Denominé el 2016 como el “ultimo año de mi vida”. Haces, ejecutar, vivir, experimentar, sentir, más y más todo lo que pudiera y estuviera a mi alcance. Pienso que es la ejecución lo que hace que todo cobre sentido. Es el hacer lo que nos mantiene en movimiento. Seguro, puedes planificar, pero si no haces, solo estás pensando.
¿Cuantas veces has escuchado esto?
“Yo también pensé en hacerlo…”
Justo me decidía a ponerlo en práctica cuando…”
“Tuve la misma idea que _______, pero al final…”
“Queria hacerlo…”
¿Sabes quién es esa persona? Alguien con buenas intenciones. Alguien que no ejecuta. Pensadores. Ideadores. Habladores. Parlanchines. Es genial, para los que ejecutamos. Las ideas son pequeñas partículas que necesitamos activar ejecutándolas. Entonces la explosión sucede.
Ejecutar o no ejecutar
Por ejemplo, cuando lanzas un nuevo proyecto o negocio, el que sea (la nueva plataforma de IG, Inconformistas, Ultraproductividad, el experimento 20 días en silencio o el experimento 20 días de ayuno…). Recibes emails de personas que te decían que habías sido más rápido que ellos. Estaban planificando algo similar. Genial, deberías responder. Ejecútalo, pero a tu manera. Crea tu propia versión. Seguro que será increíble.
Hay dos extremos, justamente, o estás ejecutando o estás pensando en ejecutar.
Las cuatro fases para ejecutar cualquier cosa
Hay posiblemente muchas fórmulas a considerar cuando se habla de un proceso de ejecución. Hay un flujo de trabajo, hay una estructura y pro supuesto, hay un sistema. Voy a darte mi método, el que aplico para ejecutar, ejecutar y ejecutar.
- Experimentar: puedes hacerlo en público o privado.
- Ejecutar: esto es hacer, lanzar, testear, probar.
- Extender: construir un valor y una comunidad entorno al esfuerzo que realizaste.
- Ejecutar diferente: tomar el aprendizaje, los beneficios, el fallo, el feedback y hacer algo diferente con lo obtenido.
El método de ejecución explicado
Las empresas hacen esto. Poseen departamentos de investigación desarrollo. Llevan el producto hasta el mercado. Si el producto despega y funciona, hay un valor y una comunidad que se forma alrededor (si tienes suerte). Como paso final, esto lleva a una utilidad aprovechada para crear otro producto o servicio. No es una ciencia cierta, esa es la magia.
Muchos argumentan que hay que experimentar en privado. A veces sí y a veces no. Hay personas o empresas que eligen hacerlo en privado. Es como las empresas que empiezan a experimentar con un blog en privado, o incluso con marca blanca. Experimentar es cualquier cosa que te permita ejecutar ahora pudiendo obtener un resultado que no esperas, pero que podría ayudarte a mejorar.
Cuando ejecutas es cuando sabes si algo funciona o no. Si lo único que haces es almacenar ideas, pero no las pruebas, todo lo que tienes son recetas baratas.
En el momento que creas una comunidad, reconoces a la gente que te importa. Construyes relaciones humanas con las personas que aprecian lo que haces. Personas que quizá extiendan el valor que les proporcionas. Piensa en Lego, tiene una comunidad grandiosa. Escuchan, ambas partes. Todos permanecen humanos.
Cuando ejecutas diferente elevas lo aprendido y trasciendes. Llevas a nuevas formas de hacer las cosas. Mejoras lo que ejecutaste.
Ejecutar es vivir ahora, y después
Quizá tienes muchas ideas. Quizá no sabes por donde salir. A lo mejor te sientes estancado en tu arte. Es posible que te sientas vencido por las cosas que no funcionan bien. Nada es más poderoso que ejecutar para desatascarte y moverte hacia algo mejor, incluso si estás en la fase uno.
Ejecuta. Entra en la acción. Acomete tanto como puedas.
Photo credit: Phil Roeder.