¿Has intentado alguna vez despertar a un oso? Parece algo bastante complicado, pero ojo, porque las personas también hibernan y cuando lo hacen, son más difíciles de despertar que nuestro amigo el oso.
Aunque parece que una vez activados, nosotros, hacemos mucho más de lo que podríamos imaginar en un corto periodo de tiempo. Es por eso que estos días de Navidad, vemos una cantidad insana de compras. Antes de que acabe el año todo el mundo tiene sus deseos y propósitos listos. Cuando los Reyes Magos llegan, todos tienen escrita su carta de regalos.
La lección aquí es que, si esperas hasta que alguien te diga que es hora de salir de tu zona de confort, vaya, acabas de ceder tu libertad a alguien que podría despreocuparse de las cosas que te preocupan.
¿Qué hacer entonces? Es más eficiente y poderoso desarrollar el poder de romper tu propia hibernación, en tu propio calendario, de forma regular.
Hoy Nochebuena y mañana Navidad, tu teléfono sonará más que nunca. Verás más felicitaciones y memes que nunca, éstos inundarán las redes sociales. Comprarás más cosas inservibles que en ninguna otra época del año. Realizarás más acciones caritativas que en los siguiente once meses, perdonarás más, serás más generoso. Al menos eso dice la estadística.
Nada de esto es negativo de por sí, siempre que seas consciente de por qué lo haces.
No es el día de nadie, sino el tuyo propio, y al mismo tiempo es el día de todos.
Nochebuena, Navidad, Nochevieja o Año Nuevo están de más si solo incitan a la acción aislada.
Despierta, no solo en Navidad, si no cada día que permanezcas vivo, porque para eso estás aquí ¿no te parece?
Navidad es cada día, solo si despiertas.