Varias consideraciones:
Si las reglas son lo único que te separa de tu sueño o pasión, no las necesitas. Haz una lista y descarta aquellas normas que anulen tus intenciones. Ejemplo: trabajar solo entre semana.
Trabaja en lo que sientes, no en lo que debes. Dirige tus esfuerzos hacia cambiar lo que a ti te importa, no lo que a tu pareja o jefe le preocupa. Delimita responsabilidades. Ejemplo: si te preocupa la educación de tu hijo, no esperes a que el sistema educativo cambie, cámbialo tu mismo o busca a alguien que ya lo esté haciendo.
Busca siempre un resultado que demuestre (para ti mismo) que lo que haces tiene sentido y produce el resultado al que esperabas llegar, o quizá a uno menos esperado pero satisfactorio. Establece esos objetivos. Ejemplo: cuando aplicas algo, siguiendo unos pasos, de lo cual desconoces el resultado y entonces funciona.
Romper las reglas no significa atentar contra la integridad de cualquier persona o empresa, ni ser un anti-sistema. Significa entender el juego tan bien, que seas capaz de cambiarlo para tu ganar. Ejemplo: Hawkers.
Crea un nuevo set de reglas para empezar a jugar tu juego. Ejemplo: el sistema de trabajo en IG.
Tu juego debe entregar resultados y demostrar que funciona. Ejemplos: el método Ajram, la semana de cuatro horas de trabajo, linchpin, la ecuación del impacto, posicionamiento, arreglando el juego, el experimento de los seis grados de separación, «crush it«, long tail, TED, etc.
Para cambiar las reglas no necesitas permiso, ni reafirmación, ni validación, ni calcificación, necesitas iniciativa y atrevimiento.
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