Hoy – minutos antes de empezar una juerga en Valencia y que probablemente pasará por Alicante hasta acabar en Madrid – escribo con magníficas noticias:
365 nuevos días, en forma del péndulo implacable del momento, frente a ti, cara a cara.
2015 ya ha dejado de funcionar, 2014 forma parte de la historia, 2013 es cosa de la prehistoria. Delante de ti, hoy. Sea lo que sea aquello que pasó hace unos días, ¿Ayer? no es relevante para la posición que el mundo espera que tomes, tampoco es relevante para mí, ni para tus lectores o clientes.
Dias pasados, 2015, fin.
Futuro, algo incontrolable, que no te pertenece ni mayormente es de tu incumbencia, tu control sobre el tiempo cercano, los próximos días o meses, es como hacerte escuchar en una sala llena de políticos, cero. 2017 es la mayor incógnita del mundo cuando el día de mañana es desconcertante, 2018 es una utopía, 2019 no sé si existirá ¿Lo sabes tú?. Antes que todo esto, hoy. Sea lo que sea aquello que pase en unos meses o en un año ¿Mañana? no ejerce poder de decisión sobre lo que más necesitas hacer para crear lo que algunos podrían llamar un buen futuro. Nadie que está marcando la diferencia en el mundo está preocupado por cómo va a a ser excepcional en un año, el esfuerzo que están realizando ahora es demasiado hermoso como para no disfrutarlo.
Días futuros, 2017, fin.
Hoy, 2016, vida nueva con la misma camisa de ayer. Milagro, la posibilidad de volver a ser colosal, la oportunidad de cambiar las vidas de personas que lo necesitan, la probabilidad de forjar tu propia leyenda y cavar una buena fosa en la que descansar cuando hayas agotado todo el jugo de la vida. Nosotros los optimistas, vemos un nuevo capítulo para la historia, un nuevo tomo para la leyenda, un nuevo paso para construir tu legado. Nosotros los optimistas, vemos hueco para más magia, desenfreno y encantamiento. Nosotros los optimistas, pensamos que la incertidumbre vendrá precedida del algo bonito. Trabajemos por ello, maldita sea.
Has tenido éxito, has fracasado, has sido reconocido, o todavía no eres nadie, sientes dolor por una perdida o te encuentras lleno porque lo tienes todo en esta vida. Frustrado por tu situación laboral o realizado por escalar peldaño tras peldaño hasta llegar a la fama. Ansiedad por que tu vida te controla como un títere o convicción y seguridad porque eres el dueño de tu tiempo. Sea como sea, estás vivo, brinda por ello, celebra. Alégrate. Sonríe.
Mira ahí dentro, detenidamente, no apartes la vida todavía ¿Lo ves? Exacto, eres más de lo que piensas que eres, eres la personas que sabes que llegarás a ser.
Estos somos nosotros, como dice mi amigo Nacho Ibernón, los invencibles, los que hemos peleado siempre, los que vamos a poder, los que lo éramos todo cuando apenas éramos nada, los que nunca se detuvieron, los que soñaron tanto despiertos que finalmente lo hicieron realidad, los que sobresalieron de si mismos. Los que éramos felices esforzándonos, aquellos que nos alegrábamos de fallar más que de terne éxito. Hablo de nosotros, los invencibles, los dibujantes, los insolentes.
Nota el calor que emana de este 2016, pronto empezará a prender y arderá, será un año intrépido. Que empiece ya, vivamos demasiado rápido, a fuego, sin perder el sabor de disfrutar cada segundo.
2016, un año para los invencibles. Fin.
(Artículo inspirado por un mensaje que recibí de Nacho Ibernón.)
Photo credit: Bratvolk.
2 comentarios
Que 2016 sea épico!!! Bravo Isra!!!