Practicar Zazen, también conocido como el Budismo Zen, significa disfrutar del placer de sentarte y meditar. Bien, hasta ahí todo es normal, pero el Zen requiere que cuando te sientes a meditar, solo te sientes y no trates de meditar o hacer cualquier otra cosa.
El Zazen es bueno para nada, una enseñanza convertida en toda una tradición que comenzó con Dogen Zenji, el gran maestro Zen. El principal fundamento era ese, «solo siéntate».
¿Es bueno para nada?
Piénsalo, cuando meditamos; los principiantes quieren relajarse, enfocarse o aliviar sus problemas, los intermedios quieren despertar y los avanzados quieren llegar al Nirvana (o Satori en el Zen). Esto era algo que Dogen conocía muy bien, por eso solo cuando practicaba explicaba: «solo hay que sentarse, sin ninguna expectativa, incluso la iluminación».
¿Por qué? Porque si practicamos la meditación (o el Zazen) para alcanzar el Estado Sin Vuelta, solo hablamos de deseo egocéntrico. El cual sigue en su búsqueda de la verdad.
¿Qué hacer entonces? Bueno, según la expresión del propio Dogen, «lánzate en medio del camino sin esperar ninguna recompensa». Eso es lo que se llama «siéntate y ya» o Shikantaza dentro de sus enseñanzas.
Fue Kodo Roshi quien dijo por primera vez que la meditación es buena para nada.
Lo curioso para mí es que un día me di cuenta de esta misma afirmación, en una sesión de meditación de 3 horas que organicé en el confinamiento. Entonces, pensé que quizá alguien habría descubierto esto antes que yo, y me puse a buscar.
Así que este es mi consejo no solicitado. Soy consciente que es realmente complejo animar a que lo practiques de esta forma porque es bueno para nada.
Meditar sin expectativas (Zazen)
Sin una mente ganadora, sin bueno para nada, es trabajar sobre un Koan, acertijos que maestros pasan a sus discípulos para comprobar su progreso. Lo es, porque da igual los años que lleves meditando, siempre tendrás algo de expectativa. El error está en empezar a practicar porque tenemos una mente agitada, una pregunta que resolver o problemas importantes, porque vamos con la expectativas de encontrar algo que nos calme.
Es lo que en Zen llaman la mente que busca (Bodhicitta), la mente que busca algo, con eso presente, practicar es inútil. Ni siquiera deberíamos esperar la respuesta. Entonces aparece un conflicto que se hace más grande tanto y cuanto más practicas.
La solución: no la hay ¿a eso la esperabas?
Enfréntate al callejón sin salida, porque meditar sabiendo que es bueno para nada es la práctica más real del Budismo.
De esa forma tu vida tendrá sentido. Al menos la vida la tiene, porque no tiene por qué tenerlo, y si lo tiene y no lo he encontrado, entonces me da igual.
Atribución imagen: Eduardo.