Hacer aparecer la grandeza requiere de un esfuerzo elevado, el de guiarte por el propósito de la disciplina. Algo que pocos están dispuestos a llevar a cabo, por eso tan pocas personas o empresas llegan. Sin embargo, ¿sabes que es todavía más difícil? Aceptar la realidad de que podrías haber sido alguien extraordinario.
Estamos casi en marzo, ¿qué ha pasado con tus buenas intenciones para enero? Apuesto que solo has continuado con un 25% de lo que te habías propuesto. ¿Qué es lo que ha pasado? Parece como si alguien te hubiera bloqueado todo ese baúl de potencial en tan solo dos meses. Ese alguien eres tú. ¿Podrías adivinar qué es lo que pasará en los próximos cuatro meses?
Toma el poder, no lo esperes
Esperar a tener el poder es absurdo, tanto como creer que tienes que empezar el primer día de enero. Cógelo tú mismo, aprópiate de la responsabilidad de tomar acción, empieza ya mismo. Mantén el compromiso, solo con el propósito de la disciplina.
Así que aquí lo tienes, uno de enero, mañana. Voy a hacer ahora todos los cambios que tenga que hacer. ¿O a caso los vas a hacer mañana?
«Sí, lo haré mañana, pero hasta entonces», dirás, «voy a celebrar, a complacerme y a darme un respiro»…
Mañana dejaré de beber, pero hoy voy a beberme una botella de vino.
Mañana dejaré de fumar, pero hoy me fumaré el último paquete de tabaco.
O mañana iré a buscar mis sueños, pero hoy seguiré conformándome con ver Netflix y deslizar las historias de Instagram.
Y no te equivoques, esta lista de «mañana» recorre todos y cada uno de los ítems que corrompen la vida, porque es tan larga que este post podría ocupar 13.000 palabras. Lo hace engañándote, pensando que cuando despiertes al siguiente día, empezarás desde cero, tendrás todo el poder que necesitas y serás un héroe que supera cualquier barrera que se proponga, por primera vez en su vida.
Qué gran mentira.
Ese es un sistema que solo te conducirá al desastre.
Ese espejismo no se convertirá en realidad.
Adquiere el propósito de la disciplina
No más «empezaré mañana».
No. El momento de salir ahí afuera y hacer el trabajo que importa es ahora. De hacer esa visión realidad. Ahora, en este magnífico instante.
Comprométete con ser una mejor persona, ahora.
Establece el propósito de mejorar, ser más inteligente, más rápido, más fuerte, flexible, equilibrado, más sano, más formado y equipado, más atrevido, insolente y determinado, ultraproductivo, más ecuánime, menos agitado, comer más limpio y vivir más.
¿Para que? Para ir y hacer todo eso y más. Pero no mañana, no después de tu cumpleaños, vacaciones o semana santa. Hazlo ahora.
Ese es el propósito que buscas, el propósito de la disciplina. Uno que empieza ahora y no acaba nunca.
Atribución imagen: Daliscar1.