Una gran razón por la cual has permitido que el ruido del mundo apague tu propia voz, es porque presumes que hay un desincentivo por ir a contrapelo o desafiar al statu quo. Has dejado de ser auténtico.
En pequeños y homogéneos grupos, puede ser. En el mundo más extenso, el efecto es el opuesto.
Cuando adoptas una creencia sobre algo y te posicionas, pasas a formar parte del grupo de personas expuestas a la crític ay desacuerdo. La diferencia es que si eres auténtico, y no innecesariamente combativo o seguro de ti mismo, las personas más razonables lo apreciará.
Es un acto básico de decencia. Vivimos en culturas donde las personas se identifican más por ir en contra de algo, que por ir a favor de algo. Esta es la causa raíz de esta gran polarización que hay en nuestro mundo de hoy en día. Y un cambio de ritmo sería algo refrescante y necesario para la mayoría de nosotros.
Si tu forma de vivir es diferente a la del rebaño, acéptala y aprópiate de ella. Muéstralo con orgullo y satisfacción. La mayoría del tiempo, no es sobre lo que es, sino sobre cómo haces uso de ello. Defender algo sin agachar la cabeza o pasar por demasiado humilde, muestra confianza, honestidad y dignidad. Es un tipo de autenticidad que las personas compran a la primera de cambio, porque es real.
Ser auténtico no es gustar
Mira a Bukowski, no era un tipo encantador, seguro. Tampoco lo eran William Blake o Maquiavelo, pero los tres tenían ese «eso». Junto a la dureza de sus pensamientos, cada página que escribían también contenía una dosis de sus vulnerabilidades. Ninguno de los tres tenía problemas en desnudarse, te gustara o no. Eso influenció cómo el mundo los percibía a pesar de sus errores y faltas.
En un final no muy lejano, todos sabemos esto. La idea de que la autenticidad es una ventaja competitiva lo suficiente intuitiva que no necesita esta rodeada de una realidad que no deja de decirnos cuáles son las reglas y cómo de importante es no romperlas.
La mejor forma de sobresalir hoy es aceptar y apropiarse de quién eres, y hacerlo con gracia y virtud. Eso es ser auténtico.
Atribuición imagen: Markus Spiske.