Hay muchos hacks para llevar una vida sin calzado.

Por último, destacar que la apertura de los dedos es considerable si se tiene como referencia la imagen de los pies tomada el primer día y cualquiera de las dos que hay en este informe.

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