Sucede que te vuelves productivo, o ultraproductivo como los que pasan por el programa online Método Ultraproductividad. Resulta que llegas a más, consigues más, produces más, trabajas menos tiempo, vives más, mejor. Tu calidad de vida aumenta, por consiguiente también la excelencia en el trabajo. Se puede decir que destacas, eso mejora a los de tu alrededor y a ti mismo. Creces porque aprendes nuevas formas de hacer mejor lo que haces y llevar una vida óptima.
Esto te ayuda a entrar en un estado de gracia, fluyes. Tu autodisciplina sube, tu autoconsciencia, la iniciativa, y por lo tanto crece el amor que te prodigas, y el que das a otros y la tendencia sigue al alza.
Hasta que un día empiezas a encontrar pequeñas fricciones que no habías visto antes. De repente, unos días después, notas que vas más lento que de costumbre. Unos días más allá tu humor empieza a cambiar, las cosas se estancan, observas que ya no fluyes, te frustras por ello… No entiendes que está pasando, pero no eres el que eras, sientes que has perdido el estado de flow y gracia. Quieres volver a recuperarlo siguiendo el mismo proceso que habías seguido para ganarlo y sorpresa, no funciona, no sirve. ¿Cómo? ¿Qué es lo que está sucediendo?
Te has convertido en un esclavo de la vida (sin saberlo)
Lo que sucede es que tu versión de hoy está apegada a la versión de ayer o de hace unas semanas, meses o incluso años. El mundo cambia, los mercados cambian, los clientes, productos y servicios también, las tendencias, las motivaciones y objetivos también, los comportamientos, deseos y anhelos, la vida cambia. En cambio, tú, cuando te encuentras en una situación cómoda y “exitosa” no quieres hacerlo, te resistes e inconscientemente te adhieres a la imagen de triunfo que sucedió en un pasado.
Es entonces cuando te conviertes en un esclavo de la productividad. Y en realidad, también en un esclavo de la vida, porque este proceso se repite en la mayoría de áreas de nuestra existencia.
Cuánto más progreses, más recursos, más experiencia, más logros, más pasos dados, más éxito, más pensarás que sabes lo que haces, lo que eres, a dónde vas, o incluso que “ya está hecho”. Y ese será el gran error que cometerás, dejar que tu ego tome el control y piense que lo conseguiste. No, no has conseguido nada, no hay nada que conseguir, solo ser hoy la mejor versión que hoy puedas ser, mañana tendrás que empezar de nuevo.
Si quieres dejar de ser esclavo de la productividad, y esclavo de la vida, debes desapegarte de lo que eras ayer, ni eras tan grande ni tan pequeño.
¿Qué estás haciendo ahora con todo lo que sabes y tienes para aprovechar este momento? Esa es la pregunta interesante que te invito a responder.