Este es un nuevo experimento, vivir en ayuno. Voy a explicarte mejor: hace un par de semanas estuvimos en Panama Jack trabajando en una jornada de advising digital, durante el espacio para la comida tuvimos oportunidad de compartir mesa con Antonio Vicente, el dueño y fundador de la marca. Es una de esas personas que solo quieres que hablen y tu escuchar para intentar quedar impregnado de su carisma, sabiduría, esencia y experiencia.
En una de las conversaciones, sobre experimentos y estilo de vida, nos reveló que realiza al año un ayuno de 21 días en la clínica Buchinger Wilhelmi de Marbella. Al acabar la conversación, como siempre enriquecedora, solo pude darle las gracias, ya divisaba un nuevo experimento “lifestyle hacking”. 21 días de ayuno, en mi caso sin ir a una clínica, siguiendo algunas recomendaciones de la clínica Buchinger, mi biomédico Juan Rubio y todo lo que ya conozco cómo funciona mi cuerpo, un mix entre las tres cosas.
Si bien es cierto que ahora no creo que sea adecuado poner en marcha el experimento en su totalidad por el calor, el deporte, el verano, las juergas, los viajes y una aventura que tengo por delante en agosto y en parte porque no me apetece. Por todo eso he optado por hacer varias pruebas mensualmente. Primero para ir acostumbrando el cuerpo, de manera progresiva, a un cambio tan importante y profundo y segundo, para ir evaluando los resultados en base a estas pequeños tests incrementarles.
Primeros dos tests experimento ayuno
Uno lo llevé acabo la semana pasada, fueron un total de 64 horas, desde el miércoles tarde al sábado por la mañana.
El otro ha sido esta semana, 81 horas, empezando el martes noche y acabando el sábado de buena mañana.
Primer test
El segundo día fue muy duro por viajes y por estar de visitas con otras personas. Ahí es más difícil ser disciplinado. El día anterior pasó sin complicaciones.
Los resultados fueron una mejor capacidad de enfoque, una manera de actuar más directa, limpia y concisa. Mejor estabilidad entre mi cuerpo y mente, energía al máximo, haciendo deporte y llevando mi vida con normalidad, consiguiendo hacer más cosas en un solo día.
Las sensaciones fueron en global tan positivas que decidí hacer un nuevo test a la siguiente semana aumentando un día.
Segundo test
Quiero decirte que el final del día tres fue horrible, mi mente quería comer algo, como fuera, me resistí todo lo que pude y finalmente fui a dormir sin haber comido nada. Estuve a punto de romper el ayuno antes de hora.
En esta prueba he sentido como todavía más energía y empuje en lo que hago, es sorprendente. La explicación, según Ric, es que al pasar a una fase de reserva absoluta, tu sistema inmunológico se activa y empieza a trabajar en toda su potencia. Además de agotar tus reservas para dejar un nuevo espacio para unas nuevas reservas. Limpiar.
¿Qué plan he seguido?
Esta es la alimentación que sigo seguí y seguiré (si mis médicos no dicen lo contrario) para el experimento.
Mañana:
- Agua de mar y limón natural exprimido en una pequeña cantidad de agua embotellada.
- Multi-vitamínico Olivimin y probiótico / prebiótico Vitanatur Sinviotics G.
- Espirulina, betacaroteno, maca, ginko biloba, omega 3, 6 y 9. Aceite de hígado de bacalo. Colágeno y magnesio. Reishi.
- Infusiones hepática, digestiva y renal. (Edensan 1, 4 y 5)
- Té de kukicha.
Mediodía:
- Zumo natural de manzana, pera, uva roja, zanahoria, pomelo, mitrilio y remolacha.
- Sopa de sémola de verduras KESVIT.
Tarde:
- Zumo natural de manzana, pera, uva roja, zanahoria, pomelo, mitrilio y remolacha.
Noche:
- Sopa de miso.
- Infusiones hepática, digestiva y renal. (Edensan 1, 4 y 5)
Los objetivos
Persigo seguir descubriendo que sucede cuando pruebas cosas que podrían no funcionar o no ser muy buenas, o sí. Conocer más profundamente mi cuerpo, saber que límites puedo explorar y ver que sucede cuando llegas hasta ellos. Trabajar en cómo recibo el impacto del experimento sobre mi persona, vida y trabajo y cómo puedo adaptarlo a lo que hago para mejorar de la manera que sea.
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