El ocaso de nuestro querido país

Nuestro país España…

nuestro país EspañaUn personaje público muere, una parte, pequeña, mediana o grande, ríe y celebra.

Un educador se mofa públicamente de la muerte de un ser humano, un torero creo.

Calumniamos personas sin tener en cuenta el daño que podemos hacerles. Ignorando algo llamado la presunción de inocencia.

Cuando alguien tiene éxito, criticamos el éxito. Argumentando que debe haber hecho algo ilegal o sucio de alguna manera.

Si alguien falla, cuanto más famoso mejor, nosotros disfrutamos. Lo compartimos en las redes sociales, orgullosos de ello.

Escuchas comentarios como “estoy disfrutando de tu fracaso, en el sofá de casa junto a toda mi familia».

Cualquier político es un gran blanco para la corrupción.

Utilizamos la tecnología para fines perversos y sin escrúpulos. Como por ejemplo, atentar contra personas con las que no compartimos los mismos ideales.

Trata de hacer negocio con cualquier persona de este país, la mayoría solo apuesta por un “ganar – perder”. Su objetivo es poder engañarte y qué el/ella se lleve más que tú. Dejándote pensar que tu ganaste, pero no es así.

Vas a un partido de fútbol y llaman mono a una persona de raza negra.

No sabemos qué teníamos a Francisco Mojica. Un español como finalista para los premios Nobel de medicina-química. Sin embargo, sabemos de memoria el listado de candidatos de Gran Hermano o quién es él tronista de turno en Hombres, Mujeres y Viceversa.

Todavía pensamos que la crisis es la razón de este panorama lleno de decadencia y medicriodad.

Aspiramos a trabajos de por vida. Pensamos en las pensiones sin pensar qué trabajo vamos a realizar de forma excepcional.

Nos aferramos a las subvenciones porque hay subvenciones.

Muchos de nuestros mayores y nuestros niños están completamente al desnudo, casi a su suerte.

El único acto de patriotismo que compartimos como país empieza el 12 de octubre y acaba el 13 de octubre. Del mismo año.

La educación es algo que siempre cambia, cada cuatro años. Y parece que a peor.

Enseñamos justo a lo contrario que deberíamos enseñar.

Nadie tiene un euro. Sin embargo. Sorpréndetemente. Todos los centros comerciales están llenos. Los musicales abarrotados y los cines colapsados.

Nos quejamos de falta de productividad. También nos quejamos de que necesitamos nuevos episodios de Narcos, House of Cards, Juego de Tronos o Stranger Things.

Disfrazamos a personajes públicos con máscaras tontas y falsas y además los veneramos.

(Puedes añadir cientos de hechos como estos, o más definitivos…)

Nuestro país España, a la deriva

Lo más curioso. A veces incluso ridículo sobre la situación de nuestro país España. Es que todavía nos sorprendamos cómo estamos donde estamos y por qué.

Como dijo el respetable Larra «Dios nos libre de los héroes». O el incómodo Fernando Sánchez Dragó «este país es un enfermo terminal».

Amigas, amigos, se nos ha ido de las manos.

Photo credit: Ged Carroll.

PARTICIPA EN UN PROGRAMA EVENTO, EXPERIENCIA, TALLERES TRASCENDENTALES DE ISRA.

9 comentarios

  1. No sabría explicarlo mejor Isra. Todos los quejicas sistemáticos (ojo no digo que quejarse sea criticable, sí lo es la crítica como medio de vida) deberíant tener este manuscrito impreso adherido a la nevera de sus casas.
    Gracias!

  2. El problema de fondo en todas estas cuestiones es lo de siempre: la gente reacciona de esta forma porque, durante años, los medios y los poderosos se han ido encargando de evitar que la gente adquiera conocimiento útil, llenando ese espacio con morralla mediática y con distracciones.
    Y claro, al ocuparlo todo, la gente que no ve más allá (porque no CONOCE otra cosa) le da una importancia tremenda. A las Ritas, a las tontunas virales, a los deportistas y su tren de vida…

    Es un gran problema, porque hay millones, MILLONES viviendo esa existencia paralela, que no es real, y viven frustrados e impotentes, porque les han quitado la única forma de combatir la mediocridad, que es la educación y el acceso al conocimiento.

    Y desde arriba nadie va a mover un dedo por cambiar esto. Nos toca a los que, poco a poco, conseguimos averiguar cómo calar en estas personas, una por una al principio, y en grupos cada vez más grandes cuando funciona, para promover el cambio y abandonar el paisaje desolado que pintas en este post.
    Recordemos que es mucho más fácil hablar a un individuo. La masa es idiota. Siempre. A menos que no la descompongas y obligues a cada individuo a pensar por sí solo, y ahí es donde tenemos que trabajar.

    Yo quiero pensar que, a pesar del daño ya hecho, el cambio es posible, y que gracias a todas las oportunidades que esta época nos brinda, somos capaces de proponer, cada uno a su modo, miles de pequeñas alternativas que vayan cambiando el panorama y ayuden a fortalecer no solo a las personas con iniciativa y capacidad (económica e intelectual), sino a quien tiene un campo de acción más limitado por circunstancias de la vida. E Internet, y tú, y yo, y todos los que queremos MÁS para nosotros y para los que nos rodean, vamos a hacer que sea posible. Sudando la gota gorda, como cualquier lucha que merece la pena.

    Saludos,

    Carlos

  3. Totalmente de acuerdo con el problema Isra. Muy bien escrito y explicado. Pero, ¿qué soluciones proponemos? (esto es lo difícil).

    Un abrazo y gracias por compartir tu artículo.

  4. Si hay algo en este blog, no a diario, pero por lo menos una vez a la semana, es de esas propuestas A. García. No es lo dífícil, lo difícil es dejar de esperar a que alguien te diga qué es lo que debes o no debes hacer.

  5. Me rindo… no podría describirlo de otra forma… hinco la rodilla… no puede estar expresado mejor.
    Para haber nacido disléxico amigo Isra, nos das un empujón cada mañana con tus escritos y este, es espectacular.
    Con tu permiso o sin él, lo comparto. es espectacular.
    Gracias por tu trabajo jefazo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Artículos relacionados

Completa tus datos y un miembro del equipo de isra te contactará

Si estás tú, tu empresa, evento o proyecto, listo para Isra, él lo está para ti. Descubre cómo el arte de Isra puede impactar en tu misión y propósito: como conferencista más de 13 años y más de 400 conferencias, como consultor para más de 70 marcas, como formador en más de 500 sesiones, para liderar retiros disruptivos para líderes y equipos creativos y directivos, o acompañamientos «uno a uno» como ha hecho con más de 7.000 personas.