Cuando mides una actividad, puedes mejorarla. La tecnología ha conseguido potenciar casi cada porción de nuestras vidas. Excepto las experiencias vitales, excepto las personas y excepto las sensaciones.
Seguro, puedes potenciar el tráfico de tu blog y las llamadas a la acción de tu sitio web. La campaña publicitaria para obtener mejores resultados. Claro, puedes potenciar la presentación de tu conferencia para un mayor impacto o el «pitch» para cerrar más clientes. Puedes hacer lo mismo con tu entrenamiento para obtener más agilidad, elasticidad y fuerza. Puedes potenciar tu alimentación para obtener más energía y enfoque. O puedes optimizar tus patrones de sueño para descansar mejor en el mismo tiempo de siempre. Incluso puedes potenciar tu vida sexual (según Vogue). Hasta puedes optimizar las neuroconexiones cerebrales con el Neurofeedback.
Entonces, en un instante determinado, te das cuenta de que estás invirtiendo toda tu energía en potenciar. No en disfrutar. No en experimentar. Y no en sentir. Y no en crear. Esto es algo de lo que me he dado cuenta en estos tres días de MadCool festival junto a Aitor. Ahora, mientras marcho hacia Santiago de Chile, reflexiono sobre la vida no potenciada, sino creada.
No potenciar a veces es una solución
Hay una línea muy delgada, porque por supuesto puedes potenciar tu alegría, tu experimento, tus sensaciones o tu creación, hasta el tiempo que inviertes en cualquiera de estas cosas. Puedes desarrollar superhábitos para amplificar tus mejores intenciones y hacer posible que hagas algo importante. Sí, lo entiendo, puedes estar ahí y ser algo genial. Sin embargo, existe la preocupación de que el ciclo de potenciación sin final pueda convertirse en una excusa. Un lugar donde esconderte cuando lo que deberías estar haciendo es confrontar el presente, la experiencia o lo desconocido. Mejor que estar luchando contra la escalera banal de la optimización. Mientras tú estás potenciando tu negocio, otros están creando nuevos. Mientras Tú optimizas tu vida, otros la están viviendo.
Estas son dos razones por las cuales resisto la tentación de:
- Potenciar al máximo mis posibilidades.
- Optimizar este blog para obtener tráfico y un mejor rendimiento.
- Planificar mi mañana.
Prefiero forzarme a mí mismo a mejorar cada una de estas tres cosas, teniendo las agallas de:
- Danzar con el momento lo mejor que pueda.
- Escribir mejores posts.
- Vivir despierto.
Atribución imagen: Aileen Yo.