Una vez decidimos dejarnos llevar y las cosas se empiezan a escapar de nuestro control – bonus: efecto irreversible de dejarte llevar – ¿Qué pasaría si dejáramos de construir esa propia realidad imaginaria dentro de nuestra cabeza cada vez que nos dejamos llevar? ¿y si por una vez mantuviéramos al margen experiencias pasadas y afrontáramos las cosas con ilusión, pasión, inocencia y optimismo y descubrimiento? ¿qué pasaría sin cambiáramos ese miedo tan terrible por la aventura de experimentar algo nuevo?
El resultado de esto es tan escalofriante que no puedo pensar que pasaría si lo hiciéramos.
Por una vez, tan sólo una vez, prueba a dejarte llevar por completo, hasta el final y siente y disfruta aquello que suceda. Porque dejarte llevar no es ok, es más que ok.
Photo credit: Tamara Arévalo.
2 comentarios
Hola, Isra. Me alegra tu invitación a abandonar el miedo. Es un sentimiento paralizante. Y se basa, como dices en frustraciones por experiencias negativas pasadas. Sin embargo, perder el miedo y lanzarse es una experiencia de lo más positivo. Te lo dice alguien que ha cambiado casi totalmente de vida. Por supuesto que el salto al vacío es temible, pero una vez en aire, no te queda otra que disfrutar del vuelo.
Un abrazo afectuoso.
Juan Carlos, el vacío, qué gran lugar donde vivir.