Si te preguntas cómo bailar con la adversidad, y hacerlo como todo un maestro del baile de la vida, entonces prueba esto:
Cuando estés cansado y quieras ir a la cama, recuérdate: “es mi momento de grandeza, es la tarea que construye la actitud imparable. Es el entrenamiento para la autodisciplina que me hará libre”. Entonces sigue una hora más haciendo el trabajo importante.
Cuando ocurra que pierdes la fe en ti misma, susúrrate en voz baja lo siguiente: “he llegado aquí para verme en esta situación y entonces reconocer que estoy ante una situación trampolín. O me bajo y pienso cómo habría sido si hubiera saltado, o salto a por todas”. Siguiente paso es saltar.
Cuando te veas en una problemática insalvable: has perdido el trabajo, ha muerto un ser querido, te divorcias, tu familia te da la espalda, hay algo que debes comunicarte a ti mismo: “no puedo cambiar lo que ha sucedido, ni siquiera lo que está sucediendo, pero sí puedo hacer algo con cómo me enfrento y reacciono a lo que sea que la vida me regala. Como dice Tony Robbins sobre poseer una actitud imparable – 5% es lo que te sucede, 95% lo que tú decides hacer con tu reacción”. Así que espabila y cambia lo que puedes cambiar.
Cuando tienes ansiedad, miedo, estás encarcelado mentalmente o no sabes qué hacer, dónde ir, qué ser, cómo hacerlo, solo revisa esta frase: “nada es permanente, esto va a pasar, pero mientras pasa, soy un guerrero de luz y lo que voy a hacer es atacar sin descanso hasta que pase”. Y entonces, ataca.
Por último, cuando estés ante cualquier situación desaventajada o aventajada, mi recordatorio favorito: “no he venido aquí a ganar o perder, a reír o a llorar, a suplicar o ser alabado, a llevarme el éxito o considerarme un fracaso, he venido aquí a ver, vivir y bailar. Y eso implica rociarme solo de aquello que ensalza mis virtudes cardinales y enriquece mis principios. El resto es una ilusión, dejaré que mi daimón me guíe, él y solo él”
¿Cómo bailar con la adversidad?
La clave, como has podido ver en todas las técnicas compartidas más arriba, es no detenerte ante nada que aparezca en tu camino, sea alegría o sea pena, sea fracaso o éxito.
No estás aquí para abandonar, para sentirte un fracaso, para ser la víctima o para considerarte el mejor de todos. No estás aquí para ser tu propio maestro y seguir bailando mientras suena la música.
Atribución imagen: Miika Silfverberg.