Quiero ser conferenciante, charlista, tallerista sobre mi especialidad o pasión. Quiero ganar dinero hablando en público. Participar en seminarios, en eventos de la industria y ser pagado por ello. ¿Te suena? Seguro que sí. Las buenas noticias es que podría ser viable.
Quiero motivar e inspirar a otros, y ser pagado por ello. Seguro que también te suena. Aquí no sabría decirte si hay buenas noticias o no.
¿Cómo ser pagado por hablar en público? Es una pregunta que muchos hemos escuchado y que quizá tú también. Incluso podrías ser la persona que la formulara, o quien la respondiera.
Ganar dinero hablando en público
Pienso que la respuesta es simple, es como cualquier otra cosa. Es un viaje, es una consecuencia, es un adicional. Si construyes tu carrera profesional alrededor de ganar dinero hablando en público, algo me dice que vas a estrellarte contra una pared de titanio. En cambio, si desarrollas tu viaje profesional en torno a una especialidad, a la excelencia en estrategia y ejecución, a probar una infinidad de técnicas. Pasar por diferentes empresas, puestos y experiencias vitales. Si el viaje además gira en torno a hacer que proyectos (fallidos y exitosos) sucedan cada vez más a menudo, y con ello todo ese aprendizaje que contiene la fórmula. Y si además te preparas para dar un paso al frente, exponerte y sacar tus resultados y vulnerabilidad frente al mundo.
En resumen, si haces cuarenta veces más de lo que hablas. Entonces, quizá, en un instante no muy lejano, podrías ganarte una parte de tu vida profesional dedicándote a hablar en público. Sería una parte del trabajo satisfactorio.
Llegarás con historias, conceptos e ideas sobre la intersección de personas, Internet, innovación y liderazgo. Potenciarás a organizaciones e individuales sobre cómo desarrollar sus negocios en este nuevo mundo. O quizá el conflicto entre cultura, educación y tecnología. Incluso a lo mejor compartirás experimento sobre estilo de vida, productividad y alto rendimiento. Quién sabe que podrás aportar al mundo.
8 factores diferenciales para ser conferenciante profesional
Entonces, ¿cómo ser un conferenciante profesional?
Primero, encuentra aquello que cambia las cosas que más importan en tu profesión y demuestra cómo tú lo has cambiado. Segundo, explica ese proceso. Tercero, haz que sea útil y accionable. Repite, mejora y sigue.
¿Te has preguntado alguna vez cómo es posible ganar once mil dólares por una conferencia mientras que otros trabajan para dar una gratis? Hay varios elementos clave que lo hacen posible.
Primero: posiciónate a ti mismo y anda el camino.
Segundo: desarrolla un contenido excelente que otros no tengan.
Tercero: crea una plataforma en torno a tu persona, donde los proyectos, fracasos, éxitos y vida te avale.
Cuarto: cuando salgas a un escenario, cada vez, tiene que ser el mejor trabajo de tu carrera.
Quinto: no necesitas ser divertido, necesitas ser inolvidable.
Sexto: cada hito debería aumentar tus honorarios.
Séptimo: mejora cada día. Técnica: 15 minutos al día (incluso sábado y domingos) sobre un tema aleatorio y frente a una pared en blanco.
Octavo: no ensayes sobre tu pericia, solo aprende de tus errores. Quien tiene que memorizar o aprender aquello que decir es que no lo practica.
Si estás interesado en ganarte la vida siendo conferenciante profesional, no trates de ser conferenciante profesional. Por cada charla, conferencia o seminario, mánchate las manos en cuarenta iniciativas, proyectos, campañas o negocios. El resto vendrá fácil. Ganar dinero hablando en público no debería ser una de tus preocupaciones.
Atribución imagen: Marc Ben Fatma.
6 comentarios
Últimamente estás en tu salsa Isra. Últimamente te sales de tu propia norma. Últimamente estas sobresaliendo de ti mismo al escribir. Últimamente estas en «la zona» en el «flow» de una forma que huele a alma y autenticidad. Gracias como siempre por estar ahí inspirando a la tribu.
Jamás me he planteado ganar dinero hablando en público. Sin embargo siempre me he planteado estar delante de la gente «compartiendo» mi visión, mi talento. Hoy me enseñas algo muy duro pero muy saludable. Me costaba preparar mi speech, me hacía guiones y aún así me costaba fluir delante de cámara. Un día descubrí que mi estilo está en la
Improvisación, pero algo me estaba faltando.
Hoy me has tirado contra el muro. Muy fuerte. Muy duro, con el punto ocho. Es verdad. Me está faltando poner en práctica mi visión. Y el cuerpo es sabio. Pues me lo estaba pidiendo mi intuición. Me lo digo a diario: Darío, ¿donde puedes poner en práctica tu proyecto, donde encuentras el espacio y la gente para hacerlo?
«Quien tiene que memorizar o aprender aquello que decir es que no lo practica»
Buscaré proactivamente cómo mancharme las manos con 20, 40, 80 iniciativas que sellen con fuego mi visión para el día que se de la oportunidad no tenga que memorizar nada, porque mi estilo es la improvisación. Ahí está mi flow.
Encuentra el trabajo que importa, hazlo y el resto llegará de forma natural y fluida. Vamos a ello Dario.
Ya lo encontré Isra. Está ahí hace tiempo. Me suele detener lo que ya sabes que nos suele detener. ¡Que te voy a contar a ti! Pero estoy en ello, dejándome fluir. También deteniéndome porque a veces hay que parar en seco cuando perdemos el norte. Pero ahí vamos. Con #descubretustalentos las cosas se mueven. Con el nuevo proyecto es donde me falta tracción. Pero no dejo de dibujar el mapa. Stay tuned. Saludos Isra.
Eso es Dario, nadie gana una carrera mirando a ambos lados.
Hola Isra,
Gran post, como bien dices practicar, practicar, practicar (y formarse) es la clave del éxito. Vivir como «speaker» no deber ser la clave si no disfrutar también del proceso, marcarte y medir las metas, eso es lo que he entendido de tu post :). Un saludo
Exacto Rubén. Trabajar para disfrutar y disfrutar del resultado.