Si piensas que tu jefe, compañero, colega o pareja es narcisista, es muy posible que estés en lo cierto.
En uno de los extremos sientes una auto-duda aguda, en el otro te encuentras con ese narcisismo tan ególatra.
Es algo difícil de aguantar.
¿Cómo sabes si alguien es narcisista?
¿Lo eres tú?
1. Proyectas inseguridades sin descanso
Imagínate jugar al juego de la patata caliente con el sentido de la pequeñez. Este tipo de personas dicen las cosas, de manera obvia o u sutil, que te hacen sentir menos inteligente, menos realizado, menos competente, menos preparado y menos respetado. Es como si estuvieran diciendo algo así cómo “no quiero que te sientas inseguro, poco importante o pequeño: aquí tu decides como sentirte”. ¿Te suena?
2. Odias las emociones
Los sentimientos significan que puedes ser conmovido por tus amigos, colegas, pareja. Sin embargo, ser conmovido es ser influenciado (en gran manera) y ser influenciado, es conseguir quebrantar tu perfecta autonomía. Lo cual un narcisista odia.
3. El control, siempre, sea como sea
Los narcisistas odian sentir como las preferencias de otros impactan en ellos, desde que no son “completamente independientes”. Así que en lugar de expresar sus necesidades, maniobran o mejor dicho, manipulan a las personas para que encajen en ellas (sus necesidades y objetivos).
Piensa en la persona que pierde los papeles con su pareja porque la comida no estaba lista cuando debía. Pierde los papeles porque en ese momento, está forzado a reconocer que depende de su pareja, algo que prefiere evitar reconocer.
Es personal
Si por cumplir uno de estos puntos debiera considerarme narcisista, posiblemente lo sería. Mi punto débil es el punto tres. He luchado – y sigo luchando – con la grandeza de perder el control. Innumerables han sido las ocasiones que me he encontrado a mi mismo manipulando a otra gente para siempre tener el control, incluso aunque pareciera que no lo tuviera o incluso aunque nunca dejara de perderlo.
¿Cómo lo trabajo? Cuando veo que trato de dominar algo, aunque sea de manera sutil, y me veo a mí mismo en ese camino, lo que hago es dejar que lo que sea me controle a mí y darme cuenta de que está siendo así. Es incómodo, pero funciona.
¿Qué haces con un narcisista?
Mi recomendación: juega su juego hasta que lo necesites, luego déjalo solo bailando.
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