Las personas acuden a las tarjetas de visita, como producto de marketing, debido a que es una forma de obtener notoriedad y pueden divulgar su branding al mismo tiempo. De esta maner, facilitan el contacto con las personas con las que desean conectar. Es así como los potenciales clientes (o clientes antiguos) logran hacer contacto de forma fácil con la empresa o servicio a donde quieren acudir.
Este elemento es algo importante porque, a pesar de toda la evolución tecnológica que hemos tenido en los últimos años, aún continúan siendo utilizadas por muchas empresas y servicios. Esto es debido al impacto que tiene el diseño en el material gráfico, lo cual es fundamental al momento de cerrar negocios. La imagen es primordial.
Otra ventaja que tienen las tarjetas de visitas es que es un producto realmente barato. Su precio no le hace justicia a su utilidad. El hecho de que no impacte el presupuesto de las empresas y tenga tantas ventajas, es lo que hace que aún siga siendo utilizado.
Estos son mis cuatro mejores trucos para intercambiar tarjetas de visita:
1. Intercambia sólo si pretendes hacer negocios futuros o podría existir la posibilidad de que sucediera en algún punto del mapa. Si lo que quieres es seguir uno al otro, eso se puede hacer de otra manera.
2. Pide la tarjeta, sólo si la necesitas. Eso significa que puedes volver a conectar con esa persona. Mientras, entregar tu tarjeta, significa que tendrás que esperar a que esa persona contacte contigo.
3. No vayas a casa y añadas a esa persona a tu BBDD/lista de email.
4. Es ok no tener tarjetas de visita. Es ok que no sean «fantásticas/maravillosas/creativas/llamativas/atrayentes/chiripitu-flaúticas.» Tan pronto como puedas marcar la diferencia mientras ocurre la interacción. En mi caso uso unos post-it azules y un boli. Eso me permite personalizar la «tarjeta de visita» dependiendo de que haya ocurrido en la interacción. ¿Es ok? Para mí lo es.
¿Tiene sentido?
Lo de los post-it azules como tarjeta de visita, me parece muy buena idea de lo sencilla que es, no obstante no creo que sirva para todos los sectores de negocio ni para todas las franjas de edad del interlocutor, es como el traje en las entrevistas de trabajo, depende del sitio con unos jeans unas vans camisa fulard y unas persol como diadema el puesto es tuyo. En otros, o te pones traje o no way.
Es posible que sea muy cierto lo que dices. Por otro lado pienso que cuando dejas de ser tu mismo para ser lo que el entorno, jefe, pareja, trabajo, crítico o espectador quiere que seas, vuelves a esa línea auto-limitado es de pensamiento y comportamiento que evita que crees trabajo importante.
Totalmente de acuerdo Isra. Nunca fui un amante del protocolo y la imposición. Aunque seas diferente, si sigues tus principios conseguirás marcar la diferencia. Un saludo
Lo importante es que te recuerden – de manera positiva. Si te ignoran es que no sobresales.