Debatamos sobre el riesgo y la incertidumbre verdadera. Hay tres tipos de riesgos relevantes en el contexto que vivimos:
Riesgo: medible de forma estadística. Ejemplo: la probabilidad de ir a la bancarrota porque los 5 mejores clientes, de 15 que tiene tu cartera, te abandonen.
Ambigüedad: difícil de medir de forma estadística. Ejemplo: la probabilidad de acertar en 10 presentaciones de venta a un gran grupo de inversores. 5 de ellos interesados en tu proyecto, y el resto desconociendo si quieren invertir.
Incertidumbre verdadera: or Incertidumbre Knightian (Frank Knight, de la Universidad de Chicago, quien distinguió riesgo de incertidumbre). Este elemento es imposible de estimar o predecir. Ejemplo: la probabilidad de acertar el número de la lotería de la semana próxima.
Habilidad núcleo crítica: incertidumbre verdadera
La mayoría de negocios y emprendimientos, como es el caso de las empresas y movimientos disruptivos (Airbnb, Uber, bitcoin, blockchain, etc.) conllevan incertidumbre verdadera, asegurado. Mientras muchos negocios, emprendedoras y empresarios de todos los tamaños son buenos aguantando y bailando con el riesgo. Lo que es único, muy escaso, y por consiguiente algo extraordinario. Eso es la habilidad núcleo de navegar y sobresalir entre la incertidumbre verdadera. No es solo la voluntad a tomar riesgos, sino la predisposición de arriesgar en las fauces de lo desconocido y ante resultados impredecibles.
La respuesta más probable es también la más simple: ninguna de esas personas cree que lo que están haciendo es en realidad arriesgando.
Eso es. ¿Qué sucedería si los profesionales de hoy no fuera etiquetados por cuántas horas trabajan, productividad enfocada, o incluso genialidad? ¿Qué sucedería si la pieza más atómica de mentalidad ganadora fuera una tolerancia a la incertidumbre verdadera muy por encima de la media, debido a una baja percepción del riesgo o comodidad / adaptabilidad al desconcierto?
La clave: creemos en cosas imposibles, que otros no creen.
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