Qué ha sucedido durante 30 días al intentar limitar mi comunicación hablada y escrita a 4.000 palabras diarias – Experimento

Hace unos meses terminé un experimento que consistió en pasar 30 días seguidos intentando no utilizar más de 4.000 palabras al día, mucho menos que la media de una persona de unas 12.000 palabras diarias. Un experimento sobre limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras, donde medí principalmente las palabras escritas y habladas, eso fue un gran test donde pude desarrollar autoconsciencia, rigurosidad, solidez y determinación para evaluar e identificar dónde se iban todas esas palabras.

En el siguiente informe explico lo más relevante de intentar limitar mi comunicación a 4.000 palabras, y utilizo “intentar” porque no es nada sencillo lograrlo todos los días.

Resultados posteriores – vídeo

Ahora unos meses después, y para medir el impacto, eficacia y efectos del experimento sobre limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras, he grabado un vídeo donde explico que ha sucedido desde que empezó el experimento hasta acabarlo y dejar florecer los resultados:

experimento sobre limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras escritas y habladas

En este experimento tuve que emplearme a fondo para respetar el límite de palabras, como cada experimento que tratas de analizar y medir, al final acabas ganando consciencia, robustez, disciplina, consistencia y perspicacia. Solo con eso, ya has ganado.

Secciones del informe

  1. Cuadro de mando e indicadores.
  2. Listado abreviado del análisis experiencial diario.
  3. Aprendizajes validados.
  4. Resultados posteriores  – vídeo.
  5. Limitaciones y falsabilidad.
  6. Conclusiones

Cuadro de mando

  • Día.
  • Fecha.
  • Palabras escritas.
  • Palabras habladas.
  • Palabras totales por día.
  • Preguntas realizadas para evitar añadir más palabras de lo necesario.
  • Interacciones.
  • Qué cosas interesantes han aparecido como resultado.
  • Ventajas y desventajas encontradas.
  • Momentos complicados.
  • Excepciones.
  • Autoconciencia aplicada.
  • Autodisciplina aplicada.
  • Impacto recibido.
  • Empatía en el manejo de las palabras.
  • Satisfacción personal.
  • Problemas aparecidos.
  • Soluciones dadas.
  • Feedback resultantes.
  • Aprendizajes extraídos.
  • Sensaciones.
  • Observaciones.

>>> Acceso al cuadro de mando con los datos del experimento – limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras.

Listado abreviado del análisis experiencial diario

En esta parte recojo los datos que fue introduciendo como parte del análisis diario. Aquí he anotado desde los sucesos relacionados con lo que iba ocurriendo a diario hasta la cantidad de palabras que dedicaba a cada una de las actividades que llevaba a cabo cada día en experimento limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras.

Día 1:

  • Corte drástico en redes sociales, mensajes de menos de 30 palabras. Reducción del 50% de los contenidos.
  • Respuestas en mensajes de máximo 10 palabras.
  • No mantener conversaciones de más de 50 palabras.
  • Audios de 10 segundos y máximo 3 audios por tres personas al día.
  • Día sin muchas dificultades en cuanto a restricción de palabras.

Día 2:

  • Hoy los mensajes en iMessage se han llevado 600 palabras.
  • El post de hoy se ha llevado otras 600 palabras.
  • La consultoría online 1:1 de una hora se ha llevado 2.500 palabras
  • La reunión con PKL Group para la plataforma web se ha llevado 500 palabras aproximadamente.
  • He consumido 300 palabras en los emails.
  • He anunciado que estaría menos activo de costumbre debido a que tenía que medir cuántas palabras utilizaba.
  • He cancelado una llamada online con mi querida hermana Natasja porque veía que me pasaba del límite de 4.000 palabras.
  • He dejado de responder 10 emails por haber pasado el límite.
  • He ido a trabajar para no tener que conversar.
  • He formulado el doble de preguntas que el día anterior al ver que me pasaba de las palabras permitidas.

