Cambiar las cosas que te apetece cambiar no es demasiado complicado, no es fácil, pero es simple. Lo mismo sucede con esos hábitos perjudiciales que tienes que dejar atrás o esos otros nuevos que necesitas para mejorar tu salud y bienestar. Misma mecánica para avanzar en tu profesión o saltar a otro campo profesional o disciplina deportiva. Todo acaba aquí: autodisciplina y determinación.
Hace años me dijeron que debía ganar flexibilidad y empecé a hacer primero bikram yoga y luego yoga. Después de cada entrenamiento de carrera, ciclismo o natación, estiraba un poco antes y luego de forma más concienzuda. Un tiempo más tarde me recomendaron ganar movilidad y flexibilidad en caderas, aprendí los ejercicios que más necesitaba y los llevé a cabo cada día.
Entendí que para ser mejor conferenciante debía practicar cada día, y así lo hice, entre 15-20 minutos cada día durante más de tres años, eligiendo un tema aleatorio y hablando ante una pared en blanco, más divertido de lo que parece y muy enriquecedor. Algo parecido pasó con mi profesión como consultor, practica diaria sobre habilidades, temas, escucha, recursos, vocabulario, técnicas y reacciones.
Si nos remontamos todavía más a los inicios profesionales cuando nadie me contrataba como profesional del marketing, social media marketing o para dar alguna charla, porque nadie me conocía, lo que hice fue trabajar gratis hasta que gane más experiencia, suficientes personas pudieron correr la voz y tenía un gran número de casos y testimonios.
Hace unas semanas en el dentista, me dijeron que tenía que utilizar el activador de Dentosofía para que el implante pudiera entrar bien, no pararé de utilizarlo a cada momento hasta que alcanzamos “demasiados buenos resultados” dijo Paola la dentista.
Llevo meses con una tendinitis muy aguda en los hombros, fruto de los más de 440 días seguidos de Tai Chi y Qi Gong y más de 150 de Kung Fu. Después de varios tratamientos, Carlos Ginestar (maestro Shiatsu) y Carmen Minguet (fisioterapeuta) coincidieron en que debía fortalecer y trabajar mucho más la espalda y los pectorales. Y adivina qué es lo que va a suceder… Hoy es día de descanso, pero desde mañana en adelante inicio un plan de alto rendimiento para potenciar, optimizar y sanar dichas zonas. Y sin duda, excederé resultados. ¿Por qué estoy tan seguro?
Porque autodisciplina y determinación son mi faro
Primero, porque dejaré el resultado de lado y una vez más, me enamoraré del proceso.
Segundo, porque este es el lugar donde más cómodo he estado durante toda mi vida:
- Autodisciplina.
- Determinación.
- Perseverancia.
- Consistencia.
- Compromiso.
- Iniciativa.
- Vacuidad.
Cuando entro en modo “imparable” no hay pensamiento, sentimiento o sensación que me detenga. Da igual que no me apetezca, da igual que no vea resultados, da igual que no lo entienda, da igual que esté solo o acompañado, da igual, voy a hacerlo como si fuera aquello que más amo en el mundo, porque en realidad así es.
Para hacer algo con toda la majestuosidad de nuestro ser, no pienses, no sientas, solo sigue lo que sabes en tu centro de virtud – ahí nace la autodisciplina.
Ese es el único camino hacia la gloria.
El resto es una patraña.