Descúbrete, quiero preguntarte algo…
¿Cómo te sientes?
¿Qué peso llevas cargado a la espalda?
¿Cuál es la responsabilidad que no pudiste llevar a cabo?
¿Qué lágrimas todavía no has dejado escapar?
¿Cuánto tiempo va a seguir ese genio encerrado en lo más profundo de ti?
¿Qué dolor, indecisión o frustración te guardas para ti sola/o?
¿En qué momentos vas a sobresalir finalmente?
¿Cuál es esa idea que llevas años maquinando y no te atreves a lanzar?
¿Qué es eso que te gustaría hacer en tu trabajo y todavía no has hecho?
¿Cuál es tu sueño en voz alta?
Una vez que (te) has respondido a estas preguntas no es necesario seguir reteniendo su resultado. Solo debes empezar, milímetro a milímetro.
Hay cosas que se escapan a mi control cada día. Igual que te pasa a ti. Hay dos opciones, entenderlo y continuar o ignorarlo, pensar que puedes controlarlo y entonces abandonar cuando el asunto / negocio / problema / miedo te supere.
Estoy muy bien
Cuenta cuantas personas que te dicen cosas como «me gustas», «me importas», «te quiero» o «te necesito», te miran a los ojos cuando te hablan. Y viceversa.
Cuando te preguntan «¿cómo te sientes?» ¿qué respondes? «Genial», «muy bien» o «bien». ¿En serio?
Ahora te preguntaré otra cosa; ¿qué buscas?
Si te diera 500.000 euros ¿serías feliz? ¿Posiblemente? ¿Y si algún ser querido tuyo muriera esta noche? ¿Serías feliz? No. Todo el dinero del mundo no te haría feliz, el dinero no cura, no restaura el tiempo.
Descúbrete
Piensa en tus amigos, familiares, clientes o equipo, empieza a mirar a la gente en los ojos. Te darás cuenta de que no son tan felices como se proclaman. En el cine, en fiestas, en actos sociales, en la televisión o en los centros comerciales, descubre lo que la mirada de cada persona dice sobre ella misma. Te darás cuenta de que se están haciendo daño, de que tratan de cubrirse y protegerse bajo una falsa apariencia que irradia alegría. Eso es algo contra lo que no debes luchar.
Sin embargo, hay algo que sí puedes hacer ¿puedes animar a tus amigos? ¿Puedes incentivar emocionalmente a tu equipo? ¿Puedes empujar a tu padre a hacer algo que le haga sonreír de verdad? ¿O puedes impulsar a tu hermana a conseguir su sueño? ¿Puedes apoyar el negocio de tu pareja? ¿Puedes ayudar a tus clientes fuera del trabajo?
Toma la decisión hoy de hacer algo por ese tipo de personas, descúbrelas.
Descúbrete y descubrirás.
Descúbrelo
Imagina que alguien 15 años más joven que tú se acerca a ti y te dice, «sé cómo te sientes, he pasado por ahí. He pasado por todo eso que estás pasando ahora mismo. Y todavía sigo aquí». ¿Ayudaría? Claro que sí, pero primero tendrías que descubrirte. Así que descúbrete.
Una última pregunta, si descubrieras que tu trabajo cada día puedes ayudar / cambia a una persona ¿pensarías que esto merece la pena?
Descúbrete.
Photo credit: ArTeTeTra.
4 comentarios
Descubrirse para descubrir. La última pregunta es la única que importa. Sí.
Exacto Montse.
Descubrirnos para llegar al fondo de uno mismo, al nucleo, a la escencia de quienes somos, porque desde ese lugar podemos conectar con la frecuencia de la vida. Y así, vas tan intensamente como te propongas 😀 . Desde el quienes somos realmente movemos todo, impulsamos, ayudamos, motivamos VIVIMOS!!!!!!!!!!!!!! 😀
Así es Fer Nanda. Si somos proyectamos.