Día 3

  • He cancelado tres conversaciones online.
  • He realizado 2 publicaciones que sin apenas texto.
  • He aplazado una entrevista para no pasarme de las palabras porque ya las había consumido en una consultoría 1:1.
  • He comunicado con personas con imágenes y capturas de pantalla.
  • He llegado a las 4.100 palabras, incluso teniendo dos reuniones de negocios, y una presentación a un gran inversor.

Día 4

  • He utilizado alrededor de 1.000 palabras menos en una consultoría uno a uno.
  • En una de las reuniones más importantes de mi vida he soltado sobre unas 2.000 palabras, porque entre tres partes me han ayudado a contarlas.
  • He sido invitado a una cena de empresa de unos socios míos aquí en Miami y en 5 conversaciones he pasado las 5.000 palabras.
  • He reducido 1.000 palabras en todo lo escrito, ya que el día anterior escribí el post que iba a publicar hoy.
  • Sin embargo, en 48 minutos de podcast he lanzado 3.200 palabras.
  • He cancelado cuatro llamadas para no seguir pasando el límite.

Día 5

  • Sesión semanal con el Mastermind de Ultraproductividad: alrededor de 1.250 palabras en 40 minutos.
  • Gran tentación a dar la respuesta, pero eso hace hablar más y no ayuda demasiado, más preguntas es la solución.
  • He respondido a unos 78 mensajes privados en instagram , de 8 días, y he utilizado 145 palabras.
  • Artículo de hoy con 330 palabras.
  • Mensajes por trabajo, incluyendo imprevistos interesantes con proyectos, consumo, 276 palabras.
  • Hacer la compra: 48 palabras, incluyendo preguntas sobre productos y localización de los mismos.
  • Dos llamadas, una de 87 palabras. Y la otra de 34 palabras.
  • Comer en Pura Vida Miami, total 26 palabras.
  • Envío de emails: 412 palabras.
  • Trabajo publicar en redes: 112 palabras.

Día 6

  • Post de 410 palabras.
  • iMessage: 1.580 palabras.
  • Facebook messenger 200 palabras.
  • Publicaciones en redes sociales: 75 palabras.
  • Emails: 290 palabras.
  • Email proyecto: 490 palabras.
  • Vídeo youtube  – 38 minutos: 9366 palabras
  • Herramienta para calcular palabras por minutos: https://copywritely.com/es/words-to-minutes/
  • Gasto de palabras habladas: 30 palabras (conmigo mismo)
  • Día duro, y pasándome de palabras debido al vídeo, era una excepción necesaria que había que hacer.
  • Apenas he utilizado el lenguaje verbal para comunicarme.
  • He escuchado y observado más que ningún día.

Día 7

  • Meeting con Salva: 750 palabras – aproximadamente.
  • Llamada con Roberto: 490 palabras – aproximadamente.
  • Meeting con Josef  y Zorzano: 675 palabras – aproximadamente.
  • Redes sociales: 76 palabras.
  • Artículo: 170  palabras (edición)
  • Llamada Emmanuel: 660 palabras.
  • Mensajes: 130 palabras.
  • Consultoría Miguel: 1.400 palabras.
  • Más control sobre los silencios y más a la expectativas y con menos liderazgo sobre conversaciones.

Día 8

  • Día de trabajo con Miguel: 3.600 palabras habladas.
  • Mensajes, emails, posts: 1.100 palabras.
  • Optimizando palabras en consultorías, preguntando más que hablando.
  • Tres llamadas de teléfono: 890 palabras.

Día 9

  • Conversaciones con Guillermo y Miguel: 1.200 palabras.
  • Trabajo, emails, mensajes: 500 palabras.
  • 3 llamadas de teléfono: 1.400 palabras.
  • Día con muy poca actividad de comunicación, profesional y personal.
  • Post: 310 palabras.
  • Conversación con Woody – 570 palabras.

Día 10

  • Conversación y encuentro con Jorge Flo: 1.200 palabras.
  • Consultoría online con Andreu: 550 palabras.
  • Consultoría online con Gastón: 430 palabras.
  • Sesión de trabajo online con Olga: 1.500 palabras.
  • Entrevista online de 50 minutos: 4.900 palabras.
  • Emails: 230 palabras.
  • Mensajes: 175 palabras.
  • Dos llamadas de teléfono: 189 palabras.
  • Redes sociales: 59 palabras.
  • Bien manejado y sin complicaciones.

