Automarketing podría ser no solo una de las herramientas más decisivas de estos días, sino el tipo de marketing con mayor impacto que podamos encontrar.
¿Qué ventaja competitiva crees que tienes dentro de ti y todavía no has sacado a la luz?
¿Cuántas y qué debilidades internas te bloquean continuamente?
¿Qué valor añadido eres en tu propia vida para crecer y mejorar?
¿Qué sucede dentro de ti cuando recibes un «no»?
¿Cuáles son las reacciones contra ti mismo derivadas de las críticas?
¿Por qué no te vendes dentro cómo te vendes fuera?
¿Qué historia te repites sobre ti mismo pero no crees?
Los profesionales del marketing generan impactos, crean cambio, cuentan historias, inventan nuevos caminos, alteran cosas. Lo hacemos con audiencias, comunidades, clientes, prospectos, jefes, proveedores, socios o votantes. Si el cambio o impacto resulta positivo, triunfamos, en pocas palabras.
Aunque, esto todavía es más importante: ¿cuál es el impacto (positivo) que generas en ti mismo?
¿Es tu ventaja competitiva sacar un «pero» a todo lo que te rodea? ¿Es tu valor añadido arruinar la fiesta o decepcionar a tu equipo? Apuesto a que no.
¿Tienes una serie de argumentos convincentes que te recuerden que eres un fraude andante, que seguro que será cazado y por lo tanto fracasará? ¿Vendes perspectiva de crecimiento y resultados y una actitud de generosidad? Cuando te hablas a ti mismo, ¿Qué te dices? ¿Hay alguien escuchando?
Practica el Automarketing
Una de las cosas que la experiencia te enseña es que la autodisciplina funciona. Hace unos días Valentino y yo coincidíamos en algo relacionado a que la mente puede ser cambiada por el propio individual. Todo empieza por la historia que nos contamos y nos creemos y por la acción que viene después.
El desafío está en utilizar ese marketing tan impactante en uno mismo, automarketing.
Photo credit: Thomas Hawk.