Si tuviera que reaccionar a la urgencia: «Isra, cómo cambiar radicalmente ya y volverte disruptivo«, posiblemente empezaría por aquí:
1. Miedo
Me sentaría delante de una hoja en blanco y haría dos columnas, “miedos profesionales” y “miedos personales”, entonces escribiría las tres cosas que más me atemorizan en estos momentos en cada una de esas dos columnas. Seguidamente, desarrollaría un plan para lanzarme a por todos esos miedos a la vez desde desde hoy mismo. ¿Estresante? Claro, pero esto va sobre cómo cambiar radicalmente, no «cómo cambiar comodamente».
2. Ligereza
Anotaría en algún lugar lo siguiente:
- Todas las experiencias amargas que siento como muy profundas.
- Cualquier experiencia frustrante que haya permanecido en mi mente.
- Las personas que me han causado alguna clase de daño, hasta el más pequeño, si lo recuerdo es porque ha sido importante.
- Aquello que solo de recordarlo me duele el corazón.
- Humillaciones, decepciones, insultos, motes, denigraciones, etc.
La mayor parte del peso que llevamos cargado a nuestras espaldas, proviene de esta lista y de estos elementos.
Volvemos, una vez plasmadas en algún lugar. Primero, reconocería o me diría a mí mismo, que soy quien soy es porque este tipo de infortunios sucedieron. Segundo, aceptaría lo que sucedió como sucedió. Tercero, al lado añadiría la persona responsable de que eso sucediera como sucedió. Cuarto, buscaría a esas personas para contarles la historia que hay en mi mente, no para descargar mi ira, sino para compartir cómo me he sentido hasta el día de hoy, no y saber qué piensan o conocer la historia en su cabeza sobre cómo interpretan los hechos, si los recuerdan. Quinto, miraría a esa persona y con dignidad y honestidad le daría las gracias por brindarme esa experiencia que tanto me ha marcado.
Seguiría buscando todas las cosas que siento que me pesan, entonces iría de frente, contra todas ellas.
3. Vulnerabilidad
Antes de explotar por ataques de ego, impotencia, prepotencia o inseguridad (al final todos acaban en ego). Antes de construir una historia en mi cabeza sin conocer la mitad de hechos. Muy seguramente, antes de todo eso, explicaría a la(s) otra(s) parte(s) que estoy desarrollando una historia en mi cabeza que posiblemente no coincide ni con la historia en la mente de la otra parte y por supuesto tampoco con la que tiene lugar en realidad.
4. Incomodidad
Marcharía un año (uno, tres o seis o nueve meses) fuera del país a buscarme la vida a otro país donde todavía sea más difícil hacerlo que aquí. Otro idioma, otra cultura, otro trabajo, otra visión del mundo.
5. Súperhábitos
Haría una lista con todos los malos hábitos que poseo y los reemplazaría por súperhabitos.
6. Impulso externo
Haría una lista con las 6 personas que conozco, más respeto, admiro y aprecio. Les pediría por favor que me ayudaran con feedback y permitiéndome estar más cerca de ellas. Durante un buen tiempo ignoraría al 98% restante de los humanos.
Estos seis pasos serían un buen principio sobre cómo cambiar radicalmente.
Photo credit: Medialab Katowice.
4 comentarios
Un chute intenso de inspiración de buena mañana. El punto 3 mi favorito! Saludos!
Buen punto Fran.
No siempre puedo Isra, pero… qué interesante es leerte! Buena Semana Santa!
Seguimos Ventura.