Día 11

  • Conversación con Luigi: 550 palabras.
  • Publicar en redes y copys: 310 palabras.
  • Vídeos especiales para comunidades (9 vídeos): 1.790 palabras.
  • Entrenamiento de 4 horas y ratos con amigos: 2.100 palabras.
  • Llamada a mis padres: 540 palabras.
  • Emails: 167 palabras.
  • Mensajes: 210 palabras.

Día 12

  • Conversación con Nando y Oscar: 1.600 palabras.
  • Podcast: 2.100 palabras.
  • Llamada familia: 590 palabras.
  • Emails: 190 palabras.
  • Post: 390 palabras.
  • Publicar redes sociales: 230 palabras.
  • Responder tweets: 110 palabras.
  • Cena navidad con amigos: 1.300 palabras.
  • Mensajes sociales: 430 palabras.
  • Postales navideñas: 190 palabras.
  • Sigo concretando y permaneciendo en silencio más que habitualmente.
  • En la cena de Navidad, reduje drásticamente la cantidad de palabras que suelen salir de mí.

Día 13

  • Mastermind online Ultraproductividad (40 minuto): 1.200 palabras.
  • Post: 330 palabras.
  • Publicaciones redes sociales: 510.
  • Rato con Woody (95 min): 250 palabras.
  • Llamada a mi hermano (35 min): 670 palabras.
  • Audios mensajes: 219 palabras.
  • Mensajes de texto: 312 palabras.
  • Emails: 60 palabras.
  • a menos tengo que decir, más paz, claridad y armonía encuentro.

Día 14

  • 1:1 con Juan Magariños (1h): 2.100 palabras.
  • Conversación con Oscar y Nando: 560 palabras.
  • Llamada Jorge: 50 palabras.
  • Mensajes audio: 67 palabras.
  • Post: 570 palabras.
  • Emails: 123 palabras.
  • Redes sociales – publicar: 65 palabras.
  • Responder mensajes sociales: 32 palabras.
  • Voy reduciendo las palabras y ampliando mi impacto.

Día 15

  • 1:1  con Oscar Lobo: 1.400 palabras.
  • Micro 1:1 con Loles: 790 palabras.
  • Entrevista Mark Manson (90 minutos): 1.100 palabras.
  • Reunión de propuestas y proyectos: 430 palabras.
  • Mensajes: 130 palabras.
  • Redes sociales – publicar: 79 palabras.
  • Emails: 125 palabras.
  • Conversación con masajista: 80 palabras.
  • Estoy aprendiendo mas de parar y contar palabras que de limitarme a ellas.
  • Llamada a Mike: 58 palabras.

Día 16

  • Mastermind jornada de trabajo – 3:30h: 3.900 palabras (aproximadamente – contadas)
  • Vídeo grabación de Día Cero (32 min): 2.900 palabras.
  • Zoom con Julian y Giulia (45 min): 1.900 palabras.
  • Post: 476 palabras.
  • Redes sociales: 167 palabras.
  • Mensajes texto: 45 palabras.
  • Mensajes audio: 290 palabras.
  • Emails: 46 palabras.
  • Teléfono con Jorge: 240 palabras.
  • Llamada con Gaby Castellanos: 67 palabras.
  • Hacer la compra: 26 palabras.
  • Hoy he tenido que aplicar excepción a una jornada de trabajo que lideraba y al vídeo de grabación del resumen de las vivencias en USA.
  • Contención en mucha comunicación.

Día 17

  • Entrevista a Dennis McKenna (1:30h): 560 palabras.
  • Entrevista de Luis García (20 min): 720 palabras.
  • 1:1 con Ximo Fornés (1h): 1.100 palabras.
  • 1:1 con Olga Blasco (45 min): 950 palabras.
  • Post: 554 palabras.
  • Conversar con Luis: 176 palabras.
  • Emails: 169 palabras.
  • Redes sociales: 111 palabras.
  • Mensajes escritos: 76 palabras.
  • Mensajes hablados: 256 palabras.
  • He visto en bastantes ocasiones como no me iba de las palabras que tenía que añadir callaba y añadía solamente lo justo.
  • El mantra «no hablaré nada que me debilite» es crucial.

