Es fácil, muy fácil, señalar con el dedo a un error, fallo o incongruencia. Es tremendamente fácil decir que tu trabajo no es lo suficientemente bueno. Es barato silenciar tu voz en una reunión. Es posible que cualquier anónimo desmerezca tu mejor post, presentación o conferencia. Es incluso divertido hacer una captura de pantalla con la metedura de pata que realizaste en Twitter o Facebook. Parece que parlotear, burlar, criticar, restar, destruir y dar feedback inútil se haya convertido en un deporte – o trabajo, no estoy muy seguro – nacional.
Sin solución quédate en casa
Creer que tu trabajo es señalar e identificar el problema y no solucionarlo es un gran error que cada día comete más gente. Quizás tu intención sea buena, seguro que lo es, pero carece de sentido cuando no empatizas. Piensa en el esfuerzo que hacen los miembros de tu equipo cada día por desarrollar el proyecto, digamos el desarrollo de un sitio web. No se trata de que no vengas con mejoras para la home del sitio, el término mejora no se corresponde a decir qué es lo que hay mal hecho, sino a traer contigo soluciones, manera de poder abordar ese fallo y corregirlo. Aporte positivo, no feedback sin uso.
Intercambiando humanidad por impertinencia, el feedback inútil
Internet ha democratizado la influencia, pero con ello también ha caído el respeto por el trabajo de cualquier persona. Esto significa que encontrar personas para arreglar errores gramaticales es relativamente fácil. Encontrar alguien que aporte vulnerabilidad y resonancia y diga «go» es casi imposible. Internet ha facilitado encontrar lo que queremos, obtenerlo y quejarnos sobre lo que no obtuvimos, no nos gusta o no entendimos.
Ahora que criticar es increíblemente accesible para cualquier persona, documentada o indocumentada, lo que importa no es lo que digas, sino lo que aportes. Si vas a intercambiar tu humanidad por decir que fallé al pronunciar correctamente esa palabra, cometer un error gramatical en el post o dejarme ese acento en el email, estás vendiéndote muy bajo.
El feedback es tan poderoso porque hace mejor todo lo que toca, cuando no es así, no es feedback, no es nada. Se vuelve un feedback inútil. Si no aportas nada que ayude, mejor no hagas nada.
Photo credit: Atosha McCaw.
5 comentarios
Gracias por compartir, Isra !! el feedback desde mi humilde opinión es directamente proporcional a lo que aportamos con valor. Necesitamos la retroalimentación para seguir siendo mejores y crear, innovar, cambiar
abrazo,
Retroalimentación valiosa, positiva y generosa.
No hay que olvidar que la envidia es uno de los deportes nacionales. Y una de sus especialidades es la crítica destructiva…