Último día en Afrika Burn. Días intensos y llenos de paz al mismo tiempo. Reflexiono sobre las energías que empleamos en no fallar nunca, qué desperdicio.
El departamento de marketing trabaja cada día para no fallar.
El profesor obliga a los estudiantes a no fracasar.
La asociación requiere no errar en las convocatorias.
En cada puesto de trabajo en cada organización es mandatorio no hacerlo mal.
El fracaso es algo desolador, pero es una opción. Una buena opción
Hasta que no se demuestre lo contrario, nuestros cerebros saben cómo manejar el fracaso, solo que no lo hemos acostumbrado lo suficiente. El problema no está en la mente, el problema verdadero está en que nuestro ego no tolera fracasar, fallar o errar.
El mecanismo más efectivo de aprendizaje que tenemos se llama fracaso. Piensa en cada uno de los fallos que cometiste estas dos últimas semanas, analiza y examina las experiencias y te darás cuenta que has aprendido más de los fracasos que cometiste que de no fallar. Los resultados de un estudio en Scientific American sobre la correlación entre el aprendizaje y el fracaso concluye, que el cerebro aumenta su tamaño cuando aprendemos y fallamos. Y aunque al final acaba volviendo a su tamaño original, permanecen los caminos neurológicos creados durante el proceso de aprender / fallar.
No fallar es absurdo
Piénsalo, si no hubiera fracasado en tantas cosas, no estarías aquí. Sin el fracaso no tendríamos la oportunidad de progresar. No nos detendríamos a examinarnos y cambiar las cosas que nos ayudarán a dar los siguientes pasos.
No fallar significa que no arriesgamos a lo grande.
Significa que no hiciste nada nuevo.
Evitaste saltar a lo desconocido.
No cuestionaste lo que estaba pre-establecido.
Ignoraste nuestro consejo no-solicitado.
No fallar es una señal de que estás actuando (o pensando) demasiado pequeño.
No fallar no significa nada.
El fracaso es una decisión positiva.
Photo credit: imelda.
2 comentarios
Que cierto… no fallar es simplemente que no estas viviendo!!
Tal cual Javier.