Día 18

  • Pasar el día con Ola: 2.900 palabras.
  • Escribir: 550 palabras.
  • Cena con Dani y Natalia y Ola: 1.100 palabras.
  • Mensajes escritos: 380 palabras.
  • Llamadas: 340 palabras.
  • Reunión con Salva: 1.450 palabras.
  • Redes sociales: 68 palabras.
  • Conversaciones aleatorias: 120 palabras.
  • Desconectar de lo que sabemos hacer y cómo lo sabemos hacer.

Día 19

  • Preguntas realizadas mucho más que casi hablar.
  • Conversación con Luis: 610 palabras.
  • Mensajes texto y social messaging: 280 palabras.
  • Llamada Ana: 540 palabras.
  • Meeting Nando: 379 palabras.
  • Llamada Omar: 390 palabras.
  • Redes sociales: 59 palabras.
  • Mensajes voz: 180 palabras.
  • Conversaciones grupales: 780 palabras.
  • Emails: 21 palabras.

Día 20

  • Conversación en el avión con Tata (3h): 3.300 palabras.
  • Llamada a Guillermo: 400 palabras.
  • Llamada Jorge: 130 palabras.
  • Interacciones humanas (conversaciones): 195 palabras.
  • Post: 310 palabras.
  • Llamada Omar: 270 palabras.
  • Redes sociales – escritas (publicar): 79 palabras.
  • Mensajes grabados en redes sociales: 148 palabras.
  • Mensajes escritos: 56 palabras.
  • Mensajes de audio: 267 palabras.
  • Viaje: 37 palabras.
  • Emails: 98 palabras.
  • Consciente de que el rato en el avión era intenso, pero hablando despacio, sin prisa, preguntando más que saliendo de mi boca y tomando espacio y tiempo para responder.
  • Encuentro una gran estabilidad a la hora de conversar y responder así como aportar.

Día 21

  • Meeting proyecto con Javi Florez: 560 palabras.
  • Mensajes sociales (texto): 560 palabras.
  • Mensajes sociales (audio): 420 palabras.
  • Post 1: 459 palabras.
  • Post 2: 120 palabras.
  • Emails: 254 palabras.
  • Trabajo en proyectos (escrito): 213 palabras.
  • Conversación conmigo mismo: 178 palabras.
  • Escritura adicional: 321 palabras.
  • Cuánto más pasa el tiempo más me adapto a comunicarme menos y con más autoconsciencia.

Día 22

  • Post: 780 palabras.
  • Entrevista Manex Ibar (1:30h): 1.600 palabras.
  • Interacciones masajista: 234 palabras.
  • Ir a hacer la compra: 18 palabras.
  • Emails: 245 palabras.
  • Mensajes voz: 439 palabras.
  • Mensajes texto y responder comentarios IG: 256 palabras.
  • Redes sociales (publicar): 159 palabras.
  • Gestiones de trabajo: 127 palabras.
  • Interacciones vecinos: 36 palabras.
  • Trato de pausar más cuando voy a hablar, menos consciente al escribir, pero más atento a decir menos.

Día 23

  • 1:1 con Juan Magariños (1:05): 1.500 palabras.
  • 1:1 con Olga Blasco (1:15h): 1.200 palabras.
  • Meeting con Aitor (50 min): 1.345 palabras.
  • Encuentro con Tata (3h): 2.800 palabras.
  • Post: 345 palabras.
  • Subir podcast: 120 palabras.
  • Vídeo imparables (9 minutos): 1.850 palabras.
  • Vídeo Día Cero: 2.100 palabras.
  • Emails respondidos y enviados: 310 palabras.
  • Mensajes (audio): 343 palabras.
  • Mensajes (texto): 189 palabras.
  • Redes sociales – publicar: 39 palabras.
  • Llamada Jorge: 45 palabras.
  • Llamada a mi madre: 87 palabras.
  • Conversaciones aleatorias: 111 palabras.
  • El día que más palabras he utilizado.

