Porque vendemos sueños vacíos: piensa en cualquier gran espectáculo que te venga a la mente. ¿Por qué no crear proyectos, en lugar de crear escenarios utópicos o establecer expectativas inalcanzables o por las que pagaremos un precio muy caro más tarde?
Piensa en todo el dinero invertido en crear estadios, circuitos de carreras para coches o motos, pistas de tenis, centros para conciertos, etc. no digo que no haya que hacerlo, lo que cuestiono es si hay un retorno útil, y si que invertir tanto. Al largo plazo la ciudad, el negocio, las personas, perderán dinero, sin duda. Probablemente mucho dinero. Más dinero del que podemos visualizar. Todos.
¿Por qué sigue ocurriendo este fenómeno?
Pues porque a pesar de las grandes cantidades de evidencia documentada en contra de este tipo de inversiones, es lo que (se supone) que hay que hacer para ser exitosos y populares.
Lecciones sobre crear proyectos
Sin embargo, el crear proyectos y el marketing de impacto, hace que este tipo de sucesos deje lecciones muy importantes:
- El proyecto es ahora. Es inminente. Es sí o no. No puedes estudiarlo por un año o una década y volver a retomarlo como si nada.
- Se necesita un equipo en resonancia. Este grupo de personas conectadas crea una función de palanca, una que convierte la apatía en apoyo u oposición.
- El proyecto es específico. ¿Hay alguna otra forma en la que tu ciudad pudiera haber invertido de forma eficiente 50 millones de euros? Seguramente podrían haber creado mejores accesos, una educación más sólida y adaptada al mundo de hoy. Podrían haber invertido en tecnología, o haber propulsado el mercado de trabajo. Sin duda, pero hay un número infinito de alternativas vs. una sola específica.
- Empiezas con el fin en mente. Cuando construyes un coliseo, obtienes un coliseo. Cuando celebras unas olimpiadas, obtienes unas olimpiadas. Esto es raramente cierto para las alternativas más importantes y necesarias (pero mucho menos visualmente urgentes)
- Las personas con poder, y en poder, se beneficiarán de ello. Los proyectos de alto impacto y proyección atraen a grandes vendedores, proveedores e inversionistas. Los titanes toman posiciones, así como los políticos que buscan grandes retornos. Y no hace falta decir de la experiencia que estos perfiles tienen al conducir este tipo de “proyectos”. Lo cual significa que son mejores al impulsar para crear inercia.
- Hay un cierto patriotismo tribal en funcionamiento. “¿Qué quieres decir con que no apoyas a tu ciudad?”
Esto aplica a cada gran evento (y proyecto) multitudinario.
Para mí, la gran lección es darte cuenta que la carpeta de hojas sueltas de un economista o emprendedor con instinto tiene cero oportunidades, frente a las emociones humanas y la energía de una comunidad. Si quieres hacer que algo suceda, puedes aprender mucho de los que crean movimientos titánicos. Ganan mucho, sí, pero, ¿qué puedes aprovechar tú de esto? Poco o nada.
Sin embargo, y por otro lado, la otra lección interesante es que, hoy puedes crear tu pequeño gran proyecto (en esencia un movimiento que impacta positivamente a un determinado y específico grupo de personas con ganas de una “solución” como la tuya), y entonces ser tú tu propio recurso, y ganar, ganar tu propia batalla diaria, contra ti mismo.
Eso es lo que de verdad importa: crear proyectos, y lanzarlos.