No importa loq ue lleves puesto, nunca lo ha importado.
En esta sociedad «predeterminada» en la que las apariencias es lo que realmente importa, o al menos, es en lo que tanto empeño ponen en que sigamos y mayormente algunos siguen, es a partir de ahí donde se juzgan a las personas por lo que parecen y no por lo que son – otra gran lección que nos brinda el Status Quo – toda una pena.
¡Buenas noticias! Hay una nueva posibilidad, algo que parece poder salvarnos de la mediocridad y los «archivos adjuntos«, la apariencia y lo «exterior» influye en medida del grado de convicción en lo que, como y porque lo haces, quien eres y a donde vas.
Cuando puedes responder a estas preguntas sin vacilar, poco importa lo demás. Mejor aún, cuando sabes que puedes responder a estas preguntas sin la necesidad de responderlas ante nada ni nade. Es entonces, cuando no es necesario explicar que posición ocupa la apariencia o lo que puedas pensar de nosotros.
Sé tú, céntrate solo en lo que depende de ti y deja que el resto haga lo que tenga que hacer.
No importa lo que lleves puesto.