Día 24

  • Post: 1.010 palabras.
  • Meeting Woody: 345 palabras.
  • Llamada Rodolfo: 430 palabras.
  • Cena con Jorge Flo: 2.100 palabras.
  • Meeting David Burgman: 567 palabras.
  • Llamada Bárbara: 456 palabras.
  • Meeting Doug: 569 palabras.
  • Emails: 167 palabras.
  • Redes sociales – publicar: 145 palabras.
  • Responder mensajes Instagram: 370 palabras.
  • Llamadas de teléfono: 56 palabras.
  • Mensajes sociales (audio): 89 palabras.
  • Mensajes sociales (texto): 58 palabras.
  • Llamada Chris Roth: 467 palabras.

Día 25

  • Gran mañana con Tata: 900 palabras.
  • Llamada a Inti: 590 palabras.
  • Cuestionario retiro:  320 palabras.
  • Wakeboarding con Jorge Flor (2:30): 890 palabras.
  • Llamada a mi madre: 180 palabras.
  • Llamada a Elena: 58 palabras.
  • Redes sociales: 79 palabras.
  • Comentarios en Youtube: 370 palabras.
  • Llamada a Gaby: 89 palabras.
  • Emails: 245 palabras.
  • Mensajes (audio): 69 palabras.
  • Mensajes (texto): 199 palabras.
  • Con más consciencia en las interacciones, más calmado.
  • Redactar emailing Imparables: 430 palabras.

Día 26

  • Meeting Gaby Castellanos (1h): 1.300 palabras.
  • Call Juan: 320 palabras.
  • Meeting Tucho y José (46min): 790 palabras.
  • Call Diego Infante (25 min): 367 palabras
  • Call Nando: 579 palabras.
  • Meeting Salva (1:15h): 1.567 palabras.
  • Post: 289 palabras.
  • Publicar redes sociales: 56 palabras.
  • Responder tweets: 32 palabras.
  • Responder comentarios youtube: 389 palabras.
  • Responder emails: 256 palabras.
  • Call Jorge: 35 palabras.
  • Llamada familia: 89 palabras.
  • Optimizando mi discurso y lo que comunico, diciendo menos en redes, publicando sin tanta floritura.
  • Mensajes sociales escritos 60 palabras.
  • Mensajes sociales (audio): 17 palabras.
  • Comunicación gestión de proyectos: 67 palabras.

Día 27

  • Meeting trébol digital: 600 palabras.
  • 1:1 Oscar Lobo (1h): 1100 palabras.
  • 1:1 Julio García (20 min): 430 palabras.
  • Meeting Natasja (40 minutos): 678 palabras.
  • Post: 345 palabras.
  • Redes sociales – publicar: 34 palabras.
  • Emails: 56 palabras.
  • Mensajes sociales (texto): 99 palabras.
  • Mensajes sociales (audio): 145 palabras.
  • Llamadas: 134 palabras.
  • Conversación conmigo mismo: 211 palabras.
  • Adapto mi comunicación a menos palabras.

Día 28

  • Entrevista Ismael Cala: 456 palabras.
  • Irene Lai meeting (40 minutos):  544 palabras.
  • Post: 456 palabras.
  • Vídeo estoicismo (11 min): 1.456 palabras.
  • Vídeo Imparables: 1.200 palabras.
  • Reunión nuevo proyecto: 680 palabras.
  • Emails: 345 palabras.
  • Mensajes sociales (texto): 279 palabras.
  • Mensajes sociales (audio): 345 palabras.
  • Redes sociales – publicar: 157 palabras.
  • Meeting Víctor Ronco (31 minutos): 399 palabras.
  • Llamadas: 167 palabras.
  • Menos palabras, menos reacciones, menos disgustos.

Día 29

  • 1:1 Ximo Fornes (1h): 1.500 palabras.
  • Post: 379 palabras.
  • 1:1  Sergio Leyva (22 min): 454 palabras.
  • Mensaje audio Manex (6 min): 599 palabras.
  • Mensajes sociales (texto): 256 palabras
  • Mensajes sociales (audio): 194 palabras.
  • Entrenamiento con Luis: 433 palabras.
  • Entrenamiento con Jorge y Álvaro y conversación: 675 palabras.
  • Llamada con Guillermo Fierro (40 min): 289 palabras.
  • Editar posts: 179 palabras.
  • Emails: 345 palabras.
  • Veo la necesidad de aportar menos, de distanciarme más, de no ser tan importante.

