Ayer estuve en Xàtiva (Valencia) realizando mi primera sesión de Constelaciones Familiares con Carlos, un Constelador. Las denominadas Constelaciones Familiares fueron inventadas y desarrolladas por Bert Hellinger. Se refiere a un método de trabajo creado para descubrir los enredos familiares insconscientes. En muchas ocasiones, nuestro caracter, comporamiento, conducta, forma de pensar, incluso enfermedades, están ligados a esos vínculos familiares. El fin es darle una lógica y orden a estos vínculos que no vemos ni conocemos para así entenderlos y poder sanarlos. Aquí puedes encontrar información más y mejor detallada, también en este artículo.
Aprendizajes de las Constelaciones Familiares
Esto es lo que aprendí en mi primera sesión. Esto es lo que me llevo de la experiencia y el resultado de dos horas de trabajo personal:
Sobre el perdón
No tenemos que perdonar a nadie. No somos quién para conceder ni pedir perdón. Cuando perdonas te pones por encima de la otra persona. Cuando recibes perdón te colocas por debajo.
Perdonar es otra forma (más sutil) de juzgar a otras personas.
El perdón (otorgado y recibido) es una práctica malentendida y engañosa, porque en la mayoría de veces perjudica al que lo recibe y al que lo da. El que lo recibe: no necesita trabajar aquello en lo que falló y se absuelve de responsabilizarse por la acción y/o resultado. Además de buscarlo como vía de escape a un problema, obteniendo una especie de gratificación instantatena. El que lo entrega: en la mayoría de las ocasiones se vende barato. Cede culpa a cambio de evitar problemas más serios. Olvida presuntamente un hecho que no se borra y que permanece y va mermando la confianza.
Acción: dejar el perdón a un lado, el dado y el recibido.
Sobre la visión del mundo
Nuestra realidad es nuestra realidad. Ésta varía con el paso de los años y las experiencias. Tu realidad hoy era diferente a la de hace cinco años y será diferente a la de dentro de siete años. No es el que el mundo o las personas cambien. Es que tu percepción varía y se modifica debido en un 95% a nuestra mente. Es el conflicto entre la mente y el mundo cómo es, aquello de lo que necesitamos ser conscientes.
Las cosas son porque son. No porque tu las ves como son y entonces son así. Tu familia es como es, no es como tu piensas que es. Es cuestión de aceptación, realidad y honradez, más que de perdón o comprensión. Ni siquiera empatía.
Cuando logras ver lo que sueles ver desde una perspectiva diferente, con información fresca. Esto cambia tu percepción sobre sea cual sea la situación, persona o cosa.
Acción: no juzgar las cosas porque tu crees que son así. Aceptar y entender que son diferentes a lo que tú percibes como correcto y sigue estando tan bien cómo cuando es cómo piensas que debe ser.
Sobre la apreciación y la honradez
Es algo que debemos de corazón a nuestra familia, a nuestros amigos, a nuestros trabajadores, proveedores o clientes. Cualquiera que haya depositado esfuerzo, tiempo o dinero en nosotros merece nuestra más profunda y sincera honra. No de palabra, sino de afecto. Prueba a expresar tu apreciación auténtica a todas estas personas. Ve y muéstrasela. Verás como esa mochila que llevas a las espaldas va desapareciendo a medida que muestras tu honradez a las personas que te importan y les importas.
Acción: necesitamos (y necesito) abrirlas el corazón hacia lo que otras personas hicieron, han hecho y hacen por nosotros.
Primera experiencia vital de 2017
2017 empieza con una primera experiencia vital cargada de enriquecimiento y crecimiento en un entorno tan importante como el familiar.
Seguimos dibujando.
Photo credit: Aula Balear de Gestalt.
2 comentarios
Buenos días Isra,
al leer tu post he recordado que hay un paseo en Llanes (Asturias) donde los árboles crecieron a ambos lados de la acera con la particularidad de que las ramas de árboles diferentes al encontrarse en la copa se fusionan entre sí.
Esto me fascinó cuando lo vi.
Quizás crecieron por separado y al encontrarse en lo mas alto la emoción que les produjo verse reflejados mutuamente les unió hasta convertirles en algo único en todos los sentidos.
Me gustó todo tu post. Más lo de la honra y apreciación, y lo de no juzgar.
Te felicito por tu valentia.
Seguiremos creciendo.
Un abrazo
Preciosa metáfora.
Como dices, seguimos creciendo.
Gracias por tu aportación.