¿Por qué «dar un no«? Hay una razón por la cual aprender a dar un “no” es vital. La vida nunca para de lanzarnos ofertas y oportunidades que necesitamos rechazar.
Dar un no, imprescindible
Cada día hay más de todo, más trabajo, más posibilidades, más herramientas, más ventajas, más, más, más. Ante todo, encontrar maneras de dar un NO educadamente, es esencial.
Aquí hay cuatro formas de dar un NO, son cuatro tipo de «noes», para cuatro tipos de ocasiones diferentes. Aprende cada uno de ellos y luego elige la ocasión para usarlos dependiendo del contacto y la fuerza – o debilidad – de tu interés.
1. No contundente
En ocasiones te encuentras en situaciones donde está claro, donde tu respuesta es un definitivo “no gracias” o “no, no soy interesado” o “no” (sin nada que añadir), eso es todo. En esos casos, muchos de nosotros tenemos problemas en ser tan categóricos en la forma de rechazo como deberíamos ser, preocupados de que estropeemos la relación, la otra parte se enfade o herir la reputación o credibilidad.
Decir esa clase de no no es algo que sale naturalmente de la mayoría de las personas. Este “no” no es personal, es una exhibición del dominio de tu vida. Además, decir no claramente y rápidamente hace un favor a la parte que ofrece. La libera del compromiso contigo y puede buscar otra alternativa.
Ejemplo:
No quiero estar en un nuevo equipo de trabajo. Estoy feliz haciendo lo que hago ahora, mi papel con el nuevo equipo está repleto de tareas que no son de mi dominio y estarán cargadas de demasiado estrés. No quiero sacrificar mi felicidad, mi confort y tiempo con mi familia por un mayo retorno económico.
“No contundente” sin sonar muy duro.
2. No moderado / suave
Esta es la situación más común. Es cuando finalmente acabas haciendo las cosas que no te gustarían hacer, tristemente.
No quieres mostrar que estás a la defensiva. La clave para entregar el “no moderado / suave” es reunir las razones de tu escepticismo y explicar que información necesitarías para dar una buena respuesta.
Ejemplo:
Si tengo que participar en este proyecto, necesitaría entender más sobre todo lo que representa, equipo, roles, proyección, qué vendemos, objetivos, retribución económica, entonces podré pronunciarme sobre la decisión final que tomaré.
Aquí muestras tus dudas de forma educada, evitando de nuevo cualquier aspecto personal, y dejando claro qué necesitarías saber para tomar una posición final.
3. No, pero…
Este es más condicional y tiene que ver con una serie de requisitos que la otra parte debe cumplir para tú acceder y convertir el “no” en un “sí”.
También sirve como un “no” que tiene probabilidades de convertirse en un “sí” si tu varías el significado de la oferta u oportunidad que te presentan.
4. No, ahora…
A veces dices “sí” a algo que sabes que no va a resultar pero podría funcionar con condiciones o incluso más adelante. Muchas veces las ofertas u oportunidades que se nos plantean vienen con fecha de caducidad. Sin embargo, hay maneras de extenderlas o renovarlas más adelante.
Se trata de explicar que es lo que te previene de aceptar la oportunidad ahora, porque sí te interesaría próximamente. Di no y sugiere términos para revisarla más tarde y encuentra un punto intermedio que funcione para la otra parte y para ti.
Este «no» manejable porque refleja la importancia que el tiempo juega en tu vida. Nuestro trabajo tiende a enviarnos en la dirección opuesta, ver blanco o negro, y no siempre es así.
Pase lo que pase, esto solo son algunas maneras de decir no, la clave está en evitar como sea ese “sí” del cual nunca dejarás de arrepentirte.
Photo credit: Marc Falardeau.