Día 30

  • Llamada a mi asesor (25 minutos): 376 palabras.
  • Sesión de trabajo Natasja (1:40h): 789 palabras.
  • Podcast-post: 765 palabras.
  • Emails: 245 palabras.
  • Meeting Aitor y Álvaro para proyectos (38 minutos): 650 palabras.
  • Taller online Imparables (2h): 3950 palabras.
  • Trabajo 1:1 con Luis Casanovas: 867 palabras.
  • Mensajes sociales (texto): 169 palabras
  • Mensajes sociales (audio): 198 palabras.
  • último día y noto esa tranquilidad, pausa, prudencia y sosiego y sobre todo calma y seguridad al no necesitar hablar más de la cuenta.

Aprendizajes validados al limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras

Este es un listado de los aprendizajes validados después de terminar el experimento que tenía como fin limitar la comunicación hablada y escrita y ver los efectos producidos tanto a nivel personal, valorando las emociones, el comportamiento, los impulsos, las restricciones, el progreso y las facilidades y obstáculos encontrados.

Limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras escritas y habladas

Los aprendizajes del experimento de limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras se validan a través del análisis de los indicadores que se pueden encontrar en el cuadro de mando.

  • El total de palabras escritas en los 30 días de experimento fue aproximadamente de 34.410 palabras. Mientras que las habladas ascendieron a 125.467 palabras. Lo que deja de manifiesto la importancia de las interacciones verbales. El total de palabras asciende a 160.084 (teniendo en cuenta los porcentajes de falsabilidad que podrían aplicarse). El experimento trataba sobre limitarse a unas 4.000 palabras al día, lo que da una cifra de 120.000 palabras en los 30 días. Lo que significa que hemos estado 40.000 palabras por arriba, la mayoría habladas.
  • En esos 30 días se han realizado unas 1.030 preguntas como medida de contención para reducir las palabras que se utilizan al hacer una explicación, descripción, dar una opinión, contar una historia o cualquier otro tipo de interacción. Sin duda alguna las preguntas sirven como mecanismo de escucha, atención y atajo para utilizar menos palabras que estando en el otro lado.
  • El parámetro “interacciones” se refiere a cuantos encuentros hablados se dieron en el día, habiendo un mínimo de 0 interacciones y un máximo de 62, sumando un total de 408 interacciones con otras personas en los 30 días. En el cuadro de mando queda claro que a más interacciones mayor el número de palabras habladas utilizadas, por lo que, para encontrar un equilibrio, más preguntas se deberían emplear.
  • El indicador “interesante” está destinado a medir lo más relevante que se originó entre las interacciones, las preguntas y el intentar limitar las palabras a la cifra establecida (aunque en ocasiones se sobrepasara la cifra), de todo lo más destacado, podemos resaltar una mayor atención y control de cómo utilizar la comunicación, una mayor actividad mental – ya fuera creciente o decreciente en algunos casos  – más empatía, más control sobre uno mismo y una mayor facilidad para decir más con menos.
  • Pasamos al parámetro “ventajas”, que se refiere a los beneficios derivados de seguir el experimento de la forma más fidedigna posible; entre todos los inputs recibidos, se destaca lo siguiente: mejor comunicación, menos fricción externa, más conciencia, más fluidez de movimiento, pensamientos y sentimientos, más conexión con otras personas, una mejor escucha y permanecer en quietud comunicativa.
  • En cuanto a las “desventajas” podríamos destacar las siguientes: algo de autosabotaje al inicio del experimento al darse cuenta de que ibas excediendo los límites, tener que limitar el lenguaje cuando tienes la necesidad de expresar algo más, y dejar conversaciones sin acabar o en saco roto por no tener más palabras que utilizar.
  • El medidor de los “momentos complicados” recoge las situaciones más complejas a raíz de las pruebas realizadas. Uno de los problemas más usuales fue el tener que cortar conversaciones, la falta de comunicación, la reducción de explicaciones y dar la sensación de austero y reservado en conversaciones.
