No importa loq ue lleves puesto, nunca lo ha importado.
Muchas personas se fijan en como otros visten para entonces juzgarles por lo que llevan puesto, esta persona es muy poco seria porque viste chandal, este otro es un gran profesional porque lelva americana y corbata. Lo cierto es que por ejemplo David Ruidor me contó en una entrevista que iba en chandal a reuniones con inversores para ver cómo ellos reaccionaban. Las apariencias no importan mucho, importa el ser humano en sí.En esta sociedad «predeterminada» en la que las apariencias es lo que realmente importa, o al menos, es en lo que tanto empeño ponen en que sigamos y mayormente algunos siguen, es a partir de ahí donde se juzgan a las personas por lo que parecen y no por lo que son – otra gran lección que nos brinda el Status Quo – toda una pena.
¡Buenas noticias! Hay una nueva posibilidad, algo que parece poder salvarnos de la mediocridad y los «archivos adjuntos«, la apariencia y lo «exterior» influye en medida del grado de convicción en lo que, como y porque lo haces, quien eres y a donde vas.
Cuando puedes responder a estas preguntas sin vacilar, poco importa lo demás. Mejor aún, cuando sabes que puedes responder a estas preguntas sin la necesidad de responderlas ante nada ni nade. Es entonces, cuando no es necesario explicar que posición ocupa la apariencia o lo que puedas pensar de nosotros.
Sé tú, céntrate solo en lo que depende de ti y deja que el resto haga lo que tenga que hacer.
No importa lo que lleves puesto.




