Más autocompasión y compasión por favor

autocompasión - compasiónHabla con casi cualquier persona. Estoy sorprendido por la cantidad de veces que nos anulamos y sobre-exigimos sin necesidad de hacerlo. Es más, cuanto más trabajo importante estás haciendo, más grande es la tentación de autosabotaje – y sabotaje al otro. No hace falta mejor o más grande, hace falta más autocompasión contigo misma/o y compasión con los demás.

Compasión + autocompasión

No siempre encontramos las mejores palabras para decirlas a otros o a nosotros mismos.

Tampoco siempre estamos en la facultad de pensar de forma positiva sobre lo que vivimos o lo que vemos que otros viven.

Menos aún reflejamos las cosas como son en lo que verdaderamente proyecta nuestra mente hacia el interior.

Las sensaciones, sentimientos, intenciones y valores son el motor. Todo ello se refleja en el lenguaje, los gestos, las mirada, las acciones, que son un conductor. Solo hay que fijarse un poco para darnos cuenta que necesitamos más compasión. Compasión con el resto y sobre todo compasión con nosotros mismos. O lo que es lo mismo; autocompasión.

Intentas explicarte y no lo consigues hacer lo bien que esperabas. Te fustigas.

Un profesional de social media comete un error en público. Le crucificas.

Preparas la presentación de ventas y tu jefe la expone. En mitad de la exposición, te das cuenta de un pequeño error. Algunos otros de tus compañeros también se dan cuenta, os miráis. Te castigas por ello.

Eliges lanzar tu proyecto de una manera, no funciona como esperabas. Te machacas.

Alguien te cuenta que no tiene ni idea de cómo afrontar la nueva tarea que se le ha encargado. Le infravaloras.

Al acabar el día no has sido lo ultraproductivo que podrías haber sido. Te saboteas por ello.

Estás con tu pareja en un acto social y sin querer haces un movimiento que la deja a ella en ridículo. Te insulta por ello.

¿Por qué sigues aguantando?

En la mayoría de las ocasiones no aguantamos cuando alguien nos ataca, nos defendemos. Contraatacamos, mostramos indiferencia, nos hacemos más fuertes o abandonamos el juego. ¿Por qué lo aguantamos cuando el ataque viene de nosotros mismos? Necesitamos más autocompasión:

  • Ya has leído suficientes libros como para estar preparado para hacer lo que quieres hacer.
  • Has asistido a demasiados cursos y seminarios como para no poder ser un especialista en la materia.
  • Sin darte cuenta has cumplido con más tareas que nadie en la oficina.
  • Las personas de tu entorno ya te admiran por lo que eres y por todo lo que ayudas a otras personas.
  • Eres más de lo que las palabras de desgracia de tus padres, pareja o jefe dicen.
  • Cada día avanzas más lejos de lo que avanzaste el día anterior, de forma irremediable.

En un tiempo donde las exigencias, los autocastigos, la indignidad, invulnerabilidad, insatisfacción o frustración en uno mismo es mayor que nunca antes en la historia. Lo que necesitamos es mirar dentro y fuera y darnos cuenta de que ya estamos haciendo lo suficiente. Necesitamos autocompasión y compasión, entre las personas, organizaciones, directores, equipo, parejas e incluso rivales.

No, no somos mediocres (por naturaleza), no tampoco conformistas, malos (ni buenos), inútiles, patosos o inservibles. Somos más colosales de lo que creemos. Deberíamos tener una voz que nos recuerde cada día todo lo positivo que hacemos (mucho) y lo negativo (bastante poco). ¿Dónde compro este dispositivo?

Atribución imagen: Adam Freidin.

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2 comentarios

  1. Wow Isra, te volaste la barda con este artículo. Buenísimo como mucho de tu contenido, pero en los párrafos finales, simplemente fluíste. Te metiste en «la zona». Abrazos veraniegos desde Madrid. A ver si pronto coincidimos. Saludos.

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