  • En cuanto a los “momentos divertidos”, que se refieren a lo más refrescante de los inputs del experimento, destacamos el uso de los emojis para simular conversaciones, cambiar de temas, quitar al “yo” de en medio, decidir pasarte bien pasado del límite y bromear mucho con las restricciones que el experimento suponía.
  • El indicador de “excepciones” se creó para poder justificar situaciones en las que era adecuado saltar el límite de palabras. Aquí se ha repetido bastante las consultorías online con clientes, jornadas de trabajo online y algunas conversaciones profundas con algunos amigos. No ha habido demasiada problemática aquí.
  • Ahora pasamos a los indicadores cualitativos en escala de valores (del 1 al 10):
  • Autoconsciencia mide de la capacidad de darte cuenta de las palabras escritas y habladas, donde el promedio en los 30 días ha sido de un 7.6 de un total de 10, lo cual indica que ha jugado un papel importante y por lo general ha sido un factor determinante en el experimento, siendo la causante de no exceder el número de palabras en la mayoría de ocasiones.
  • Autodisciplina refleja la capacidad para mantener el tipo y no violar las pautas creadas para demostrar la hipótesis. La media es de 7.1, también sobre 10. Sin esta fuerza de voluntad a estos niveles no hubiera sido posible poder, seguramente los resultados hubiesen sido más desfavorables en cuanto a mantener el límite de palabras.
  • El “impacto” mide la trascendencia diaria de la limitación de palabras, la media es de 6.3 sobre 10, lo que indica que no ha sido tan determinante a nivel personal y profesional.
  • “Empatía” se refiere a cómo nos hemos relacionado con las interacciones externas. La media de los 30 días es de un 6.8, por encima de la media y con buenas sensaciones y resultados en cuanto a cómo comunicarnos con los demás.
  • El último es “satisfacción personal” que funciona como un indicador cualitativo final de cómo se ha percibido el día después de limitarse a 4.000 palabras escritas y habladas. El número final es 7.4 sobre 10, lo que indica que el límite de palabras ha ejercido una influencia positiva en la satisfacción sobre las acciones llevadas a cabo.
  • Seguimos con “problemas” indicador clave referente a cuál fue la problemática originada de la limitación o extensión de palabras. Lo más relevante y extraído desde este parámetro es que hubieron dificultades en la gestión de las 4.000 palabras diarias. Otro problema relevante fue la cantidad de talleres, consultorías, reuniones e interacciones programadas para tan pocas palabras disponibles. La longitud de llamadas y conversaciones fue otro problema derivado. Todo esto deja claro que no vivimos en un mundo creado para decir menos, sino todo lo contrario.
  • En “soluciones” buscábamos el aporte para solucionar los problemas aparecidos durante cada uno de los días. Lo más destacado al ojear el cuadro de mandos es la virtud de la prudencia como remedio a casi todos los escollos aparecidos por la limitación de palabras. Algo que definitivamente se ha “entrenado” desde el principio al fin de este experimento.
  • En el parámetro “feedback” intentamos sacar la clave para mejorar hacia el día siguiente. Ser consciente en la mañana ha predominado por encima de la media, lo que quiere decir que recordarse a uno mismo el límite de palabras ayuda a poder dedicarle atención al asunto y no actuar a libre albedrío. El no juicio ayudó también. Ampliar los recordatorios en la tarde y noche, y apoyarse en la comunicación visual y no verbal fueron importantes.
  • En “aprendizajes” nos topamos con un indicador diseñado para recoger las lecciones extraídas a diario. Aquí resalto quizá la clave del experimento, o el punto más determinante, y es llegar al descubrimiento que no estaba actuando, pensando, hablando y operando desde un espacio de tranquilidad y confianza, sino desde uno basado en el modo supervivencia, por necesidad más que por voluntad y elección. Reconocerlo ha sido transformador, porque ha abierto las puertas a una nueva etapa de mi vida, donde me dirijo hacia donde explico en este vídeo.
  • Finalmente, en “sensaciones” recogemos el sentimiento más predominante al final del día. Algunos de los que más han aparecido son calma, autocontrol, tranquilidad, despreocupación, ligereza mental y más atención al detalle. Menos palabras implica menos carga emocional y mental.

