Mis fallos más pronunciados de 2013
En este 2013 he fallado no una vez, ni dos, ni tres, he fallado mucho. He fallado sutilmente y he fallado miserablemente. Hablarte de los fallos elegantes sería poco valioso, por eso aquí y ahora te voy a hablar de mis fallos más pronunciados durante este año pasado.
Mis grandes fallos en 2013
Considero que hoy puedo decir que he fallado útilmente en:
- No visitar a mis abuelos cada vez que he estado en mi ciudad y no los he visitado.
- Pensar que podría mantener una relación con alguien que era todo lo contrario a mi.
- Paradójicamente, pensar que podría mantener una relación con alguien idéntico a mi.
- Luchar, trabajar, desgastarme, utilizar todos mis recursos para conseguir algo y una vez lo he conseguido, despreciarlo y perder todo interés posible por ello. Triste pero cierto.
- Dejarme convencer que las personas que no cambian cambian. No cambian nunca.
- Creer en personas en las que en un principio no creí.
- Usar whatsapp en mis relaciones personales. Un desastre vaya.
- Empujar tanto a equipos de trabajo que incluso han llegado a sobrecogerse (y saturarse) por la situación.
- Pensar que todo el mundo piensa y actúa como pienso yo – o como me gustaría que lo hicieran.
- Ignorar la idea de que hay gente que no quiere ser impulsada.
- Manipular en lugar de persuadir.
- Utilizar el email para hablar sobre temas que debían ser hablados cara a cara. Supongo que lo llamaría, esconderme para no enfrentarme a lo que debía hacer.
- Enviar mis famosos “emails bomba” e incendiar más de un proyecto, dos y tres.
- Sacrificar humanidad por excelencia y brillantez.
- Liderar resultados y no personas.
- Mandar un proyecto al traste por no leer “BCC”.
- Crear dependencia por estar siempre tan presente y disponible.
- Ser odiosamente directo, claro y transparente en una reunión con clientes potenciales.
- En una conversación, con una persona, en pasado febrero. Estaba en problemas, no se sentía bien, quería hablar y alguien que le escuchara. Lo hice y después le dije “estás equivocada, lo que tu dices no es así, es de la siguiente manera…” no somos quien para decirle a otra persona como debería conducir su vida y más cuando está en problemas.
- Dejarme llevar por la amistad en un asunto de trabajo y evitar el haber firmado un contrato que haces unos días hubiera sido decisivo.
- Ayudar a aquellos que están lejos de mi en lugar de hacerlo con los que están a mi lado.
Cuando empecé a escribir este post la idea era intentar encontrar 12 fallos cometidos en el año pasado, uno por mes. Sin embargo, la facilidad con que cada uno de estos fallos – prolongados en el tiempo – se sucedían en en mis pensamientos ha hecho que extendiera la lista un poco más.
Afortunadamente el fallo ha estado activamente presente en todos y cada uno de mis 31 años, creo que sigo fallando como el primer día, pero en cosas diferentes, porque si fueran las mismas serían errores y no fallos. Es por eso que cada día sigo levantándome como el primer día.
Fallar me hace vulnerable y la vulnerabilidad me expone al peligro diario de decidir que voy a hacer que suceda ahora y después.
Photo credit: Christine.