Si quieres hacer algo que merezca la pena, aquí no valen las medias tintas, si has fallado dilo, si eres gay dilo, si no sabes cómo hacer ese proyecto dilo, si no eres lo suficientemente competente para desarrollar esa tarea, dilo. Si tienes diferencias con tu compañero de trabajo, mírale a los ojos y díselo. Si algo no te gusta, cámbialo. Si crees que puedes hacer algo más de lo que tu equipo de trabajo está haciendo, da un paso al frente, dilo y luego hazlo.
Un aviso primero, si vas a ser contundente necesitas estar preparado para un retorno también contundente.
No dejes ni un sólo espacio de duda entre lo que dices y lo que haces. Lleva la contundencia siempre en el bolsillo derecho de tu pantalón.
Photo credit: Morbius19.
Contundencia si, pero la sinceridad termina donde empieza la mala educación 😉
Añado: no reprimas la contundencia porque después es peor y… «Arde Troya»
Me ha molado 🙂
Total.
A veces se le da demasiada importancia a eso de la educación y las formas. Es eso de que te señalan la luna y te quedas mirando el dedo.