El cambio no es la parte difícil, la resistencia al cambio lo es.
Cuando discutes con la realidad, pierdes, pero solo el 100% de las veces.
Ve en la dirección en la que el río fluye. Como emprendedores o empresarios, de forma constante estamos intentando que las cosas funcionen a nuestra manera, cómo queremos, cuando queremos, con quien queremos. Sé consciente y realista sobre aquello que interesa al mercado, clientes y tu público objetivo, incluso aunque sea difícil de aceptar para ti.
¿Quieres que tu negocio navegue exitosamente entre el cambio? Pregúntate:
- ¿Qué es aquello lo cual necesitas dejar de resistir? – ejemplo: cambiar el modelo de negocio, rediseñado tus productos, crear una nueva política de servicios, cambios en la distribución, etc.)
- ¿Qué es aquello sobre lo cual deberías ser honesto? – ejemplo: gastos excesivos, personal que ya no aporta nada en la empresa, reciclarte como profesional, etc.
- ¿Qué es aquello que siempre tratas de evitar? – ejemplo: despedir a alguien que no trabaja como es requerido, los objetivos de ventas, invertir en más equipamiento.
Céntrate en el cambio en el cual estás sumergido, o aquel que necesitas hacer. Los negocios que no aceptan, prestan atención y trabajan el cambio, no durarán durante mucho más.
Siguiente paso, escanea tu empresa, con la finalidad de identificar que es aquello que necesitas cambiar para adaptarte más rápido al cambio. El cambio no es algo malo, no algo que desearías que no pasara. Es simplemente una llamada de la vida para que seas más, para que tu negocio sea más, y que finalmente tengas más éxito.
Photo credit: Edwina.
Un comentario
Gran post.