¿Cuál dirías que es una de las acciones cotidianas más complejas hoy en día? ¿Qué es lo que, con toda probabilidad, más aterra al ser humano? ¿Aquello que menos podemos soportar? ¿Algo increíblemente fácil y al mismo tiempo exageradamente difícil? Todas las preguntas llevan a la misma respuesta. Quietud.
Observar, ser, estar
Hoy es el día veintidós de aventura, camino del Valle de la Muerte (California). Justo acabo de despertar, he permanecido quieto, luego he meditado – una forma de permanecer quieto, o intentarlo – mente y cuerpo. Hace dos días estuve en el Gran Cañón (Arizona), nunca pensé que llegaría allí, fruto de vivir la posibilidad. Salí a rodar con la fat bike unas tres horas. Cuando acabé de comer y antes de salir para Kingman (Arizona), ya estaba atardeciendo. Antes, me apetecía volver a asomarme al cañón y permanecer quieto, nada más. Observar, admirar, contemplar y practicar la quietud.
La idea de mi acto era estar allí, ser en ese momento lo que tuviera que ser. Nada de vídeos con la GoPro, no fotos espectaculares de tan fascinante escenario. Ver sin moverme mucho. Sin hacer demasiado ruido. Incluso sin la necesidad de mencionar una sola palabra. Un momento particular y personal que compartes con nadie más que tu mismo. Quietud de mente y cuerpo.
Mientras, un alboroto, no, mejor una desbandada de personas absorbidas por ver la foto mañana cuando lleguen a casa, ansiosas por el retrato, por la postal. Buscando la postura. Perdiendo el momento. Cosas que descubres, cuando permaneces quieto y tienes tiempo para mirar a tu alrededor.
La quietud cuesta
Mira en Bikram Yoga, la quietud, en la “postura del muerto” es una de las más importantes, ya que es donde recibes todo el beneficio de la postura previa que realizaste. No en vano es la postura que más veces practicas durante una práctica de Bikram. Permanecer quito, inmóvil, sin moverte, es esa la postura que usualmente cuesta. Siempre hay un movimiento que hacer, secarte el sudor de la frente, ajustar la toalla, subir el Mat, rascarte. todo menos practicar la quietud. Eso es un gran indicador.
Hace un tiempo, vi en TED esta charla y me marcó bastante. De ella saqué el sistema de Ultraproductividad “stand still” que practico todas las mañanas.
Permanece quieto (‘Stand still’)
Esta es mi píldora de valor para ti, espero:
Elige dos momentos al día, si puedes aquellos que más actividad mental tengas. Enciérrate en alguna habitación donde no haya televisión, teléfono, música, dispositivos móviles, internet, objetos que se muevan y puedan distraerte, o cualquier otra cosa que no seas tú como el epicentro. Entonces, o bien de pie, o bien sentado, permanece quieto e inmóvil durante cinco minutos. No es mucho, prueba con esos cinco y luego cada mes ve aumentando cinco más, Veinte minutos es algo bastante atrevido. No voy a hablarte sobre el resultado, prefiero que lo descubras tú misma/o.
Permanecer quieto/a – y despierto/a – funciona para entender cómo funciona tu trabajo, tu vida, el impacto en otras personas y sobre todo, cómo funciona lo que hay dentro de ti. Básico para sobresalir.
Photo credit: Looker Photography.
4 comentarios
Nos hemos acostumbrado a ser un escaparate al mundo, vivimos y actuamos buscando un beneficio. No nos damos cuenta que nuestro mayor beneficio es la experiencia y poder disfrutar nosotros solos de esa experiencia es algo único. A este mundo vinimos solos y nos iremos solos. Buena lección. Gracias
Gran aporte Gabriel, estamos solos y nos vamos solos, al menos en lo profundo de nosotros mismos.
Muy bueno! Gracias. Voy a poner en práctica el ejercicio que propones. Saludos!.
Alegre de que sirva Simón.