Escribo estas líneas en el aeropuerto de Fez. Pensando en cómo de inesperado y frenético había sido todo hasta llegar aquí. Recuerdo el día en el que Josef envió un mensaje de audio proponiéndome participar en la Titan Desert, en un principio no lo tomé seriamente, pero detrás de ese mensaje llegó otro y otro y finalmente una llamada, un día después, ya había una nueva aventura por delante, para mí también un nuevo experimento. Despejé la agenda por los días que iba a tomar la prueba (desde el pasado domingo 24 de abril hasta hoy lunes 2 de mayo) y empezamos a darle forma. Eso fue el 12 de marzo.
La aventura
Realizar la prueba Titan Desert de por si ya era una aventura, para mí que tenía cero técnica – ahora después de todo, he mejorado – y que había rodado apenas 4 o 5 veces con una BTT, la mejor opción para afrontar un desafío así fue prepararla y correrla montado en una Ajram Bikes, conocidas como las “Fat Bike”, con la diferencia que este modelo pesa solamente 10,3 kilogramos. A todo esto, tenía sobre 19 días de preparación y como 9 o 10 antes de enviar la bicicleta para Marruecos.
El experimento
Colocarme de nuevo en el filo de las cosas, hacer algo que no sé o nunca he tenido el suficiente valor de hacer, enfrentarme a mis miedos y a cosas que no me gustan hacer.
El sábado 24 de abril, en el último post, explicaba cual iba a ser la estrategia al estar tan absorbido y dedicado a mis compromisos profesionales y personales. Hoy, cuando leas estas líneas ya habré completado 662 kilómetros, seis etapas duras entre montaña y desierto con desniveles acumulados de hasta 2.000 metros. No llevé GPS, no llevé track, decidí vivirlo a mi manera, sin mapas, no tuve el suficiente tiempo ni he querido tenerlo para prestar atención a cómo usar este sistema de navegación. Ha sido algo para lo que no estaba preparado en ese momento, físicamente, no he tenido la más mínima intención de esconder que sí tengo experiencia encima de la bicicleta, fondo como corredor o experiencia en pruebas de ultradistancia – tanto positiva al lograrlo, como negativa al fracasar y no lograrlo. Igualmente me lancé a ello.
Me desnudo aquí
Voy a contarte lo importante que ha sido para mí esta aventura. Es la que más presión en menos poco tiempo ha ejercido en mí, porque de todas es ha sido la que más incertidumbre ha cernido sobre el resultado, lo que pasó, lo que encontré, momentos impredecibles, tensión, también diversión. He retomado la ilusión gracias a la prueba Titan Desert y a mi bicicleta, fue fugaz al principio, pero hoy aquí estoy, de nuevo con ese brillo en los ojos, con esa visión, con esa vivencia, con esos momentos de sobresalir y encontrar lo que había perdido, logré imposible, de nuevo. No quería fallarme, esto iba conmigo mismo, quería seguir disfrutando y aprendiendo y no bajar los brazos cuando la adversidad llegara, quería sobresalir desde dentro, por mí. A ti no te fallaré, aunque hubiera fallado, porque siempre te contaré lo no tan bonito desde mi vulnerabilidad.
Hay algo más para ti
Han sido ocho días sin escribir en isragarcia.es, ochos días desconectado de todo lo que no fuera enfoque radical, ocho días que han significado todo un mundo para mí, la estrategia fue acertada. Todo con un objetivo, durante cada uno de los siete días (seis días de prueba y uno de descanso) he grabado un vídeo por día – con la inestimable ayuda de Looker Photography – donde explico lo que he sentido en vivo en cada día de prueba, aprendizajes, errores, compañeros de equipo, supervivencia, trucos y todo lo que impactó contra mí.
A partir de mañana, a diario durante site días, publicaré cada uno de los vídeos por orden cronológico. En acabar concluiré con los resultados y aprendizajes del experimento.
Vivir intenso es vivir, realmente.
Photo credit: LookerPhotography.
3 comentarios
¡Enhorabuena Isra! Te he seguido en Facebook y me alegro que hayas completado semejante reto.
¡Espero los vídeos con muchas ganas!
Sigue así, superándote siempre. Inspiras a mucha gente.
Un abrazo.
Gracias Francesc. Seguimos a fondo.