¿Por qué debería alguien superar la inercia social y elegir correr la voz tu empresa y el cambio que tratas de hacer?
No, correr la voz no va a pasar por sí solo. Algo que estoy concluyendo con el Programa gratuito de Excelencia para personas en desempleo que empieza este septiembre y recorrerá 36 ciudades de España. No se está esparciendo tan rápido como pensaba. Y es que las acciones evangelicales, son a menudo, el resultado de un esfuerzo intencional que realizamos nosotros, los que nos dedicamos al marketing de impacto. Si hay un estigma sobre hablar sobre algo, debemos o crear un beneficio o contrarrestarlo con otro estigma siendo egoístas y no hablando sobre ello. Piensa por ejemplo cuando el no hacer algo y el proclamar no hacerlo, podría llevarte justo al lado contrario, a hacerlo, a viralizarse.
Si no has estado nunca en un social privado, o de jiu-jitsu, o en drogodependientes anónimos, por ejemplo puedes observar que marcas o proyectos han conseguido que este tipo de instituciones sean populares.
Piensa sobre todas esas nuevas tendencias sobre las cuales otros hablan. Profundiza para saber cuáles son los incentivos para hacerlo. Aquí hay algunos ejemplos:
Porque hablar sobre ello me acerca a mis objetivos a largo plazo
Podría:
Llevar a un cambio positivo que me importe (marcha de sindicatos)
Hacerme ganar dinero (Marketing de influencia)
Ayudarme a hacer que algo que necesito suceda (Kickstarter)
Considerarme una mejor opción frente al resto (Los primeros que llevaban AirPods)
Porque me empuja la expectativa social de mis compañeros
Algunas religiones organizadas funcionan de esta manera.
Es como debe ser porque así se ha establecido por los mandamás.
La cultura de la generosidad que se crea entre los asistentes.
Te dan más que el resto.
Porque usar el producto hace que hable del mismo
El porqué de llevar un Rolex.
Usar Moleskine.
La marca Supreme.
Correr la voz es una consecuencia del impacto ocasionado
Cuando lanzamos Stand OUT Program, enviamos una caja de madera a medios, influencers, proveedores, sponsors potenciales y periodistas. La caja era como una especie de pedestal donde subirte y sobresalir. El programa, era un programa que merece la pena, diseñado para darle a la gente una herramienta que les ayude a correr la voz. Ahora, con PEIG, estoy haciéndolo llegar a todo con quien conecto, esto está funcionando, porque el curso vale la pena y genera cambio.
Aunque también hay muchas otras formas de hacerlo.
Piensa entonces cómo hacerlo tú… ¿Cómo lo harías tú para tu servicio o producto? ¿Cómo crearías una cultura entre tus clientes donde su reacción sea hablar sobre ti/tu empresa?
Atribución imagen: Mark Walley.