La libertad en muchas ocasiones significa pagar el precio de estar dispuesto a hacer lo que tienes que hacer por ti mismo, andar un camino sin flechas ni indicaciones. Esto quiere decir que cuando falles o compliques las cosas, estará en ti y sólo en ti poder solucionarlo. No habrá dedos que te señalen, pero tampoco habrá nadie a quien echarle la culpa. Elección es libertad.
Es terrorífico, y es liberador.
Cuando apartas a un lado la racionalización, cuando eliminas el permiso, cuando suprimes el “nadie me ha dicho cómo hacerlo” o “sigo esperando las instrucciones de mi jefe” o todo ese tipo de excusas.
Cuando eres el único responsable del resultado de tus elecciones, entonces – y únicamente entonces – eres realmente libre.
Photo credit: Dom Kay.
2 comentarios
Es tan acertado lo que dices, no hay sensación mas gratificante q asumir nuestros propios desafíos y los riesgos q conllevan. La libertad es eso. Es poder decir » soy el responsable de esto, sea bueno o sea malo».
La libertad es maravillosa y, sí, hay que responsabilizarse, porque la salud propia y la de los demás, el bienestar propio, y el de los demás, que es, además, por lo que se lucha, nunca debería estar en juego. Libertad y destrucción, o autodestrucción, no deberían ir de la mano. Pero siempre un@ se puede liar. Es normal, es lógico. No pasa nada. A solucionarlo lo antes posible. Si se puede claro y si no se ,puede a decir. «La cagué lo siento» y a aguantar el chaparrón con dignidad.