Limitaciones y falsabilidad

Es necesario resaltar que al limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras, han aparecido ciertos aspectos que limitan la fiabilidad de los datos al 100%, eso es lo que se explica en esta sección.

La limitación más importante en este experimento ha sido la de contar las palabras habladas y ser exactos en su recuento, por eso, lo que se ha hecho ha sido sacar una media ponderada por minuto hablado. Esto ha simplificado y facilitado el poder tener una cifra aproximada de la parte verbalizada. Digamos que el margen de error en la certeza del número de lo hablado podría rondar entre un 30%.

Hay también cierta falsabilidad, alrededor de un 20%, en el recuento de las palabras escritas, porque aunque hemos utilizado un contador de palabras, solo en un 70% de los casos lo hemos realizado de forma exacta.

El resto de datos han sido fielmente registrados, con la mayor dedicación y fiabilidad para poder concluir los resultados del experimento.

Conclusiones al limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras

La primera gran conclusión es la tranquilidad mental que deriva de no decir tanto como podrías, y la claridad de no escribir tanto como deberías. Se confirma que menos es más, no porque menos ayuda a comprender más o mejor, sino porque menos nos ayuda a detenernos y ser autoconscientes, lo cual ayuda a todas las partes implicadas en el proceso comunicativo.

La segunda sería darnos cuenta de la cantidad de veces que desperdiciamos energías hablando o escribiendo, más lo primero, aunque ahora debido a los medios sociales y la mensajería social, también la escritura se maltrata. Además, esto genera sobrecomunicación, lo que lleva a pensar más de la cuenta, tanto en la reflexión como en la acción que puede resultar de la interacción, ya sea hablada o escrita.

Una tercera conclusión es que no es nada fácil comunicar bajo 4.000 palabras diarias, pero es posible, y con más rigurosidad y esfuerzo, sí se podría, aunque limitaría bastantes labores de comunicación personal y profesional. La parte positiva es que si subiéramos a 6.000 u 8.000 palabras, todavía estaríamos por debajo de la media y ahorraríamos muchas energías tanto de forma activa como pasiva.

Como cuarta conclusión apuntaríamos al entrenamiento en la restricciones de limitarte a utilizar menos palabras (tanto escritas como habladas), ese esfuerzo lleva a la práctica y la práctica a la optimización, lo cual se demuestra en el experimento, administrando con más soltura el manejo de palabras, a medida que avanzaban los días. El entrenamiento siempre funciona.

Finalmente, la quinta y última conclusión, estaría dirigida a la hipótesis, de que limitando la comunicación consigues un mayor espacio mental, estás más presente, tu enfoque es mayor, ganas paz interior y te desapegas de lo que usualmente te conduce por el camino equivocado, pensar demasiado.

Pregunta: ¿Qué pasaría contigo y tu vida si tratas de limitar la comunicación diaria a 4.000 palabras?

Atribución imagen: Diego Rua.

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3 comentarios

  1. Qué bueno!! Si ya el experimento parece muy interesante de por sí, las conclusiones lo demuestran. Hablamos mucho más de lo necesario!

    Grandísimo artículo

  2. Hola Carlos, soy Saray del equipo de Isra, Isra está ahora en La Gran Victoria ( aquí algo de info: https://www.youtube.com/watch?v=0lGEawfe-gc y https://isragarcia.es/desapego-total-isra-garcia-gran-victoria/ ) – un experimento sabático indefinido, con lo que no podrá responderte, pero vamos a tratar de hacerlo nosotros dándote las gracias por tu aporte.

    Gracias por estar aquí, por leer este post y por tu comentario, te invitamos a que sigas los podcasts de Isra https://isragarcia.es/podcast-2/ sobre disrupción y alto rendimiento holístico y accedas al listado completo con todos los experimentos de estilo de vida, biohacking y life hacking de Isra: https://isragarcia.es/experimentos/.

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