Cuando eras niño, era difícil hacer un nudo.
Deletrear era difícil.
Y etar quieto.
No preguntar también lo era
Seguir instrucciones era difícil.
No hacer algo nuevo lo era.
Las matemáticas eran difíciles.
Curiosear también.
Ligar era muy difícil.
Entender los líos de adultos era algo bastante complejo.
Sin embargo, tan pronto como empiezas a crecer, las cosas difíciles empiezan a volverse más y más simples.
Este es el proceso:
- Aparece un desafío.
- Lo
enfrentas . - Lo
consigues o no loconsigues . - Mejoras,
creces . - Algo cambia en ti.
Pasas a un nuevonivel .Surgen un nuevo desafío.
Y así hasta el fin de
Y por cada uno de esos desafíos, llega una recompensa que cada vez es un poco más grande que la anterior.
La recompensa es proporcional a la magnitud del obstáculo.
El mensaje para ti y para mí:
Lánzate a por lo que encuentras difícil. Aprecia y bendice el desafío.
Ponte manos a la obra.
Atribución imagen: Matt Barber.