Nos estamos quedando sin soñadores. El colegio y la universidad son los responsables. Hemos confiado durante años en la educación actual como respuesta a una mejor mejor civilización, pero ¿qué significa mejor? ¿más obedientes y menos curiosas? ¿todos hacia la misma dirección como borregos? ¿temerosos y asustados por lo que puede pasar si se salen del camino marca o violan las reglas?
Hemos fallado, hemos fallado miserablemente. Quisimos crear una educación donde enseñar a todo el mundo lo mismo masivamente, memorizar sin entender el uso o la razón, y por lo tanto obtener resultados mediocres. Todo porque hemos construido los fundamentos del sistema entorno a la obediencia y estandarización.
Podemos Cambiarlo
No todo está perdido, nunca nada está perdido.
Si podemos enseñar a nuestras generaciones el fundamento de soñar, ellos se encargarán por si solos de la gramática, la historia, la matemática y de la parte práctica, al minuto que eso les ayude a alcanzar sus objetivos y marcar la diferencia.
Si permitimos que los niños sueñen y les ayudamos a potenciar sus sueños y pasión, ellos se encargarán de hacer que algo suceda.
Photo credit: Ana_Rey.