Hay 168 horas en una semana. Incluso aunque trabajes 60 (más que la mayoría – esta semana pasada trabajé 54:26h) y duermas ocho horas al día, eso todavía deja 52 horas libres para hacer cualquier cosa. Tiempo más que suficiente para llevar una vida plena y vibrante. Sin embargo, para sacar esas horas y tenerlas disponibles necesitarás ser adaptable, hacer cambios, mover tareas y estar dispuesto a volver a empezar cuantas veces sea necesario. Las buenas noticias es que no es tan difícil como ahora estás pensando.
La clave es intercalar tareas personales mientras desarrollas las labores de tu profesión, sea la que sea. La Ultraproductividad diferencia dos tipos de trabajo, uno es el profesional y otro el personal. Uno es tan importante como el otro, no hay preferencias, por eso la clave está en equilibrar ambos, por una tarea profesional, va una tarea personal ¿Podrías o sabrías hacerlo? Sorprendentemente la mayoría de las personas con las que trabajo, asesoro, guío o formo en el Método UP, al principio no saben. Principalmente porque no lo consideran. Entonces, cuando la coherencia de saberlo les golpea, empiezan a reaccionar y hacer esos cambios tan sutiles y pequeños pero tan resolutivos en sus vidas.
La vida se mide en horas…
Así que la gestión del tiempo es gestión de la vida. Las elecciones inconscientes y las decisiones postergadas son los obstáculos que evitan que vivamos las vidas que queremos y merecemos.
La mayoría de nosotros no tenemos calendarios flexibles creados; trabajamos como deseamos y luego buscamos si hemos obtenido resultados, los particulares son irrelevantes. Un estudio que realizó una consultoría hace unos años concluyó que los high-performers que eran padres usaban las mismas estrategias (y rituales y hábitos).
Cuando mido mis días más ultraproductivos me doy cuenta que son aquellos donde mezclo (por partes casi iguales) el mayor número de tareas personales y profesionales. No importa la duración, lo que importa es la sensación que produce avanzar con tu familia, con tu trabajo físico, enriquecimiento intelectual, cultivación espiritual o gestión emocional, al mismo tiempo que escribes artículos, haces ventas, desarrollas proyectos, diseñas piezas creativas, grabas podcasts o vídeos, presentas tu negocio o empresa o finalizas las tareas clave que tu jefe solicitó.
Como la historia ya nos ha demostrado, puedes pasarte años detrás de encontrar a alguien que te de permiso para crear la vida que quieres, o puedes simplemente elegirte a ti mismo (autoempleado o trabajando por cuenta ajena) para trabajar como desees y entonces siéntate a disfrutar de lo que pasa.
La gestión de la vida va por delante de la del tiempo.
La vida es un riesgo, a vida o muerte.
Sé atrevido. Como decían los Estoicos, vive mientras puedas.
Atribución imagen: Evans E.