Considera una lista simple parecida a esta:

Tu negocio.

Familia.

Amistades.

Prueba deportiva.

Adquirir hábitos.

Alto rendimiento.

Ultraproductividad.

Crear una comunidad.

Organizar un evento.

Vas a tener que luchar por cada cosa que quieras lograr, por los siglos de los siglos. Es muy poco probable que alguien venga y te elija, te descubra, te exponga a una audiencia multitudinaria o te ofrezca todo el apoyo que necesitas. Tal cual.

Nadie nunca se dará cuenta por sí solo de lo extraordinario/a que eres, cuan generoso/a, carismático/a o atento/a. eres. Nadie excepto tu mismo.

Eso casi nunca sucede, excepto para unos cuantos que ganaron algo así como una lotería galáctica, esos que estuvieron en el lugar adecuado en el momento adecuado. Un 3% de la población mundial.

Esto va para el 97% restante (quizás seas tú). Este 97%, por otro lado, tiene el privilegio del esfuerzo necesario para lograr marcar la diferencia.

Haz que suceda. Nadie lo va a hacer por ti. Excepto tu mismo.

Photo credit: Daniel Horacio.